PICOS LARGOS
Por Ángeles González Gamio*
Ambiente navideño en la Alameda de la Ciudad de México Ambiente navideño en la Alameda de la Ciudad de México. 25 de diciembre de 1970. Archivo Gráfico de El Nacional, Fondo Temático, sobre 349-C, INEHRM.
Ese era el nombre que se les daba a los "socios industriales" en la organización de posadas en el siglo XIX; se trataba de jóvenes entusiastas de pocos recursos, que se contrataban con las familias adineradas para ayudar en los elaborados preparativos y en el desarrollo de la reunión, y actuar como maestro de ceremonias; su pago: el asistir y bailar con todas las jóvenes.
El cronista Antonio García Cubas, hace minuciosas descripciones de esos eventos, y platica que la Plaza Mayor era en esos días una babel, en donde las voces de los que ofrecían sus mercancías y las de los compradores, los gorjeos que producían los muchachos soplando sin cesar sus flautillas de carrizo y pitos de hoja de lata, llenos de agua y el murmullo de la multitud, producían una confusión indescriptible.
Árbol de Navidad en el mercado de la Merced, Ciudad de México. 21 de diciembre de 1957,
Archivo Gráfico de El Nacional, Fondo Temático, sobre 349-A, Navidad, INEHRM.
En los portales, y frente a Palacio Nacional, se colocaban decenas de puesteros que vendían grandes ramas de oloroso pino, lama, heno y flores (todavía no habíamos importado la costumbre sajona de los árboles de navidad); abundaban los puestos de frutas, juguetes, dulces y figuras de barro o cera para los nacimientos. Los piñateros las llevaban ensartadas en bastones, que se entrecruzaban con los que llevaban los vendedores de faroles de alegre papel colorido.
Iluminación navideña en el Zócalo de la Ciudad de México. 11 de diciembre de 1967, México D. F., Archivo Gráfico de El Nacional, Fondo Temático, sobre 349-C, INEHRM.
Hasta antes de 1843, estas mercancías se ofrecían en el famoso Parían, un gran mercado ubicado prácticamente en medio de la Plaza Mayor; en un famoso disturbio, fue quemado y saqueado, durante la presidencia de Guadalupe Victoria. Por cierto, a raíz de este hecho, la extraordinaria heroína Josefa Ortiz de Domínguez, indignada por el incidente que manchaba la causa independentista, corrió de su casa al citado presidente.
Las posadas solían celebrarse de manera muy semejante a como se hace en la actualidad; la diferencia es que entonces todas las familias las realizaban. También tenían importancia las fiestas religiosas; la mayoría de la gente asistía a las misas de "Aguinaldo", que se celebraban por las mañanas durante el novenario, y las de "Gallo", a la medianoche del día 24. En los conventos organizaban bellas ceremonias con procesiones y cantos corales que concluían con el cántico de Calenda. Muy populares eran las pastorelas en los teatros y en algunas casas donde actuaban miembros de la familia y sus amigos.
Nacimiento monumental instalado en la Alameda Central, 26 de diciembre de 1967.
Archivo Gráfico de El Nacional, Fondo Temático, sobre 349-H, Navidad, Nacimientos, INEHRM.
Como podemos ver, muchas de estas tradiciones aun subsisten, y algunas han venido a cobrar nueva vida, ya que casi se habían perdido. Un ejemplo son las pastorelas que revivieron hace cerca de 40 años – y todavía subsisten - Miguel e Irene Sabido y Jaime Saldivar, en Tepozotlan; ahora se presentan en muchos lugares. En el Centro Histórico se ha vuelto tradicional la del Claustro de Sor Juana.
A partir de la Alameda Central se siente el ambiente de fiesta con los globeros, algodoneros y las tragicómicas escenográfias navideñas, con reyes magos y santa closes de panza y barba de algodón, para la foto infantil del recuerdo; esta animación continúa hasta llegar a la Plaza Mayor, alegremente iluminada y adornada, llena de vida, como en toda su historia.
Las viandas típicas de esta época se disfrutan en los dos lugares más celosos de nuestras tradiciones culinarias: el Café de Tacuba y la Hostería de Santo Domingo. Este último pone un hermoso nacimiento, cuya vista hace paladear con más gusto los romeritos con tortas de camarón, el bacalao. el dulce de tejocote, los tamales y demás.
Particularmente agradable es caminar por las calles y deslumbrarse con las decoraciones alusivas a esta época del año, que adornan todas las tiendas y ahorrar con los magníficos precios. Una buena opción para comprar baratísimo son las plazas comerciales en donde ubicaron a los vendedores ambulantes, con la ventaja de que en un solo lugar encuentra absolutamente de todo: relojes, ropa, discos, zapatos, perfumes, juguetes, cosméticos, alimentos, aparatos eléctricos, apantalladoras corbatas de "sumí seda" y mil cosas más.
Recuerde que en Bellas Artes existe un amplio estacionamiento subterráneo, elegantísimo, de tarifa normal que, aunado a las decenas que hay en el primer cuadro, como los de las calles de 5 de Mayo, Isabel la Católica, 16 de Septiembre, López, Gante, etcétera, facilitan la visita si va de compras y si solo es paseo, puede llegar como bala en el Metro.
*gonzalezgamio@gmail.com
Fuente: Boletin finsemaneando
1 comentario:
que distinto todo segun la epoca no?
igual lo lindo es que el espiritu navideño sigue intacto no?
si comparo hasta mi propia historia con mi corta vida de edad ya muestra las diferencias... de chiquita en mi casa con mi familia, solo familiares, con un arbol gigante, LLENO de regalos, el tío se disfrazaba de Papa Noel...
y por ejemplo, en esta navidad reciente festejé con 6 amigos, en mi peuqeño alquiler temporario en recoleta con un arbol tamaño botella de cocacola y lo mas parecido a Papa Noel fue el gorrito que me puse para despues ir al boliche
en fin... epocas distintas, pero sigo adorando la navidad
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