miércoles, 21 de marzo de 2012

Ladllas - Sobre las Primeras Dos Lecciones de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes


Ladillas


Sobre las Primeras Dos Lecciones de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes


Por el Lic. Mefistófeles Satanás


Ahora que AMLO anda muy amoroso, me avoque a chutarme la Cartilla Moral de Alfonso Reyes a ver si encuentro que diablos (perdón) significa todo ese rollo.  (Admítanlo, compañeros, ¿cuantos de ustedes se han chutado lo que muchos describen como "bodrio soporifico"?)  Estas son las conclusiones y observaciones que mis “pocas luces” (como diría el centauro) produjeron sobre el texto.  Mi intención es hacerlo mas digerible para la prole. El texto completo lo encuentran en http://www.banrepcultural.org/sites/default/files/alzate_cartilla_moral_abril_19_ID.pdf.


Lección I


La primera premisa o tesis es que “…el hombre debe educarse para el bien…”  Automáticamente, uno se pregunta ¿Qué chingaos es el “bien”?  La respuesta es esta:


“…El bien no debe confundirse con nuestro interés particular en este o en el otro momento de nuestra vida…o con…nuestro provecho, nuestro gusto o nuestro deseo. El bien es un ideal de justicia y de virtud que puede imponernos el sacrificio de nuestros anhelos, y aun de nuestra felicidad o de nuestra vida. Pues es algo como una felicidad más amplia y que abarcase a toda la especie humana, ante la cual valen menos las felicidades personales de cada uno de nosotros…” (...ZZZ...)


O sea, como decía Mr. Spock, “…el interés de muchos esta por arriba del interés de cada individuo…”


Pero si el hombre “debe educarse para el bien”…¿entonces no mama de la teta de su madre la idea de hacer el bien?  Creo que no.   El niño pos es egoísta (la sobrevivencia de la especie lo requiere).  Llorara por hambre y delatara el lugar donde se esconde la madre cuando un ente bien animal o humano la busca.  No, no creo que el niño creerá en la bondad de ver por el interés de muchos por encima de llenar su buche.


Me atrevo a preguntar: ¿el neoliberalismo es una manifestación de la persistencia de ese egoísmo infantil?  En fin, no esta en mis pocas luces ahondar sobre eso, apenas Sladogna.  Prosigamos.


El mal es sencillamente la ausencia del “bien”, es decir, no tener el ideal de justicia y de virtud requerido.


¿Por qué se puede ser “malo”?  Según Reyes, es por dos razones: (1) ignorancia y (2) falta de un buen corazón (es decir, nació “maleado” y ya no se endereza).  


O sea, Reyes asegura en el punto (1) que se puede convertir a los “malos” en buenos si se les educa (su premisa original: “…el hombre debe ser educado para el bien…”).  Reyes hace hincapié que no todos los hombres pueden ser educados para el bien.  Algunos rebuznan y nunca aprenderán: “…lo que natura no da, Salamanca no lo presta…”  Me imagino que en eso alude también a los que caen en el punto (2).  No creo que Salinas de Gortari puede –en los años que le queden a su vida—ser educado para ser “bueno”.


¿Implica esto la existencia del “malo desahuciado”?  Creo que esa conclusión es valida a partir de lo que escribe Reyes.


Y bien, asumiendo que los hombres tienen ese “ideal de justicia y de virtud” que Reyes llama el “bien”, ¿Qué los impulsa a seguir siendo “buenos”?


Según Reyes este impulso es la “moral”.  Sea.  ¿Qué chingaos es la moral?


Reyes define la “moral” como “…preceptos tienen por objeto asegurar el cumplimiento del bien, encaminando a este fin nuestra conducta…”  


Mas explícitamente Reyes afirma: “…Podemos figurarnos la moral como una Constitución no escrita, cuyos preceptos son de validez universal para todos los pueblos y para todos los hombres. Tales preceptos tienen por objeto asegurar el cumplimiento del bien, encaminando a este fin nuestra conducta…”


Sostiene Reyes que los que nacen en el cristianismo se les impone –a huevo en el catolicismo—esa moral.  Pero, no, la moral cristiana NO es la única aparentemente pues Reyes asegura que “…o el bien no sólo es obligatorio para el creyente, sino para todos los hombres en general…”  


Concluyo entonces que la moral cristiana es tan solo un subconjunto de una moral universal u obligaciones que se dictan “…a todos los hombres de buena voluntad…”  No puede ser, por lo tanto, la moral cristiana la regla suprema que obligue a todos los hombres a hacer el bien tan solo por el hecho de que hay un carajal mas de mahometanos, judíos, hindúes, budistas, ateos, etc., en el planeta.


