miércoles, 25 de noviembre de 2009

Derrota de los electricistas


Martha Anaya

November 25, 2009

— 12:00 am

La derrota estaba frente a ellos, a minutos de consolidarse. Iracundos, los electricistas se quitaron los tapabocas con que habían seguido la sesión desde la galería de la Cámara de Diputados y comenzaron a gritar: “¡Traidores! ¡Pinches traidores!”. Martín Esparza agitó los documentos que llevaba en mano, muestra –denunciaba—de un fraude cometido por la Comisión Federal de Electricidad y partía enfurecido bajo el silencio de priistas de panistas.

Apenas minutos antes Gerardo Fernández Noroña había reconocido que no lograron reunir las 251 firmas necesarias para promover la controversia constitucional por la extinción de Luz y Fuerza. Intenso, como suele ser, en un tono duro, amenazante, advirtió desde la tribuna que esta lucha del SME, cerrada la vía de la Suprema Corte, se iría a las calles y terminará con la renuncia de Felipe Calderón:

“Esta Cámara tendrá que decidir sobre el sustituto… ¡vamos a hacer que renuncie, nos va la vida en ello!

Los panistas se removían incómodos en sus curules. La Cámara estaba rodeada por los electricistas. Los priistas hacían como quien les habla la virgen; incluso muchos de ellos habían salido del recinto. Víctor Flores Olea, líder ferrocarrilero descansaba luego de haber distribuido aquí y allá un documento en el que se advertía que la controversia “es improcedente”. En los corrillos se contaba que el PRI negoció no apoyar al SME a cambio del presupuesto para los estados.

Eran las cuatro de la tarde. Faltaba una hora para que concluyera el término para juntar las firmas necesarias. PRD, PT y Convergencia no sumaban lo suficiente. Y los priistas figuraban por su ausencia. Los perredistas se sentían birlados. Del PRI les habían dicho que si no llevaban el tema a la tribuna muchos de ellos otorgarían su firma. No fue así. Lo único que lograron los del Frente fue subir el tema a la tribuna de última hora vía la “agenda política”.

El perredista Víctor Manuel Castro tomó el micrófono y advirtió a su vez a priistas y panistas: “Hoy no están derrotando sólo a los electricistas, sino a la forma de abordar estos problemas… El silencio de ustedes hoy debe apenarlos, vinieron a votar (en contra de tratar como “urgente y obvia resolución” el tema de Luz y Fuerza) y se largan. ¡Pobre victoria, no les va a traer beneficios…”

Francisco Hernández Juárez (PRD), líder de los telefonistas, soltó en su turno: “Sólo queríamos que les dieran la oportunidad a los trabajadores para no utilizar otras vías para encauzar su situación y su enojo, lo único que les pedimos es su firma. ¡Ni siquiera quieren la controversia…! ¿qué quieren, que los trabajadores se metan aquí a la fuerza, que hagamos una huelga nacional?”

Jesús Zambrano (PRD) acusó a su vez. “Hubo venta de voluntades a cambio de ciertas privatizaciones para fortalecer ciertos cotos de poder…¡Están jugando con lumbre al tomar estas decisiones por lo que a lo mejor hay un incendio en 2010”

Le siguió el también perredista Guadalupe Acosta Naranjo en el mismo tono: “nos estamos pegando un balazo en el pie, estamos debilitando este poder; es un día de luto para la Cámara de Diputados”. Y luego Avelino Méndez para añadir que éste era “un poder que se niega a ser poder”

Tras la batería perredista subió finalmente un panista a la tribuna, Oscar Arce Paniagua, para alegar que ellos no le apostaban a la violencia sino al derecho. Y mostró como prueba de que el Presidente había actuado legalmente al extinguir Luz y fuerza, un documento de la Barra mexicana de Abogados asentando esa postura.

Le respondió el petista Oscar González Yáñez: “Nosotros tampoco somos partidarios de la violencia, pero hay que ver quien genera la violencia…Estamos en un Estado donde ya se perdió el derecho, no nos extrañen entonces de lo que pase los próximos días.” Luego llamó la atención a los panistas sobre la actitud del PRI: “Ojo, los están cazando…, y ustedes ingenuamente se dejan atrapar; reflexionen sobre sus relaciones”.

Laura Itzel Castillo (PT) también hizo uso de la tribuna. Habló del “gran miedo” con que transita Calderón, del enrarecimiento del clima político y del hecho de que no hubiesen otorgado su firma para interponer la controversia constitucional: “lo único que demuestra es la gran cobardía que los caracteriza”.

Otro panista respondió entonces. Carlos Alberto Cuevas declaró que si no subían a la tribuna era porque “amenazas, chantajes, descalificaciones, injurias” no eran debate, y porque además ellos estaban seguros de que la controversia no procede en términos legales.

Y Roberto Gil, también del PAN, concluiría diciendo que la decisión de Calderón de liquidar Luz y Fuerza fue “oportuna, valiente y decidida”.

Con ello concluía la sesión. Los priistas, hasta entonces en silencio, nadando de “muertito”, sonrieron por fin. Qué importaba que se hubiera que para ellos el SME fuese tan sólo “un insumo de negociación de política”. Volvían a sentirse ganadores.

No hay comentarios: