jueves, 8 de abril de 2010

Autocrítica necesaria

Maite Reyes-Retana

April 7, 2010

La entrevista de Julio Scherer al Mayo Zambada y la investigación de la muerte de la niña Paulette Gebara Farah, deberían hacernos reflexionar.

Vamos por partes: en su número más reciente, la revista Proceso publica una entrevista de Julio Scherer a uno de los narcotraficantes más buscados, Ismael el Mayo Zambada. “Si el Diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…”, escribe el octogenario periodista al inicio de su texto.

La entrevista desató tremenda polémica entre los que reconocen la labor periodística de Scherer y los que lo denostan por hacer, supuestamente, apología del narcotráfico. Otros dicen que la entrevista no es tal, que no aporta ningún elemento informativo relevante.

Yo, al contrario, creo que lo relevante es el encuentro en sí, más allá de lo dicho por Zambada. Y la acusación a Scherer por “apología del delito” me parece ridícula. O qué, ¿ahora resulta que los periodistas solamente pueden entrevistar a gente de probada honradez? ¿Que no la labor del periodista es informar de la realidad, de todos los elementos que componen una realidad?

Scherer informó, entrevistó a uno de los actores de nuestra realidad, a diferencia de muchos colegas que se han erigido en fiscales, patólogos, peritos psiquiatras y hasta MPs y jueces, todo en uno.

El caso Paulette ha demostrado la mediocridad de varios reporteros y columnistas, que ya resolvieron, desde su redacción, un caso complejo. Y, como el procurador mexiquense no les da las respuestas que ellos están esperando, lo califican de incapaz e incompetente.

No es que yo crea ciegamente en la justicia de este país, ni en Bazbaz, pero si estoy segura de que una investigación lleva tiempo, y agradecería que nos presentaran las pruebas científicas que el procurador dice esclarecerán el caso.

¿Tenemos derecho, los medios, de señalar culpables y erigirnos en jueces? Yo creo que no, no perdamos de vista que nuestro trabajo es informar, y dejar que el lector saque sus propias conclusiones. Podemos dar nuestra opinión, claro está, pero no afirmar ni señalar sin bases.

Julio Scherer informó sin editorializar, muchos periodistas hoy no lo hacen, y eso debería movernos a analizar si no nos estamos tomando demasiado en serio la historia de que somos “el cuarto poder”. Podemos modificar la realidad a través de la información, pero no forzar la opinión de los lectores por nuestras filias o fobias.

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