jueves, 23 de junio de 2011

¡Al diablo con las instituciones!


AGENDA CIUDADANA

Lorenzo Meyer

Mensaje en clave

En el arresto y posterior liberación de Jorge Hank Rhon -ejemplar perfecto del priismo clásico-, no sabemos si las autoridades hicieron alarde de incapacidades o si se trató de un mensaje cifrado entre miembros de la cúpula del poder, al viejo estilo. Y lo uno no es mejor que lo otro.



Pez gordo

El objetivo de la "Operación Hank" era el hijo políticamente más visible de quien fuera el "hombre fuerte" del Estado de México: el profesor Carlos Hank González. El secreto del gran poder económico y político acumulado por el hankismo, según lo devela en su obra Rogelio Hernández (Amistades, compromisos y lealtades: líderes y grupos políticos en el Estado de México, 1942-1993 [1998]), fue la capacidad del priismo del Estado de México (impropiamente llamado "Grupo Atlacomulco") para evitar que las inevitables tensiones de la política local se salieran de control y le dieran excusa al poder presidencial del viejo régimen de intervenir en la disputa e imponer su solución. Esa rara capacidad de autocontrol y solidaridad de grupo como mecanismo de autodefensa frente a la élite radicada en la Ciudad de México, en "Los Pinos" o en la sede nacional del PRI, se mantiene. Es por ello que el grupo busca la Presidencia en el 2012 y es por ello que un ataque hoy a Jorge Hank Rhon es un ataque al grupo y a su proyecto.



Llevarse a las instituciones entre las patas

Antes y después de la desaseada campaña electoral del 2006, el PAN y su entorno repitieron ad nauseam dos acusaciones contra Andrés Manuel López Obrador (AMLO): primero, que el candidato de la izquierda era "un peligro para México" y que el haber evitado su llegada a la Presidencia había salvado a las instituciones. AMLO era un peligro porque se proponía imponer en México la misma política que Hugo Chávez seguía en Venezuela. Además, con un discurso resentido, AMLO mostró que se proponía "mandar al diablo" a las instituciones. En la medida en que el candidato de izquierda tenía modelos, estos eran y son locales: Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. El interés del tabasqueño por las experiencias externas ha sido siempre muy secundario y, en cualquier caso, sus puntos de referencia eran las políticas de Luiz Inácio Lula de Brasil y en menor medida las del español José Luis Rodríguez Zapatero, nada particularmente peligroso para México. Y por lo que se refiere a las instituciones, AMLO propuso mandar al diablo no a "las instituciones" en general sino a "sus instituciones", es decir, a esas cuya función y vocación habían sido desvirtuadas, pervertidas, por las manipulaciones de los gobiernos del PRI y del PAN.

Hoy, es de notar cómo, en la práctica, desde dentro de las instituciones de gobierno, quienes las dirigen las están mandando efectivamente al diablo al desvirtuar una y otra vez la esencia de sus responsabilidades. Y un ejemplo claro, y reciente de lo anterior, lo provee justamente la conducta de la Secretaría de la Defensa y la Procuraduría General de la República, en el affaire Hank Rhon.



Los hechos

Los medios de información ya han desmenuzado los hechos, que en esencia son estos: el 3 de junio, en Tijuana, el Ejército recibió información que se originó en el testimonio de un electricista que dijo haber visto y oído en el cuarto de un hotel de esa ciudad, a donde entró a reparar una lámpara, que huéspedes "de aspecto antisocial" se proponían "darle p"abajo" a una persona que andaban buscando. El electricista informó de lo escuchado a la administración del hotel y ésta, sin dilación, puso al tanto al Ejército que, a su vez, actuó con celeridad y armó un operativo. Los militares ingresaron en la madrugada del día siguiente al lujoso domicilio en "Puerta de Hierro" del heredero de Hank González, lo sacaron de su lecho, lo hicieron prisionero y le acusaron de poseer 88 armas, de las cuales 49 eran de uso exclusivo del Ejército, lo que constituye un delito grave. Con igual celeridad se trasladó en avión a la Ciudad de México al prisionero para casi de inmediato devolverlo a una prisión en Baja California, circunstancia que la Procuraduría local aprovechó para endosarle una segunda acusación, esta vez por homicidio -el de Angélica María Muñoz, compañera de un hijo del acusado y asesinada en 2009. Sin embargo, ambas acusaciones fueron impugnadas con éxito por los abogados del acusado y en unos días éste recuperó su libertad, aunque los acusadores impugnaron las decisiones de los jueces que le liberaron.

