jueves, 15 de septiembre de 2011

Ni visión ni liderazgo

Martha Anaya

September 15, 2011

Si algo caló fuerte en el ánimo del presidente Felipe Calderón –y del de Alonso Lujambio, secretario de Educación—fue el discurso que soltó Claudio X González durante la comida de los 300 líderes más influyentes.

Y es que lo dicho por Claudio X en torno a la educación en nuestro país, fue directo y demoledor. Muy lejano al entusiasta panorama de la versión oficial.

El hoy presidente de la Fundación Televisa engarzó una serie de datos duros para demostrar que en México no se ha entendido que “donde hay cantidad y calidad educativas, hay desarrollo, y donde faltan cantidad y calidad educativas, hay subdesarrollo”.

Enlistó Claudio X:
-Sólo la mitad de cada generación termina en tiempo y forma la secundaria. Sólo una cuarta parte la preparatoria.
-Nuestros jóvenes estudian 8.6 años en promedio, es decir, entre tres y cinco años menos que jóvenes de otros países. En horas efectivas, cada año, nuestros niños asisten a la escuela la mitad de las horas, la mitad de las horas que los niños de Finlandia y Corea.

-Hace 30 años, Corea era penúltimo lugar en educación entre los países de la OCDE. México era último. Hoy, Corea es número uno del mundo, y México sigue en el último lugar. De hecho, en la última Prueba PISA, el 20 por ciento más avanzado de los alumnos de México, punteó como el 24 por ciento más bajo de Corea.

-En ese mismo examen, tres cuartas partes de nuestros jóvenes calificaron en el nivel cero, uno y dos de los seis niveles que tiene la escala en comprensión lectora, matemáticas y ciencias. Ni siquiera el uno por ciento alcanzó el nivel de excelencia.

-Al ritmo que avanzamos en la Prueba PISA, entre el 2006 y en el 2009, nos llevaría cincuenta años alcanzar el promedio de la OCDE en matemáticas, y 170 en comprensión lectora. Eso, con una condición: que el resto de las naciones dejen de presentar el examen.

Todos estos datos, diría el hombre de negocios, “no demuestran ni visión ni liderazgo de nuestra parte, más bien, dan coraje”.

A partir de ahí lanzó una propuesta con metas a conseguir:
- Alcanzar, para el año 2024, el número de años promedio de escolaridad de los países de la OCDE, en torno a los 13 años por estudiante; así como elevar a 6.5 horas la jornada escolar y garantizar 200 días en cada Ciclo Escolar.
-Dos. Alcanzar, también para el año 2014, el resultado promedio de la OCDE en matemáticas, comprensión lectora y ciencias en la Prueba PISA.

Y por aquello de que algunos dijeran que eso es imposible, Claudio X González se adlenató y citó el caso chino:
“China se hizo un planteamiento similar hace algunos años y ya alcanzaron la meta. Ahora, de manera explícita, se plantean ser número uno del mundo para el año 2020. De hecho, la provincia de Shanghai, con 22 millones de habitantes, le ganó a Corea en la última prueba”.

En cuanto a cómo alcanzar estas metas, la respuesta la enfocó en los cambios de fondo, estructurales:
-Uno. Profesionalización magisterial. No puede haber calidad educativa si no hay calidad en los maestros y directivos escolares.

Y para lograr la profesionalización magisterial –subrayó– tenemos que mejorar la preparación inicial de nuestros maestros, lograr que ninguna plaza, ninguna plaza, ni de maestro, ni de director, ni de supervisor, se entregue sin un concurso público riguroso, y fincar en el sistema la evaluación universal y periódica de todos los maestros, y que dicha evaluación, tenga consecuencias.

Quien se desempeñe mejor debe ser promovido, quien no dé el ancho, debe salir del sistema educativo y ser reemplazado por un mejor maestro.

-Dos. Asegurar un gasto más transparente y eficaz de los recursos destinados a la educación.
Aquí la pregunta es. Debemos gastar más en educación. La respuesta es sí, siempre y cuando podamos verificar la transparencia y eficacia de esa inversión social.

Parece increíble, pero estamos en el año 2011 y aún no contamos con un padrón completo y confiable de maestros. Tenemos que desterrar fenómenos como las comisiones, los aviadores y los centros bolsa o escuelas aeropuerto, a donde pasan a cobrar.

Los ciudadanos tenemos el derecho de saber en qué se invierte nuestro dinero y que se haga con calidad, evitando el desvío y despilfarro de miles de millones de pesos.

Proponemos contar con un padrón de maestros único a más tardar el primer día del ciclo escolar 2013, y reducir en un 80 por ciento las comisiones, a más tardar el primer día del ciclo escolar 2014.

Los últimos señalamientos apuntaban claramente hacia el sindicato de maestros y su lideresa, Elba Esther Gordillo. Llamaban sin duda a enfrentar a la “maestra” y eran a la vez un reclamo al presidente por su alianza con Gordillo a costa de la educación en el país.

¿Cómo recibió Calderón tal reclamo y las respectivas demandas para avanzar y ser competitivos?
Mal, ya lo sabemos. Más aún cuando los tiempos electorales marcan ya la agenda presidencial. Por ello Claudio X González salió del encuentro cierto que de que seguimos, y seguiremos sin visión ni liderazgo.

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