martes, 19 de julio de 2011

Panal: los dineros obscuros


Eduardo R. Huchim


Las declaraciones de Elba Esther Gordillo y Miguel Ángel Yunes, antes aliados, son indicios de faltas administrativas y delitos electorales (y de otra índole) que deberían tener ya la atención y la acción de las autoridades competentes: IFE, Fepade, PGR, Secretaría de la Función Pública, Auditoría Superior de la Federación.

Es deseable que esas autoridades estén realizando ya las investigaciones y auditorías pertinentes aunque, por razones de sigilo, no las den a conocer. Debe apuntarse, sin embargo, la posibilidad de que, como suele ocurrir en este país, después de un lapso de escándalo y tonantes exigencias... simplemente no pase nada y el asunto se quede en el anecdotario picaresco.

En el ámbito electoral, las indagaciones debieron iniciarse de inmediato y de oficio por la Fepade y el IFE, cuya Unidad de Fiscalización tiene atribuciones para ello, pero como quiera, la dirección del PRD en el DF, encabezada por Manuel Oropeza, ha presentado sendas denuncias ante el IFE y la PGR. No hay pretextos para la inacción, las autoridades ya tienen el impulso procesal para actuar.

Importa recordar que Gordillo es presidenta del sindicato de maestros pero también la máxima dirigente del Partido Nueva Alianza (Panal), en tanto que Yunes fue director del ISSSTE y también candidato a gobernador de Veracruz. Examinemos sucintamente los dichos y los hechos: El 29 de junio, Gordillo confirmó que, como parte del acuerdo para apoyar a Felipe Calderón en 2006, se le concedieron varios puestos públicos y de ese modo Roberto Campa ingresó al Sistema Nacional de Seguridad, Francisco Yáñez a la Lotería Nacional y Miguel Ángel Yunes al ISSSTE. Gordillo no mencionó que su yerno, Fernando González, fue nombrado subsecretario de la SEP, pero sí pidió una auditoría al ISSSTE, por considerar que durante la gestión de Yunes hubo malos manejos.

El 5 de julio, Yunes reveló que Gordillo le había solicitado, siendo él director del ISSSTE, una cuota mensual de 20 millones de pesos para el Panal, cantidad que él había negado. También dijo que, siendo candidato en Veracruz, el tesorero del SNTE, Héctor Hernández, le dio 10 millones en efectivo para su campaña, cantidad que él entregó a Rafael Ochoa, padre del dirigente del Panal en Veracruz. Esa cantidad rebasa con mucho el límite de las aportaciones a partidos que les fueron permitidas a las personas físicas y morales en 2010: 1 millón 281 mil pesos.

Si bien ese dinero habría servido a una campaña local, la Unidad de Fiscalización del IFE no debe mantenerse al margen. Y es de suponerse que a la Fepade y a la SIEDO, instancias de la PGR, les llamará la atención que tal dádiva haya sido en efectivo, a la usanza de muchas transacciones de la delincuencia organizada.

Además de lo señalado por Yunes sobre el Panal, importa considerar estos antecedentes:


a) El 8 de octubre de 2010, el IFE le impuso al Panal una sanción de 4 millones de pesos, por su conducta dolosa -calificada de "grave especial"- al pretender hacer pasar como producto de una colecta pública una extraña aportación de 4 millones de una simpatizante, en 2007.

b) También resulta extraña la operación entre el Panal y su supuesto financiador Ricardo Viso Seligson, quien recibió del partido 18 cheques por un total de 7.3 millones de pesos, que luego fueron endosados a José Joaquín Mora Domínguez. Este caso ya lo investiga el IFE (Guadalupe Irízar, Reforma, 08/07/11).

c) El 26 de marzo de 2009, el entonces director de la Lotería Nacional, Miguel Ángel Jiménez, intentó usar millonarios fondos públicos para pagar propaganda del candidato panista a gobernador de Campeche, lo cual le fue rechazado por el yucateco Grupo Megamedia.

Jiménez, quien también fue dirigente y diputado del Panal, dejó su cargo en la Lotería, pero no fue procesado. Como quiso favorecer en Campeche a un partido que no es el suyo, es válido preguntarse cuántos fondos de la Lotería fueron a dar a las arcas del Panal, que sí era el partido del gordillista Jiménez. Más aún, ¿cuántos recursos fueron al Panal procedentes de las otras parcelas del sector público entregadas a Gordillo?

Omnia

En 1989, en la sala Simón Bolívar de la SEP, mientras afuera los maestros gritaban "Asesina, asesina" (por el homicidio de Misael Núñez Acosta), en un momento de debilidad, Elba Esther Gordillo le confesó a Teodoro Palomino: "Siento las manos manchadas de sangre" (Palomino a Carmen Aristegui en MVS). Con esta dirigente sindical y su partido, el Panal, se alió Calderón en 2006 y ahora quieren aliarse Peña Nieto, Moreira y la parte del PRI que dominan.

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