lunes, 29 de agosto de 2011

Hasta los panistas advierten: y viene más…

Rebasado por la violencia, omiso en el combate a la corrupción y concentrado ya en lo electoral, el gobierno de Felipe Calderón se agotó en su quinto año, concluye el dipu­tado panista Manuel Clouthier Carrillo, quien visualiza más tragedias como la ocurrida en el Casino Royale de Monterrey, el jueves 25, por el vacío de poder en el ocaso del sexenio:
“El año que entra habrá vacío de poder, el gobierno ya no va a hacer nada en seguridad y entonces ese vacío de poder se va a llenar con mayores espacios de incertidumbre y de tragedias para la sociedad, como lo estamos viendo hoy.”
–¿Es un sexenio perdido?
–Es un sexenio acabado. Ya se acabó para efectos de seguridad para los mexicanos. Ya no van a hacer nada. Si no lo hicieron en cinco años, ya no lo van a hacer hoy ni lo van a hacer el último año de gobierno.
–¿Por ineptitud, por impotencia o por complicidad?
–Ahí, ya lo hemos platicado en el pasado, caben todas las vertientes.
Crítico de la estrategia de Calderón por no atreverse a atacar la “narcopolítica” de Sinaloa y al cártel encabezado por Ismael El Mayo Zambada y Joaquín El Chapo Guzmán, como lo declaró, en febrero del año pasado en entrevista con Proceso, Clou­thier Carrillo insiste:
“Este sexenio, para efectos de combate al crimen organizado, ya se acabó. Le queda el año electoral. Para Sinaloa, y en general para México, yo no espero nada del gobierno calderonista en términos de combate al crimen organizado. Es su último año. Nadie se va a atrever a hacer las cosas.”
El legislador del Partido Acción Nacional (PAN) evoca a su padre, el excandidato presidencial Manuel Clouthier del Rincón, para asegurar que los funcionarios del gobierno de Calderón, el próximo año, “se van a dedicar a flotar y esto va a generar un vacío de poder, que el crimen organizado va a llenar.
“Aplico la frase de mi padre: En la política no hay espacios vacíos, en la criminalidad tampoco. El espacio que no llena la autoridad como Estado, el crimen organizado lo está llenando, de tal manera que el año que entra lo que visualizo, con tristeza, es que vamos a encontrar un vacío de poder, al venir menguando el poder del presidente Calderón, y que las cosas se van agravar todavía más.”
Pone como ejemplo el ataque al casino de Monterrey, que dejó 52 muertos calcinados: “Yo esperaba que esto se viera hasta el año que entra y, sin embargo, la omisión del Estado ya está, y cuando hablo del Estado me refiero a todos sus órdenes, las instituciones, los militares, en fin”.
Dice coincidir con el juez Giovanni Falcone, quien enfrentó a la mafia en Italia, quien postulaba que la arrogancia de los criminales es proporcional a la ausencia del Estado. “Lo creo firmemente: Lo que ha sucedido en México, el nivel al que han llegado las cosas, es porque no hay Estado. Hay un Estado corrupto, omiso, irresponsable, en fin, una asquerosidad el Estado en general”.

Tregua a debate

Y es que tras la balacera en el estadio de futbol de Torreón, el asesinato “político” del periodista sinaloense Humberto Millán y la muerte de 52 personas en Monterrey, crímenes ocurridos en cinco días, prominentes miembros del PAN ven rebasado al gobierno de Calderón y han dado voces de alarma.
Luego del incendio en el casino de Monterrey, y en respaldo a los tres días de luto nacional decretado por Calderón, el CEN del PAN, presidido por Gustavo Madero, anunció la suspensión de la sesión del Consejo Nacional, previsto para el sábado 27, y los cinco aspirantes a la candidatura presidencial cancelaron sus actividades.
En el repudio a la acción criminal, el expresidente Vicente Fox fue el único audaz: Propuso que un grupo de expertos “convoque a los grupos violentos a una tregua”, se expida “una ley de amnistía” y se valore regularizar las drogas, entre otras medidas que conforman una “vía alterna” a la estrategia de Calderón.
“He tomado la decisión de convertirme en una voz que convoca a México entero a un camino de paz, armonía, no violencia”, expuso el expresidente. “Lamento mucho tener que ser una voz discordante, (pero) los hechos nos dicen que no es con violencia como se combate la violencia”.
Y sin aludir a Calderón, con quien está políticamente confrontado, añadió: “A los tomadores de decisiones les hago un llamado a revisar por qué no funciona, por qué no estamos avanzando, por qué la falta de un sentido de urgencia en las tareas por realizar”.
Aunque los senadores del PAN descalificaron las propuestas de Fox, tuvieron que reconocer que el gobierno de Calderón está rebasado, aunque involucraron también a los otros poderes del Estado.
“En el combate al crimen organizado no se puede dar ninguna tregua, es lo que la sociedad está demandando, no podemos dejar que nos ganen, no es posible permitir que esto siga avanzando de esta manera y el Estado debe de combatir al crimen organizado con toda la fuerza del Estado”, expresó el coordinador parlamentario, José González Morfín.
Pero el senador Ricardo García Cervantes, distante de las posiciones oficiales, ya había advertido, antes del ataque en Monterrey, que las acciones gubernamentales contra el crimen son insuficientes.
El legislador, nacido en Torreón, Coahuila, se refirió en la sesión de la Comisión Permanente, el miércoles, al abandono que sufre la región de La Laguna, que ilustró con dos casos: Los reos que salían por las noche del penal de Gómez Palacio para asesinar ciudadanos y la balacera ocurrida, el sábado 20, en las inmediaciones del estadio Nuevo Corona, durante el partido de Santos contra Morelia.
“Actos como ése que ha costado la vida a numerosas víctimas y muchos otros como el sucedido en el estadio de futbol el fin de semana, causando angustia y pánico a 20 mil aficionados (niños, mujeres, jóvenes y hombres), son señales de lo que sería una crisis en cualquier parte el mundo y aquí sólo es ‘una llamada de atención’, como lo calificó Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional”, expresó.
Hablando como ciudadano –“no creo que algún partido político sea sello de garantía, todos estamos rebasados y descalificados por la realidad”–, García Cervantes aludió a las contradicciones entre autoridades para explicar que lo ocurrido en el estadio “fortalece la sospecha de la protección que se brinda desde el poder a grupos criminales”.
Y reprochó: “Combatir el poder de fuego sólo con más fuego es ineficaz. En esta guerra que libra el Estado mexicano no he visto los golpes al crimen organizado en materia de lavado de dinero para desmantelar las redes que financian las actividades del narcotráfico con las que se compran armas, se pagan sicarios y se fomenta la corrupción infiltrando y cooptando a autoridades”.
Planteó: “Otra vertiente que se sumaría en la estrategia es ir en serio contra el lavado de dinero, pues tampoco seamos ingenuos, hay mucha gente que ha estado prohijando esta situación por años, como cómplices de los criminales, lavando dinero y haciendo negocios”.

