En la tierra de “los hijos del Dios que está en el Cielo y en el Sol” –significado de Nayarit, en lengua cora– se renovarán el próximo domingo un total de 29 encargos populares: la gubernatura, 20 ayuntamientos y 18 diputaciones a la Legislatura local.
Y al igual que hace 12 años, cuando Antonio Echevarría fuera postulado por una alianza en la que participaron lo mismo el PAN que el PRD, los de este 3 de julio serán unos comicios altamente competitivos.
Buscan suceder a Ney González la neo-panista y apenas experredista Marta García –esposa del ex gobernador Echevarría—quien va sólo con Acción Nacional; el priísta Roberto Sandoval, ex alcalde de la capital estatal, bajo las siglas del tricolor, el Panal y el Verde; el “chucho” Guadalupe Acosta Naranjo, por el PRD; Nayar Mayorquín Carrillo, con el patrocinio del PT y como sea que ahora se llame Convergencia, y Donaciano Robles Ceniceros, por el Partido de la Revolución Socialista (PRS) de índole local.
De acuerdo a las principales casas encuestadoras es el tricolor Sandoval quien pareciera ir a la delantera –aunque hay otras que otorgan tal mérito a la panista García–, merced no sólo a su buen desempeño como jefe de la comuna capitalina, sobremanera por la tirante relación que ahí mantienen los candidatos de la derecha y de la izquierda, ninguno de los cuales accedió a ceder su postulación para conformar una de esas alianzas “anti-natura”, como las que en otras entidades han ayuntado al PRD de “los chuchos” y al PAN “calderoniano”.
El conflicto interno, además, parece ser el signo común de este singular proceso electoral, habida cuenta de que en el PRI también se cocieron habas. Roberto Sandoval, en definitiva, no era el aspirante a quien el gobernador González favorecía. El favorito del mandatario estatal era su cuñado Raúl Mejía.
Los desencuentros entre Ney González y Roberto Sandoval fueron –¿son?– constantes. El más conocido corresponde a un incidente ocurrido en febrero de 2010, cuando el primero subió un video a su espacio personal de Facebook, donde registró una llamada telefónica al alcalde de Tepic.
En el video el mandatario le reclama al edil Sandoval no haber actuado oportunamente ante la crisis desatada por una balacera que fue reportada a las 11:45 horas y en la que murieron cinco personas y seis más resultaron heridas.
Otra constante en esta carrera por la gubernatura nayarita ha sido el de la llamada “guerra sucia”.
Una de las principales víctimas de la misma ha sido la panista García, todavía esposa formal del ex gobernador Antonio Echevarría, al circular con profusión un video en el cual una dama, que dice haber engendrado tres hijos “con Toño”, acusa amenazas proferidas por la candidata.
Una tercera constante es el despilfarro de recursos.
Los más ostensibles han sido dilapidados por Acción Nacional, a través de las dependencias federales encargadas de programas asistenciales como “Oportunidades”, por ejemplo. Para no variar, pues igual ha sucedido en prácticamente todas las entidades que han renovado sus mandos políticos durante el calderonato.
Dichos apoyos asistenciales son condicionados. Ya para asistir a mítines o encuentros con la candidata García. Ya para que el próximo domingo voten por ella. Hay videos que documentan esta cooptación.
No canta mal las rancheras el candidato priísta en cuanto a derroche de recursos se refiere. Igual que la panista, el priísta ha rebasado con mucho los topes de gastos proselitistas.
De otra parte, el “chucho” Acosta Naranjo no consigue repuntar, y corre el riesgo de llevar al PRD al cuarto sitio en las preferencias de los nayaritas, atrás de Nayar Mayorquín, a quien apoyan Andrés Manuel López Obrador y su cada vez mejor aceitada estructura.
Nayarit, en opinión de expertos consultados, podría dar la sorpresa el próximo domingo. Que, como sucedió a finales del echeverriato en los 70’s –cuando el PPS de Gazcón Mercado derrotó al tricolor, lo que a final de cuentas negoció el dirigente Jorge Cruickshank a cambio de una senaduría–, el PRI no obtenga el triunfo, lo que convendría a Ney González, pues podría negociar mejor su salida con un oposicionista que con su correligionario.
¿Cómo la ve usted?
Índice Flamígero: Son 800 mil los potenciales electores en Nayarit. Acudirán a las urnas en un ambiente de pobreza extendida, abandono del campo, y escasa o nula industrialización. La entidad gobernada por Ney González se rezagó en prácticamente todos los ámbitos económicos y sociales, al tiempo que avanzaron los cárteles de la droga –el del Pacífico y el de los Beltrán Leyva—que, en sus disputas, mantienen a los nayaritas cual sus rehenes. Así sintetiza la CNN a la situación que priva en esa entidad.
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