Los cazadores de mitos
El autoritarismo. Se dice que AMLO es un dictador en potencia. Que de llegar a la Presidencia se apoltronaría varias décadas. Por supuesto, sabe mandar, pero en contra de lo que han hecho sus adversarios, nunca ha dejado de conducirse dentro de los cauces legales y pacíficos. Reto a sus calumniadores a que señalen un solo caso de comportamiento ilegal. A pesar del constante acoso de los medios en una campaña de aniquilación, no ha permitido que se desborden los límites y ha mantenido gran disciplina. El movimiento no ha roto un vidrio, ni ha lesionado a nadie. Compare usted esto con los saldos de la guerra de Calderón.
Que tiene mansiones y ranchos. Es infantil pensar que de tenerlos los medios y el gobierno no lo hubieran exhibido. Ningún político de su nivel vive en condiciones tan austeras. Los recursos voluntarios que recibe de distintos sectores son empleados rigurosamente en el movimiento.
Es émulo de Hugo Chávez. AMLO rechaza no sólo el autoritarismo sino el descontrol financiero del populismo. La oligarquía sabe que no es irresponsable. No puede asociarse a Chávez: no ha sido militar, llegó al poder en la capital por el voto popular, no tiene ningún contacto con él y no lo ve como su modelo político.
Es mal administrador, quebró las finanzas del DF. Ésa es una de las calumnias favoritas del PAN. El crecimiento real de la deuda del Distrito Federal fue de 3.3 por ciento anual. A pesar de programas trascendentes y de importantes obras públicas, el DF disminuyó el ritmo de endeudamiento y saneó sus finanzas. Gracias a un crecimiento de 50 por ciento de ingresos propios, a la reducción del gasto burocrático y el combate a la corrupción, logró financiar grandes cambios en la capital. Los programas de la tercera edad, calificados por el PRIAN de populistas, fueron copiados por Felipe Calderón y son usados hoy como instrumentos para inducir y coaccionar el voto popular en favor de Acción Nacional… Continuaremos destripando mitos.
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