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Por Alberto BarrancoA vuelo de fanfarrias, repique de campanas y ulular de sirenas, el gobierno saliente de Quintana Roo anunció hace unos días la instalación en Cancún de la madre de todos los centros de distribución de productos chinos en el planeta, comparable sólo con el existente en Dubai.
México, pues, se ganó la rifa del dragón al convertirse en el escaparate chino hacia el resto de América Latina, incluido el Caribe. La oportunidad de oro, se dijo, para que los pequeños y medianos comercios en el país y vecinos que le acompañan, contraten sin necesidad del largo viaje. Shangai al alcance del paraíso del Caribe mexicano.
“El Santo Grial de la diversificación económica de Quintana Roo”, calificó a la hazaña el presidente de la Asociación de Propietarios e Inversionistas de la Riviera Maya, Antonio Carrera León, emocionado hasta las lágrimas.
Naturalmente, la pelea no fue nada fácil, dado que también disputaban la sede, el Gran Premio de los 64 mil yuanes, San Luis Potosí, Mérida y Guadalajara.
La partida, a cuya vera se ganó un lugar en la historia el gobernador de la entidad federativa, Félix González Canto, la ganó quien ofreció más incentivos a los orientales.
El gobierno de Quintana Roo entregará un ramillete de prebendas fiscales, entre ellos, el diferir el impuesto sobre nómina durante el periodo de consolidación del proyecto, además de construirle a los chinos la infraestructura necesaria, entre vialidades e instalaciones portuarias.
El centro de distribución Dragon Mart se instalará a 15 minutos del aeropuerto de Cancún, sobre la carretera Cancún-Playa del Carmen, a cuya vera existe una desviación hacia Puerto Morelos.
La alfombra roja la explica el que, en el marco del más grande centro de exhibición y comercialización de productos chinos fuera de China, se instalará una unidad habitacional para albergar a los cuatro mil orientales que vendrán a exponer y comercializar sus productos.
El más grande barrio chino del mundo, presumirán los guías de turistas ante los asombrados visitantes a la zona de destellos esmeralda.
Ahora que la leyenda dice que tras la instalación en 2005 del primer Dragon Mart en Dubai, los terrenos aledaños alcanzaron una plusvalía de 500%.
Y si le seguimos, la generosidad oriental promete contratar un empleado mexicano por cada uno de los 2 mil 500 establecimientos chinos que ofrezcan sus mercancías, además naturalmente, de los estibadores reclamados para manejo de la carga, los choferes de los camiones que la trasladen y sus propios macheteros.
Ahora que, Cancún se atiborrará de visitantes ávidos de comprar las mercaderías chinas, además, naturalmente, de los fayuqueros de Tepito y mafias similares y conexas en el país, que se ahorrarán el viaje hasta la nación de la muralla.
La inversión inicial será de 150 millones de dólares.
El Dragon Mart estaría funcionando a toda capacidad en 2012.
¿Se acuerda usted que en su primera intervención pública como secretario de Economía, ante integrantes de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), Bruno Ferrari aconsejaba que debían aprovechar la posición estratégica de México para distribuir productos chinos hacia el mercado norteamericano, lo cual, señaló, “nos dará grandes beneficios”?
Bien, pues, ahí está ya Cancún para demostrarlo. México a la altura del reino de Dubai, en un honor inmerecido.
Eso sí se llama progreso.
Balance general
Finalmente, como lo advertíamos ayer, la autoridad está saliendo de un largo letargo que la colocaba en calidad de testigo de piedra frente a la guerra de los gigantes.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome, en víspera de la instalación del Consejo Consultivo de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, está convocando al diálogo a las firmas, bajo la premisa de ofrecer una solución salomónica.
La opción, hasta donde se sabe, será plantear una tarifa de interconexión en concordancia con los estándares internacionales, y comprometer programas de inversión que garanticen calidad, rapidez y confianza de los usuarios en las redes de cada una de las firmas en el mercado.
El pacto sería firmado por todos.
AB, mano
Aunque AB Banco, cuyo presidente es Jorge Rangel De Alba, uno de los 20 acreedores de la arrocera Covadonga, le ganó la mano al resto de éstos al lograr el embargo precautorio de sus acciones y la congelación de algunas de sus cuentas bancarias, el problema es que la firma Granos Patrón se adjudicó, a su vez, la joya de la corona de la compañía, es decir, la planta empacadora de la marca “Morelos” localizada en Ecatepec, Estado de México.
La firma cobró en especie una vieja deuda por abasto del cereal.
Naturalmente, sin la planta las acciones valen la tercera parte de su valor de mercado.
Detrás de la firma está el diputado priísta local de Sinaloa, Juan Manuel Patrón Montalvo.
Hasta hoy el nuevo dueño de la empacadora no se ha hecho cargo de pagar las deudas de Covadonga, entre otras con firmas multinacionales como Rice Company, transportistas y productores nacionales del producto.
Arroz Patrón está comercializando su propia marca, aprovechando la existencia en bodegas de Covadonga, que se calcula en 16 mil toneladas.
Silencio en la noche
Hasta hoy Petróleos Mexicanos no ha abierto la boca en relación a la denuncia planteada por la Auditoría Superior de la Federación de haber pignorado parte de la renta petrolera hasta 2018.
Estamos hablando de siete de cada 10 dólares de facturación por ventas al exterior del petróleo.
El recurso obtenido apuntó al pago de facturas derivadas de los Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto (Pidiregas), por los que se dejaba la carga a los particulares de financiar obras de infraestructura, que en el papel se pagarían a la explotación de éstas.
La intermediaria fue una oscura filial de la empresa pública llamada Pemex Finance.
Naturalmente, la operación se realizó a espaldas del Congreso.
SOS de impresores
El eje, el epicentro, el meollo del discurso del presidente saliente de la Cámara Nacional de la Industria de las Artes Gráficas, Marco Antonio Suárez Collado, en la asamblea general ordinaria del organismo a celebrarse esta mañana, será un S.O.S frente a la competencia desleal que enfrenta el gremio.
Desde un ángulo, a través de los talleres gráficos del gobierno, se está realizando una maquila sin precedente para editoriales privadas y, desde otro, está creciendo a niveles alarmantes el déficit en la balanza comercial de productos impresos.
Como usted sabe, éstos no resienten gravamen alguno a su ingreso al país, lo que facilita el que se contraten impresiones lo mismo en Italia que en Francia y aún los países del Extremo Oriente.
Por otro lado, la instalación de la factura electrónica les está quitando la posibilidad de otro de los negocios: la impresión de facturas y recibos fiscales.
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