Crímenes políticos

Clouthier Carrillo piensa lo mismo y alude a los centro de apuestas como el que fue deliberadamente incendiado en Monterrey: “Los casinos en México, la mayoría de ellos, son centros de lavado de dinero. Esto lo sabemos los ciudadanos y lo sabe la autoridad, y la pregunta es por qué se autorizaron y por qué hoy no se investiga a fondo en términos de centros de lavado de dinero”.
Y como García Cervantes, quien condena el abandono de la región de La Laguna, Clouthier insiste en que Calderón no quiso atacar el narcotráfico en Sinaloa: “Esto que estoy diciendo significa que los sinaloenses ya nos fregamos. Si no le entraron en los cinco años anteriores, si no le entraron este año que tenían a su gobernador, Mario López Valdés, ya no se hizo nada”.
Añade: “Quiero insistir en este punto, porque ellos pudieron decir que no era gobernador de ellos Jesús Aguilar Padilla, pero a Malova lo hicieron ellos candidato. El presidente lo hizo candidato, no sé si sea gobernador de él, pero candidato sí fue, de manera que si no le entran ahorita quiere decir que para efectos prácticos los sinaloenses ya no tenemos ninguna esperanza de que el gobierno calderonista vaya a tener atención a Sinaloa”.
Pero en general, insiste, no se ha atacado al crimen en México, sobre todo la corrupción: “Los malos están coludidos con la autoridad y en muchísimos casos los malos son la autoridad. Aunque a muchos políticos y especialmente al presidente Calderón no les guste, muchas veces los malos son las autoridades. Por eso vengo sosteniendo la necesidad de que se combata la corrupción que le da sustento al crimen organizado. Y eso no lo hemos visto en este país”.
Otro aspecto que condena Clouthier Carrillo es el asesinato de periodistas, como el de Humberto Millán Salazar, secuestrado y asesinado el miércoles 24, en Culiacán, y sobre el cual periodistas del estado publicaron, el viernes 26, un duro desplegado dirigido a Calderón y a López Valdés para exigirles el esclarecimiento de quien “en su ejercicio profesional, critico, mordaz, se caracterizaba por destapar las cloacas de la clase política”.
El desplegado decía: “El asesinato de Humberto Millán Salazar nos manda una señal devastadora para el ejercicio periodístico. Y constituye una advertencia, de la clase política, a la que el periodista cuestionó con su crítica aguda, de que en Sinaloa hay intocables. Exigimos que su compromiso por esclarecer los hechos no sea una retórica hueca. Ya estamos hartos de la simulación institucional”.
El legislador, quien dirigió el diario Noroeste, conocía bien a Millán: “Era un periodista que permanentemente escribía sobre la clase política. Nunca se metió a hacer análisis de crimen organizado ni era joto, porque ahora cuando matan dicen que era homosexual o traía líos de falda o estaba metido con el crimen organizado. Aquí ninguna de las tres le aplican a Humberto. De manera que tiene que investigarse a la clase política en Sinaloa”.
–¿Fue crimen político?
–Así lo considero, no puede ser de otra manera. Él era un periodista que permanentemente señalaba a la clase política.
Y por ello, el diputado panista advierte que en el atentado contra el casino de Monterrey debe también investigarse la vertiente política y no sólo la criminal: “No se puede, de manera lineal, pensar que en estados como Sinaloa y Nuevo León todo proviene del crimen organizado, y no necesariamente. Estas acciones pueden venir de grupos que tienen interés de generar un ambiente que demande el día de mañana una acción autoritaria. Entonces no puede verse ajeno tampoco al ambiente político que ya se vive en el país y que tiene que investigarse esa vertiente también”.
Advierte: “Hay quienes añoran un pasado autoritario, estos pueden estar dispuestos a generar desmadre, generar desorden, incluso disfrazados de crimen organizado para crear un ambiente que demande la acción autoritaria. No se puede seguir viendo bajo la lógica del crimen organizado, sino en la lógica del poder. El año que entra será un año definitorio, porque México se estará debatiendo entre el futuro y el pasado”.

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