MÉXICO, 18 de enero, 2011.- Conforme la fecha se acerca, para renovar un asiento en la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), los grupos hegemónicos del sector ya están operando para tener a una pieza que funja como su correa de transmisión en este organismo y, con éste, preservar sus cotos de poder.
Ésta es la historia:
En mayo, Rafael Del Villar Alrich terminará su periodo de cinco años como Comisionado de la Cofetel. Ante su eventual remoción (tiene todavía posibilidades de ser reelecto), expertos consultados –que pidieron no ser identificados– sostienen que los amos y señores de las telecomunicaciones están calculando, por separado, los movimientos que podrían darse para ganar este asiento con un personaje afín a sus intereses.
Es decir, los intereses creados –que, sin duda, se manifiestan alrededor de la Cofetel– tienen un plan: acumular más poder y tomar por asalto a una institución que, orgánicamente, tiene que ser autónoma.
“No se puede ser ingenuo para pensar que una institución como ésta, donde hay en juego muchos intereses, no sea presa de la componenda entre funcionarios y algunos círculos del sector privado”, cuenta uno de los observadores que siguen cada movimiento al interior de la Cofetel.
Bajo este panorama, la reelección o remoción de Del Villar está perturbando los ánimos dentro y fuera de la Cofetel. De hecho, se piensa que, si los poderes fácticos imponen su palabra, este comisionado tiene los días contados pues a pesar de registrar en su historial algunas declaraciones polémicas se le reconoce como una persona preparada y con suficiente experiencia.
Al respecto, expertos en la materia coinciden en que uno de sus puntos a favor es precisamente su formación como economista, lo que le permite al Pleno de la Cofetel tener una visión técnica del sector, por lo que además es un símbolo de la diversidad respecto al resto de los comisionados (Mony de Swaan es politólogo; Ernesto Gil y Gonzalo Martínez Pous, abogados; mientras que José Luis Peralta es ingeniero).
“Su formación como economista, su experiencia en cuestiones tarifarias, entre otras cosas, son elementos muy importantes para dotar al órgano regulador de una voz como la suya. Además, a diferencia de otros comisionados, Rafael del Villar sí tenía un vínculo estrecho con el sector de las telecomunicaciones”, dice Gabriel Sosa Plata, especialista en Telecomunicaciones.
En contraste, Irene Levy, abogada especialista en la materia, señala que el actuar político de Rafael del Villar no ha sido del todo favorable al momento de expresar su opinión respecto a ciertos temas. “No es únicamente ser muy bueno en lo tuyo, sino también se requiere de manejo político. Para lograr que influyan tus decisiones y que lleguen a donde tienen que llegar, el planteamiento puede ser muy bueno, pero el cómo lo haces valer y cómo lo haces llegar también es igual de importante”, enfatiza.
Técnicamente, en el Presidente de la República está la decisión de nombrar a un nuevo miembro o reelegir a Del Villar por un periodo de ocho años. Visto así, no se descarta un enfrentamiento político con los partidos de oposición.
Sin embargo, Levy considera que el Presidente está consciente de la importancia que tiene el sector. “Por lo que mal haría en nombrar a alguien que no conozca de los temas”. (El Semanario Agencia, ESA)
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