jueves, 19 de mayo de 2011

Modernizar los retenes

  Martha Anaya

May 19, 2011

La historia que contó el senador Fernando Castro Trenti (PRI) dio de pronto un vuelco inesperado.
Ocurrió  durante la sesión de la Comisión Permanente. Comenzó a narrar lo acontecido hace un par de días en un retén en Baja California, a dos integrantes del Congreso de la legislatura local: a la diputada del Partido del Trabajo, Claudia Agatón y al regidor de Ensenada.
Según narró  el vice coordinador del grupo parlamentario del PRI, la retención de los legisladores ocurrió a media mañana cuando se trasladaban en un vehículo. En el retén reportaron que llevaban un sobre con 116 mil pesos,  el cual sería destinado para sufragar los gastos del festival del “día de las madres”, que los propios legisladores estaban promoviendo.
Fueron víctimas de una retención de alrededor de entre hora y media y dos horas –está  filmado– y finalmente les decomisaron los 116 mil pesos que serían destinados para cubrir los gastos del festival de las madres.
Lo anterior, indicó, no obstante que hicieron alto en el retén; que acreditaron su personalidad;  que ellos mismos informaron del contenido de los recursos que trasladaban que eran 116 mil pesos.
Explicaron origen y destino, y se tomó la decisión en ese retén –insistió—de retenerlos y quitarles el recurso.
Esto, señaló Castro Trenti, no puede quedar solo en un exhorto, o cumplimiento de las normas. Nos tiene que llevar a ubicarnos en lo que está ocurriendo.
¿Qué sucede con los retenes en el país?, preguntó.
Y he aquí que dio vuelco la historia
La gran mayoría de estos retenes –expuso el priista– están ubicados en las carreteras federales en condiciones de clima extremo. Los integrantes de los retenes, en este caso del Ejército mexicano, prestan un servicio al país en condiciones verdaderamente lamentables, en condiciones higiénicas insalubres. No tienen un retrete para hacer sus necesidades
fisiológicas, no hay un techo para poderse guarecer del clima.
Encontramos retenes en los que se forma una línea como de cien vehículos, la gran mayoría camiones de carga. ¡Tardan horas enteras en poder transitar ese reten!, y los instrumentos que tienen para revisión los integrantes del cuerpo de soldados, son unas largas varillas puntiagudas con las que abren las cajas y están picoteando ahí, a ver que encuentran. Obviamente no bajan la caja de los camiones.
En fin –indicó–, las condiciones son terribles. “Se presta a incidentes de discusión con el ciudadano, actos de molestia que en la gran mayoría de los casos termina con una víctima que es un ciudadano. Víctima como estos, legislador local y municipal, o ciudadanos que perdieron la vida”.
Por el otro lado, señaló, el Ejército Mexicano está haciendo un trabajo que le hemos encomendado, y por las distintas circunstancias de la vida  los tenemos abandonados.
Ante esta situación, Castro Trenti propuso que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en comunicación, en coordinación con la Secretaría de la Defensa, “diseñe un plan, modelo tipo de retén, en donde se encuentren con lo mínimo para prestar los servicios”.
Es decir, abordar “un plan de modernización de los sistemas de retenes en el país, que cuenten con los equipamientos técnicos especializados, y con la infraestructura mínima, para que efectivamente sea un control de paso vehicular y que no se preste a estos incidentes”.
Genial voltereta ¿no?
Ah, y en cuanto al incidente con los legisladores, que la Procuraduría de Justicia Militar “proceda a integrar un expediente, una averiguación, para que obre conforme corresponda a derecho”.

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