Para conmemorar el aniversario de la zona arqueológica, desde que fue inscrita en la lista de la UNESCO, se llevan a cabo, entre otras cosas, uina exposición de tapetes y la presentación de un libro
Con la firma de un convenio de colaboración con la Universidad Autónoma de Oaxaca, una exposición de tapetes y la presentación de un libro, se conmemoró este viernes el 22 aniversario de que el sitio arqueológico de Monte Albán fue declarado Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Monte Albán fue la antigua capital de los zapotecos que se desarrolló entre los 500 a.C.-800 d.C. Se erigió sobre un conjunto de cerros de los valles de Oaxaca y llegó a tener hasta 35 mil habitantes, afirmó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
Esta zona arqueológica -agregó- es reconocida por las cualidades estéticas de su arquitectura, su juego de pelota en forma de "T" unidas por su base, sus estelas y relieves esculpidos, cerámica, pintura mural y tumbas.
Monte Albán fue inscrito en la lista de la UNESCO el 11 de diciembre de 1987 y que para conmemorar el 22 aniversario la Universidad Autónoma "Benito Juárez" de Oaxaca (UABJO) y el INAH firmaron un acuerdo para que estudiantes se inserten en proyectos arqueológicos en ese estado.
Nelly Robles García, directora de la Zona Arqueológica de Monte Albán, indicó que esa participación de estudiantes se dará en proyectos como el área monumental de Santa María Atzompa (aledaña al sitio prehispánico), además de Mitla, Yagul y Lambityeco.
Asimismo, en el marco del programa de esta conmemoración se inauguró la exposición Tapetes de Teotitlán del Valle, Oaxaca, que permanecerá en el Museo de Sitio hasta febrero próximo.
También se presentó el libro "Los monumentos arqueológicos de Monte Albán ante los desastres naturales: el sismo de 1999", en el que participaron arquitectos y arqueólogos del INAH, y del Comité Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la UNESCO.
Nelly Robles recordó que en septiembre de ese año (1999), una veintena de monumentos de la ciudad prehispánica fueron afectados por un movimiento telúrico de 7.4 grados en la escala de Richter.
Posteriormente se realizaron trabajos de recuperación de los monumentos y se trazó un plan de prevención, por lo que actualmente estas estructuras son monitoreadas constantemente.
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