miércoles, 2 de febrero de 2011

“INBA violó Ley de Monumentos y Convención de la UNESCO”


Ante instancias internacionales, ICOMOS México presentó denuncia

Sonia Sierra | El Universal

PRESENTACIÓN. En la sede de ICOMOS fue presentado el dictamen por Alberto Pérez-Amador, Alfonso Suárez del Real, Olga Orive, Víctor Jiménez y Guadalupe Lozada (Foto: ADRIÁN HERNÁNDEZ EL UNIVERSAL )


ssierra@eluniversal.com.mx

Con las obras de remodelación de su sala principal, el Instituto Nacional de Bellas Artes violó la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, la declaratoria de Monumento Artístico del propio Palacio, así como la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural.

Estas aseveraciones forman parte del dictamen técnico que soporta la denuncia que ayer envió ICOMOS México (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo A de la UNESCO), al Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El dictamen concluye que las obras realizadas en dicho inmueble “no contribuyen a la conservación del valor estético relevante” que sirvió para reconocer el recinto como Monumento Artístico de la Nación (declaratoria que tuvo lugar en 1987), ni a la conservación del valor universal excepcional que comparten los edificios del Centro Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.

Olga Orive, presidenta de ICOMOS México (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, organismo A de la UNESCO), presentó el dictamen en conferencia de prensa, acompañada por un grupo de arquitectos, abogados y especialistas en conservación.

Expresó que la denuncia persigue la realización de una misión reactiva por parte del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, con el fin de que se evalúen los daños y se determinen los pasos que deban seguir el Gobierno Federal y las instancias responsables de los mismos.

La presidenta de ICOMOS explicó que desconoce cuándo se llevará a cabo la misión, pero consideró que podría realizarse en un plazo aproximado de uno o dos meses.

Juez y parte

“El INBA fue juez y parte; actuó en contra de su propio inmueble” dijo en la conferencia la historiadora Guadalupe Lozada en referencia a que el Instituto -responsable por Ley del patrimonio artístico de la Nación- estuvo al frente de la intervención.

Esa intervención, se afirma en el dictamen, “resulta violatoria de la Ley Federal de Monumentos y de la declaratoria de ese inmueble como monumento artístico, en virtud de que con dicha obra se atenta en contra del valor estético del inmueble”.

En cuanto al ámbito legal internacional, el texto establece que, por encontrarse el Palacio en el perímetro de la zona incluida en la Lista de Patrimonio Mundial, “con las obras, el Estado Mexicano viola lo dispuesto en el artículo 4° de la Convención de la UNESCO para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, instrumento signado por nuestro país”.

El dictamen de 28 páginas incluye antecedentes, fundamentos y el análisis de la obra en cuanto a conservación y restauración, situación actual, acústica, mecánica de suelos y protección civil. Para ello, miembros de ICOMOS y otros especialistas realizaron una visita al Palacio el pasado lunes 24 de enero donde evaluaron y midieron sólo algunas de las modificaciones.

Entre otros puntos, el documento señala que los arquitectos responsables del proyecto “no son restauradores de la arquitectura del siglo XX y carecen de experiencia en intervenciones en obras de calidad histórica y artística”.

Establece que todas las intervenciones que se hicieron en la sala “obraron en contra de la integridad y la autenticidad del monumento como se menciona en el ‘Documento de Nara sobre autenticidad’, de 1994”.

Respecto al foro de la sala el dictamen puntualiza: “Técnicamente nada justificaba la eliminación de la magnífica mecánica teatral... Un mantenimiento mayor la hubiese dejado en condiciones óptimas para cumplir con las funciones establecidas en este edificio desde su origen. La decisión de convertirlo en un recinto para otros usos fue un error de principio”.

Detalla la situación de la sala, donde se alteró la isóptica original, ha obligado a otros cambios que hacen “menos cómodos y más riesgosos los desplazamientos de los asistentes”.

Sobre la acústica, el estudio premilinar realizado por los arquitectos Eduardo y Omar Saad refiere que “en la sala el equilibrio de la reverberación está invertido. Para que la acústica mejore se deben realizar cambios que permitan elevar el tiempo de reverberación en bajas frecuencias y disminuir levemente el de las medias”.

ICOMOS informó que creará un comité científico para dar continuidad a los estudios de la obra y dictaminar más ampliamente cada uno de los daños.

Sobre lo que se espera ahora, la presidenta del organismo expresó: “Mínimo que se acepte por parte de las autoridades, éstas o las que vengan, el daño que se le hizo a Bellas Artes y la posibilidad de revertir estas obras”.

Orive dijo que “México era ejemplo a seguir en cuanto a sus políticas culturales internacionales, como promotor de iniciativas, como el patrimonio inmaterial y la diversidad cultural”, pero, dijo, ha habido decisiones cuestionables como que se retirara al embajador del país ante la UNESCO para ahorrar dinero.

El arquitecto Javier Villalobos, ex presidente de ICOMOS, opinó que en este caso “ha habido prepotencia de las autoridades, que sienten que los edificios, el patrimonio, es de ellos”. Cuestionó el manejo de los recursos y si hubo concursos para su realización.

Antecedentes

Una misión reactiva del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO tuvo lugar después de que en 2007 el Gobierno del Distrito Federal derribara el predio de Regina 97, localizado en el Centro Histórico, en pleno corazón de la ciudad de México.

Entonces, el dictamen del Centro de Patrimonio Mundial precisó que el GDF tenía la obligación de reconstruir la casa colonial que fue demolida para crear una plaza para vendedores ambulantes. Sin embargo, reconoció ayer Olga Orive, ese dictamen “no ha sido atendido, a la fecha, por el GDF”.

Otros casos que siguió ICOMOS México fueron en la ciudad de Guanajuato, el año pasado, cuando se iba a construir una urbanización en el Cerro de la Bufa, que finalmente no se llevó a cabo. Hubo una misión reactiva también cuando se pretendía montar el espectáculo Resplandor Teotihuacano, en la zona arqueológica de Teotihuacán. ICOMOS también consiguió que se suspendiera un paso a desnivel en Zacatecas.

Para el doctor Alberto Pérez Amador, de la UAM, lo que pasa en Bellas Artes y edificios como el cine Teresa abre el debate sobre la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos:

“Una de las metas es el cambio de la legislación de protección de monumentos históricos porque el gran problema que tenemos en México es que existe una legislación que es laxa y poco precisa. Debe ser una legislación que aclare con precisión quién es el responsable de todo el patrimonio en México, patrimonio prehispánico, virreinal, decimonónico, siglo XX, inmaterial, natural, bibliotecas, industrial, musical”.

El abogado Roberto Núñez coincidió en que la legislación es obsoleta: “Desde los conceptos, son anticuados, no contempla los sitios, sólo las zonas y monumentos; no contempla el entorno de los monumentos. Tampoco está en esa ley la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. El INAH no ha querido que se reforme la ley”.

EL UNIVERSAL solicitó una declaración al Instituto Nacional de Bellas Artes sobre los términos del dictamen de ICOMOS, pero al cierre de esta edición no había recibido respuesta.


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