Rodolfo Ruiz Rodríguez
La construcción de la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial en el municipio de Amozoc pondrá al gobierno de Rafael Moreno Valle en el ojo de un huracán político, policíaco y diplomático por la presunción de que en estas instalaciones operaría una base de agentes de la CIA, el Pentágono y otras agencias del gobierno norteamericano.
Dicha presunción es alimenta por algunos activistas como Mario Quijano, ciertos medios de comunicación y algunos columnistas como Francisco Rodríguez a partir de las revelaciones que The New York Times publicó en su edición dominical en el sentido de que en México estarían operando agentes de la CIA y la DEA pretextando ayuda y apoyo al gobierno de Felipe Calderón en su guerra contra el narco.
Otro elemento que nutriría esta percepción es la participación de Keith W. Mines, funcionario de la embajada de Estados Unidos y diretor de la Iniciativa Mérida, en el financiamiento de las obras de la Academia Nacional de Formación y Desarrollo Policial “General Ignacio Zaragoza”, proyecto que con una inversión de 22 millones de dólares se construye en una superficie de 22 hectáreas de San Salvador Chachapa.
Keith W. Mines es un ex militar con 22 años de experiencia en el Ejército de Estados Unidos, que ha trabajado en diferentes misiones diplomáticas y militares en Granada, Honduras, El Salvador, Israel, Somalia, Haití, Hungría, Afganistán e Irak.
Mines estuvo en la colocación de la primera piedra de la Academia Nacional de Policía el pasado 9 de mayo y más tarde en la visita de supervisión de estas obras que realizó el subsecretario de la Oficina de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Bryan Nichols, el pasado jueves 23 de junio, fecha en la que ambos funcionarios estadounidenses se reunieron con el gobernador Rafael Moreno Valle y sus secretarios de Gobierno y de Seguridad Pública, Fernando Manzanilla Prieto y Ardelio Vargas Fosado, respectivamente.
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