Llegó el momento para Jesús Ortega de recoger varas…, y de hacer entripados.
Jesús Zambrano, uno de los llamados “Chuchos” y seguidor fiel del ex presidente del Partido del sol azteca, ha comenzado a alejarse notoriamente de su antecesor y a tomar decisiones propias más allá de que le gusten, o no, a su amigo Ortega.
La más reciente y evidente: la solicitud a Andrés Manuel López Obrador para usar su imagen en los anuncios que el PRD transmitirá en tiempos oficiales y en los que se resaltará a los principales liderazgos perredistas.
¿Imaginan el torzón que esta decisión provocó en el Chucho mayor?
Valga recordar tan sólo que el enfrentamiento entre Ortega y López Obrador alcanzó niveles extremos cuando la elección de la dirigencia nacional, de la que se hizo a la mala Jesús frente a Alejandro Encinas.
Perdió entonces López Obrador. Jesús Ortega se convirtió en el dirigente del partido.
Pero el enfrentamiento entre ambos subió todavía más de tono en las elecciones intermedias del 2009 cuando Ortega intentó hacerse del control de Iztapalapa –el principal granero de votos perredistas en la capital—y a través de una serie de chicanadas apoyadas (otra vez) por el Tribunal Electoral la elección en esa delegación acabó en la ridícula comedia protagonizada por “Juanito”
Aún así, la mano la ganó esta vez López Obrador. Clara Brugada se convirtió en delegada de Iztapalapa.
Pero en ese inter, Jesús Ortega decidió “congelar” la imagen del tabasqueño. Sacó de las pautas de publicidad un spot en el que López Obrador llamaba a votar por candidatos del Partido del Trabajo y Convergencia.
Transcurría la segunda semana de mayo del 2009. Ortega Llamó a una conferencia de prensa y llamó “traidor” al ex candidato presidencial del PRD.
Las diferencias entre uno y otro alcanzaron niveles de ruptura total. Ortega intentó expulsar a López Obrador del PRD en varias ocasiones. Nunca lo logró.
Andrés Manuel terminó por solicitar una especie de “licencia” al partido. Una extraña figura que no aparecía en los estatutos del partido.
El caso es que López Obrador no volvió a acercarse desde entonces al PRD y su imagen fue “congelada” por la dirigencia perredista desde entonces.
Dos años se cumplen de ello.
La decisión pues, de Jesús Zambrano de atraer de nuevo a López Obrador hacia el PRD es muy significativa. No se trata sólo de un mero spot en el que Andrés Manuel aparecería junto con Marcelo Ebrard y Cuauhtémoc Cárdenas ( y lo que ello implica para el tabasqueño en términos publicitarios).
Esto marca además un cambio de rumbo y toma de distancia en la dirigencia de Zambrano vis a vis de la de Ortega, e implica a la vez el posible retorno activo de López Obrador a las filas perredistas. Ni más ni menos.
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