Reyes afirma que esta de acuerdo con Aristóteles que “para el ejercicio de la virtud (léase el bien) es lo que nos lleva a ser virtuosos (léase buenos)…”  Regresaremos a este último punto.


Nota folklórica: en México el político y generalote Gonzalo N. Santos (que Reyes tal vez conoció y trato) define la moral como “…un árbol que da moras…”  Creo que esto explica la falta absoluta de ética (léase moral) con que opera la clase política mexicana.  Nada hay que  los impulse a “ejercitarse en ser virtuosos (léase buenos)”.  Por el bien de todos los mexicanos se les debe “educar” –tal pediría Reyes y seguramente también AMLO—pero yo preferiría que “aprendieran a respetar” –como afirman los narcos--, por las buenas o por las malas, a ver si ansina dejan de ser tan hideputas.   Pero pos que se yo, yo soy de los “malos desahuciados” (risa diabólica)…


Lección II


La tesis es que somos un conjunto de lo animal y lo humano y esto debe admitirse.


Reyes acepta sin problema que el hombre es una mezcla de lo animal (carne o cuerpo) y alma.  La moral, afirma, nos intenta llevar de lo puramente animal (el bebe que llora por la teta de la madre) a lo humano (el fulano que tiene “…el ideal de justicia y de virtud…”).  Sin embargo, Reyes no admite que se quiera rechazar lo animal: “…si todos ayunáramos hasta la tortura, como los ascetas y los fakires, acabaríamos por suicidarnos…”.


Concluyo entonces que entonces no necesitamos estar constantemente “ejercitándonos en la virtud” pues eso significaría rechazar nuestra parte animal.  Los golpes de pecho y lloriqueos de que hacen alarde en la “moral cristiana” (un subconjunto de la moral universal que abarca todos los hombres) es hipócrita y contraproducente, un rechazo a nuestra parte animal.  Échese una cana al aigre de vez en cuando, joven, jovencita, con moderación, por supuesto (la moderación es ejercitarse en la virtud).  Nietzche (¡salud!) estaría de acuerdo y diría: “das ist gut!”


Pide Reyes que haya un equilibrio entre lo animal y lo humano.  Solo asi podemos avocarnos a la tarea de ejercitarnos en ser virtuosos (buenos).  Pero no debemos negar nuestra parte animal.  Mente sana en cuerpo sano implica, para mi, que tanto las necesidades de la mente como del cuerpo se satisfacen.


Nota folklórica: En la primera película de Conan (Schwarzenegger) toma lugar este dialogo…


--¿Conan, que es el bien?
--El bien es matar a tus enemigos y oír el llanto de sus mujeres.


Yo pienso que, en la sociedad tribal o “bárbara”, esto si califica como el bien pues el guerrero tiene el bien de toda la tribu en mente al eliminar a los enemigos de esta.  Pero eso seria si solo nos avocamos a ver un conjunto –tal vez pequeño—de la humanidad, la tribu, como el todo.  No, el verdadero bien tiene que ser universal, extensible aun a los enemigos de Conan.  De ahí se explica por qué anda AMLO tan amoroso con tanto hijo de puta: el “bien” tiene que ser universal o no lo es.


Es por eso que los mineros canadienses no  ejercitan el “bien” pues están destruyendo el cerro de San Pedro solamente por su “tribu” (léase accionistas), sin fijarse que no extienden el “bien” (definido como recuperación y protección ambiental y participación en las ganancias del subsuelo) a la población aledaña.  Esos que se jodan y que se oiga “el llanto de sus mujeres”.  


He ahí la diferencia entre la vocación de “ejercitarse en la virtud” que se enseña en escuelas como la UNAM y la de las escuelas particulares patito, donde no se menciona para nada el “ideal de justicia y virtud que es el bien” y todo se avoca a enseñar “como matar a tu enemigo” a través de las “leyes del mercado” y la competencia sin limitantes del capitalismo depredador.


FIN (por ahora)





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