Froylán M. López Narváez
Más tardó Andrés Manuel López Obrador en solicitar licencia temporal para no acatar las decisiones de otra posible alianza opositora con el PAN, de no depender de una consulta decidida por los usufructuarios actuales de la dirección nacional del PRD, que en suscitar peticiones de reconsideración, de "serenidad" y, pronto, rechazo de su petición. Es como pedirle al Usumacinta y al Grijalva que se calmen en los torrenciales tiempos de lluvias tabasqueñas.
Como el ex jefe de Gobierno tiene seguidores, adeptos, amigos e influjos relevantes, también casi de inmediato se manifestaron personas en su apoyo. Camilo Valenzuela, presidente del Consejo Nacional del partido que se arroga la representación y acción de la izquierda -o "izquierdas", como consideró el otro aspirante principal para la candidatura presidencial en el 2012, Marcelo Ebrard-, advirtió sobre la inminencia de una desbandada, no menos una insurgencia interna.
Se alegó que la figura de demanda de licencia no está registrada en los estatutos perredistas. Por lo cual no era el caso consentir la petición formal del "movimientista". Pero no están prohibidas, por lo que Valenzuela estima que deberá haber una discusión política y convenir en sesión del Consejo Nacional, en la sesión próxima, el 19 de marzo.
También se ha reconocido, por ejemplo el mismo Valenzuela, que el partido del sol opaco en los últimos años. Zacatecas, Baja California Sur, Oaxaca, Puebla, Hidalgo son los estados en donde aparecen las disputas, enemistades e iras que les han puesto en derrota o en terceros lugares; como en Oaxaca, en donde se aliaron para no perder o presentarse no del todo a escondidillas. El presidente del Consejo advirtió que, si prosiguen las alianzas con el PAN, presentaría su solicitud de licencia, junto con otros militantes, quienes junto con adhesiones reales o forzadas con AMLO no admiten amalgama, así sea electoral, con sus adversarios crónicos y de fondo.
El enfrentamiento no es circunstancial o por sucesos recientes. Las divisiones y posturas de eminentes, sus líderes "morales", iniciaron los deslaves, las desavenencias. Al no poder coincidir en núcleos estratégicos, Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador, y por la incrustación de otros destacables ex priistas del salinato, por las habilidades pragmáticas y sus ambigüedades ideológicas, el PRD no logró arraigar honda, efectivamente, comunidad de activistas, huestes y simpatizantes.
Al igual que los otros partidos grandotes, su confusión de ideas, la ignorancia de metas y tareas constantes y radicales, la agrupación de asoleados hubo de seguir los derroteros del reformismo y la búsqueda y consecución de cargos, alcaldías, diputaciones, senadurías, gobiernos estatales y cuanta posición dé lugar a presencia pública, honorarios y chambas.
Sobreviene la contradicción, apunta Gilles Deleuze: "La noción de reforma es tan estúpida como hipócrita. O bien la reforma es realizada por personas que se pretenden representativas y que hacen profesión de hablar por los otros, en su nombre, y entonces es un remodelamiento del poder, una distribución del poder que va acompañada de una represión acentuada; o bien es una reforma reclamada, exigida, por aquellos a quienes concierne y entonces deja de ser una reforma, es una acción revolucionaria que, desde el fondo de su carácter parcial está determinada a poner en entredicho la totalidad del poder y su jerarquía". M. Foucault, Microfísica del poder, 1979.
En el PRD hay muchas personas "leidas y escrebidas". Pero aunque hay escritos y reuniones en donde han dado cuenta de su parecer, de valoraciones y proyectos, nada hay que constituya doctrina, idearios, como en viejos y abandonados tiempos.
En estos mismos días, los desasosiegos, las angustias y los crímenes, la "delincuencia" de pobres y de muy organizados, trasnacionales o nativos, abruman y mortifican, envilecen al país. Fomentan acosos norteamericanos y de otras partes del mundo. En México las pacificaciones regionales y estatales son objetivo de la milicia nacional, junto con los esfuerzos sacrificados de policías estatales, locales y federales. Ciudad Juárez es una ciudad sitiada por la criminalidad, no menos que otros estados norteños: Durango, Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, con más atrocidad que nunca, con altas y bajas brutales en la mortandad.
Son previsibles los adioses, las rupturas, definitivas entre los mandamases del PRD. No se sabe de planes y estrategias mayores o de los que vocea AMLO: salvación del país. Que ya de eso se trata en mucho.
1 comentario:
Podriamos decir adios al prd cuando tambien a aportado cosas buenas al pais no del todo pero en algunas cosas nos hemos benificiado.
Jorge Cercados
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