Teóricamente, los dos casos armados contra el ingeniero Jorge Hank Rhon siguen abiertos y éste podría ser aprehendido de nuevo, pero por el momento el exitoso empresario de casas de juego, ex alcalde de Tijuana y ex candidato a gobernador por el PRI, no parece temer al porvenir y se comporta ya como un ganador. El lunes pasado publicó un gran desplegado en la prensa nacional para dar las gracias a todos los que le habían apoyado en su difícil trance, al pueblo de México en general y, mostrando su sentido del humor, agradeció "[a] las autoridades que en conjunto y siempre dentro de la Ley, me regresaron lo más preciado para la humanidad que es la libertad", para luego abrir la posibilidad de volver a presentarse como candidato a gobernador de Baja California (Reforma, 20 y 21 de junio).



¿Pifia o algo peor?


Jorge Hank Rhon está en libertad porque sus abogados demostraron que el Ejército no tenía orden de arresto ni de cateo cuando allanó el domicilio del empresario, y que los videos de las cámaras de vigilancia del predio probaron que los militares no lo capturaron "en flagrancia", como alegaron. El acusado sostiene, además, que las armas fueron "sembradas" por los militares, justo como ocurrió cuando Carlos Salinas decidió vengarse del líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, La Quina, en 1989. Finalmente, no se presentaron evidencias sustantivas para involucrarlo en el asesinato de la joven Muñoz. Ahora bien, ¿cómo explicar tamaña pifia de los militares y las procuradurías en el affaire Hank Rhon? ¿Es mera coincidencia que el incidente tuviera lugar en vísperas de las elecciones del Estado de México y cuando el gobernador de ese estado y líder de la maquinaria heredada del hankismo se perfila ya como el candidato presidencial del PRI para 2012? ¿El golpe a Hank no fue planeado al más alto nivel pues la Procuraduría General de la República alega que se enteró del arresto del personaje cuando ya había tenido lugar su presentación al Ministerio Público y Felipe Calderón fue el último en ser notificado? (El Universal, 17 de julio) ¿Se trata, como sugiere Jorge Zepeda Patterson, de una acción decidida y llevada a cabo sólo por el Ejército para mostrarle a sus supuestos mandos civiles que los militares pueden actuar por sí y ante sí, sin importar que el resultado final dejara muy mal parados a todos? (El Universal, 19 de junio). ¿Un susto al PRI para luego negociar?


Conclusión

En política siempre ha habido un gran trecho entre lo dicho -el discurso- y lo hecho, pero aquí y ahora, la distancia entre lo que debería ser y lo que efectivamente es, ya alcanzó niveles insoportables.

Si el arresto de Jorge Hank Rhon se inició como una acción rutinaria, pues qué mala calidad tienen los responsables locales de imponer el orden. Si la acción fue decidida por razones electorales al más alto nivel, pues qué mal fue hecha. En este último caso, el Ejército no era instrumento adecuado pues ya no son estos los tiempos de Salinas, donde el juez tragaba sapos porque el Presidente omnipotente así lo ordenaba y encerraba a La Quina porque esa era la orden y sin importar lo burdo y absurdo de la acusación. Si, por otra parte, la decisión fue tomada sólo por los militares, entonces el alto mando tiene mucho que explicar, pues esa decisión no la tomó el responsable en Baja California sino en la Ciudad de México.

Cualquiera que sea la explicación, en ningún caso se puede admitir que un grupo militar entre en la noche a un domicilio particular sin orden de arresto o cateo, sin que haya flagrancia y arreste a un ciudadano, por "pez gordo" que éste sea. Ese arresto es del tipo del que hacían los militares argentinos, chilenos, uruguayos o brasileños en la época de sus respectivas dictaduras, pero aquí y ahora eso es realmente un escándalo.

La estupidez o la truculencia en el arresto de Jorge Hank Rhon resultó en un golpe más a las instituciones, a un entramado institucional ya muy débil. Realmente quienes hoy tienen el gobierno son un peligro para México.

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