martes, 26 de julio de 2011

El retorno de los brujos

Gregorio Ortega Molina

July 26, 2011

En política la imagen es todo, o casi todo, respondo a la pregunta de uno de los asistentes al diplomado literatura y poder, organizado por Antonio González.

Ayer, todas las interrogantes, las inquietudes, fueron sobre las fotografías de la reunión del Consejo Político Nacional del PRI dadas a conocer, porque, consideraron, son para desanimar a cualquiera. Joaquín Gamboa Pascoe, Pedro Ojeda Paullada, Gustavo Carbajal, Manuel Aguilera Gómez (aparecen juntos o fue obra malévola del photoshop para asustar novatos), son rostros macilentos debido al poder acumulado, a las oportunidades que perdieron, ajenos a la renovación pregonada a los cuatro vientos, por lo que ya debieran yacer en el Escorial mexicano. La neta, Humberto Moreira debiera gestionarles su pago de marcha, porque ante las expectativas del electorado, ahuyentan, son incapaces de ayudar.

Otro de los asistentes, sarcástico, pues necesita ser concluyente, sostiene que vejez no necesariamente es sinónimo de experiencia; sobre el tema conversamos unos buenos 15 minutos, en los que los argumentos de quienes pagan la entrada con su sufragio parecen irrebatibles, pues los acompañan con las versiones de lo que el PRI haría, de inmediato y de regresar al poder: restituir a la Secretaría de Gobernación facultades que empezó a perder con Carlos Salinas de Gortari, a insistencia de José María Córdoba Montoya; desaparecer la Secretaría de Seguridad Pública Federal, lo que -argumentan- puede representar la necesidad de satisfacer una exigencia de las Fuerzas Armadas, debido al crecimiento desmedido de esa institución.

“Lo que buscan, de ser cierto lo planteado, es la restauración, que en Francia produjo el II Imperio, en Alemania la destrucción de la democracia para allanar el camino a Adolfo Hitler. No comprenden, los del Consejo Político Nacional del PRI, y quienes traen en la cabeza esas propuestas, torpes propuestas, que el PAN se irá porque confundieron alternancia con transición, y lo que este país necesita -para responder a las actuales necesidades originadas por el crecimiento demográfico y las deficientes respuestas encontradas en las políticas públicas desde hace al menos cinco lustros- es una transformación completa, total del modelo político, pues está dañado sistémicamente, no sólo por encimita. Lo acabaron de podrir los del PAN”.

También abordaron otro de los temas que no figuró en las crónicas y reseñas del Consejo Político Nacional priista: el sufragio y lo que en ese instrumento de poder puede o no significar Elba Esther Gordillo. Una joven, cuya primera elección presidencial debió ser en 2006, pero que resulta ser una mujer inquieta, informada y estudiosa, de inmediato argumenta que en las elecciones de la alternancia, cuando Vicente Fox planchó al PRI -con o sin ayuda de Ernesto Zedillo, acota-, la reserva electoral que pueden representar los maestros ni pintó, como sí lo hizo durante 2006, porque los contendientes eran distintos, Andrés Manuel López Obrador no había tenido la ocurrencia fatal del bloqueo. Elba Esther, insiste la joven mujer, se movió primero para agarrarlos de allí, de donde usted sabe -expresa y modifica el gesto del rostro, para subrayar que refiere imágenes universales-, pues se percató, de inmediato, que si el PRI mueve sus piezas y su inteligencia para responder a la sociedad y no a los rescoldos del viejo sistema, la “maestra”, al igual que la restauración, significan una provocación electoral, política y racional a la sociedad.

Alguno de los asistentes llevó un diario del domingo último, que hace circular con el propósito de posicionar su idea sobre la presencia de esos ancianos políticos, que en su momento fueron útiles y tuvieron un significado hasta el momento en que la familia revolucionaria fue echada del poder. Dice el dueño del periódico, mientras cambia de manos y despierta hirientes comentarios, que esas momias debieran alejarse motu propio para no dañar a su partido, pero que debido a la soberbia y codicia de los políticos de todas partes, se aferrarán a la necesidad de recibir un reconocimiento que, por el momento es inútil pues únicamente podrá darse en sus oraciones fúnebres si el PRI regresa a los Pinos, porque de lo contrario se irán en el olvido, como ocurrió con los priistas que tuvieron la mala suerte de fallecer entre el primero de diciembre del años 2000 y hoy.

Agotada -por el momento, advierten, pues el diplomado es de un año- la discusión sobre los intereses ocultos en la carrera del priismo hacia el poder, la conversación se orientó hacia lo público, lo que dieron a conocer o lo declarado.

Destacaron lo enunciado por Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, quien afirma que en el esfuerzo por recuperar la Presidencia de la República, lo relevante no es el nombre del candidato sino que la organización, unidad y objetivos del tricolor encuentren el nombre indicado, y puntualizó: “Lo que necesitamos saber ahora es si la población quiere que el PRI regrese y ese es el trabajo que estamos haciendo, convenciendo a la población de que el PRI ha aprendido, de que el PRI está renovado en objetivos y que la mejor apuesta es un partido con el compromiso social del PRI en la Presidencia”, pero con esas caras que los representan no van a ningún lado, comentan y sonríen; otros afirman que son buenas intenciones, que van a la restauración, sin pensar en el riesgo del chavismo, en el regreso de la sombra del caudillo.

La realidad, es que los integrantes del Consejo Político establecieron metas y tiempos a su proceso interno rumbo al 2012: Renovación del Consejo Político Nacional; el nuevo órgano definirá el método de elección del candidato presidencial; la convocatoria será emitida por la Comisión Nacional de Procesos Internos; el proceso arrancará el 27 de julio, mañana; la elección de consejeros se dividirá en dos etapas; la primera entre el 8 de agosto y el 4 de septiembre; la segunda entre el 19 de agosto y el 19 de septiembre; el nuevo Consejo entrará en funciones el 23 de septiembre; entre julio y octubre se llevará a cabo la consulta nacional “Programa para México”; en noviembre se presentarán los resultados de las deliberaciones.

Para cerrar la sesión del día, otra asistente dice que habrá tiempo para poder constatar con cuánta transparencia se desarrollan los trabajos internos, si la consulta nacional será abierta y pública y si estarían dispuestos a que, en un ejercicio de democracia, se vote sobre cómo se inscribirá el resultado de dicha consulta en la ruta de la transición, si es que se animan a iniciarla, o determinan comportarse como los del PAN.

gregorioortega.wordpress.com

@OrtegaGregorio

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