miércoles, 19 de enero de 2011

Cártel de Sinaloa avanza con dinero y sangre en México


Por Anahí Rama

CULIACAN, México (Reuters) - En una tarea de rutina, dos policías llegan hasta la ribera de un río en la capital del estado mexicano de Sinaloa, cuna del más poderoso cártel de las drogas, y colocan un cordón en torno a un cadáver atado de pies y manos.

Uno come un sándwich entre risas.

La aparición periódica de una o dos personas asesinadas no es nada en la capital estatal Culiacán, que hasta hace dos años vivía verdaderas batallas campales entre sicarios de Joaquín "el Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, y los del clan de los Beltrán Leyva, antes aliados y luego enemigos.

Cuando se cumplen 10 años de que el narco más buscado por México y Estados Unidos huyera un 19 de enero de un penal de máxima seguridad, enemigos de Guzmán como los Beltrán Leyva están muertos o en la cárcel.

Mientras, crecen versiones de protección del Gobierno al capo y sus socios, las cuales han sido negadas tajantemente por las autoridades.

"Nos dijeron que hay otro (muerto) más allá", dijo el otro policía señalando un campo donde a un kilómetro sobrevuelan aves carroñeras.

Empleados de las principales funerarias de Sinaloa esperan ávidos información sobre el muerto para salir rápido a ofrecer sus servicios a los familiares, porque también para ellos el negocio ha mermado en la ciudad.

En el resto del estado, tierra de tomates y marihuana, los sicarios de Guzmán imponen su ley e incluso matan dentro de las cárceles a sus enemigos, entre otros a los temidos Zetas, grupo de estilo paramilitar que hasta el 2010 integraba el poderoso cártel del Golfo y ahora se han debilitado combatiendo entre sí en el oriente del país.

"El Chapo", junto con sus socios Ismael "el Mayo" Zambada y Juan José "el Azul" Esparragoza, han consolidado a Sinaloa como la organización mafiosa más fuerte del país y tal vez de América a medida que han avanzado en territorios clave para entrar drogas a Estados Unidos como las ciudades fronterizas Tijuana y Ciudad Juárez, según funcionarios y analistas.

Este avance ha dejado un tendal de muertos, algunos decapitados, descuartizados o disueltos en ácido, pese al despliegue de decenas de miles de soldados y policías militares en amplias zonas del país.

La violencia desatada entre los cárteles ha dejado más de 34,000 muertos en los cuatro años del Gobierno del presidente Felipe Calderón, quien sostiene que los operativos contra el narcotráfico eran necesarios para contener el creciente avance del crimen organizado.

ADIOS ENEMIGOS

En Tijuana, el célebre cártel que formaron los hermanos Arellano Félix ya prácticamente es historia -casi todos murieron o están en prisión-; mientras que en Ciudad Juárez sicarios del cártel de los Carrillo Fuentes libran sangrientas batallas con los de Sinaloa, que parecen ganar terreno.

"Basados en el hecho de que los Beltrán Leyva han sido desmantelados, y a la actual guerra entre el Golfo y los Zetas, Sinaloa es el más fuerte", dijo una fuente del Gobierno estadounidense que prefirió el anonimato.

"La presencia de Sinaloa en todo Estados Unidos y el mundo es mucho más amplia que la de otros cárteles", agregó.

Al mismo tiempo, la organización se ha consolidado como un gran negocio transnacional por su habilidad para lavar dinero en distintos negocios y gracias a la protección de las autoridades locales y federales no sólo en México, sino también en Centro y Sudamérica, aseguran investigaciones recientes.

"En los últimos cinco años se han transformado en una organización criminal global con operaciones en 52 países al estilo de la mafia rusa en los años 90", dijo Edgardo Buscaglia, consultor y académico de la Universidad ITAM.

"Obviamente hay un problema de corrupción al más alto nivel que explica que no hayan atrapado a 'El Chapo'", agregó.

El cártel trafica la marihuana y amapola que se produce en México, mueve cocaína producida en Sudamérica pero también compra efedrina para producir drogas sintéticas en la India, y tiene una base de operaciones en Paraguay para llevar drogas a Europa a través de Argentina y Brasil, dice Buscaglia.

En los empobrecidos El Salvador, Guatemala y Honduras tienen bases logísticas para almacenamiento de drogas y una gran red de lavado de dinero dentro y fuera de México para limpiar fondos a través de negocios inmobiliarios, minería y agricultura.

"Todas las acciones que hizo el Gobierno en estos últimos tres años han propiciado una hegemonía casi total del cártel de Sinaloa en México", dijo Anabel Hernández, autora del libro publicado recientemente "Los señores del narco", en el que acusa al actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, de proteger al cártel.

TERRITORIO CHAPO

El Gobierno ha negado que golpee solamente a los enemigos de Guzmán y destaca a menudo que el año pasado detuvo a Vicente Zambada, hijo de "el Mayo", y dio muerte a Ignacio "Nacho" Coronel, el tercero del cártel. Según información del Gobierno estadounidense, Coronel estaba distanciado de Guzmán.

Incluso un diputado del gobernante Partido Acción Nacional, Manuel Clouthier, sinaloense, asegura que en su estado manda el narcotráfico y que el Gobierno federal, que ha gastado cifras millonarias en seguridad durante la gestión de Calderón, no interviene en la tierra de "el Chapo".

Funcionarios de seguridad del Gobierno federal no respondieron a solicitudes de entrevistas para conocer su postura respecto a la situación actual del cártel de Sinaloa.

Algunos analistas creen que la organización, dirigida por un hombre que apenas cursó tercer año de primaria pero se formó desde niño en el negocio recolectando marihuana, podría consolidarse aún más al aliarse con cárteles debilitados como La Familia Michoacana o su antes enemigo, el Golfo.

"La Federación Sinaloa ha ampliado y aumentado su influencia desde Tijuana a partes de Rio Grande, en Texas y, con más recursos a su disposición que la hacen la más poderosa de todas las organizaciones", dijo la firma global de inteligencia estadounidense Stratfor en un reporte reciente.

Es "la que más probablemente pueda establecer una alianza para consolidar poder en regiones volátiles y de esa manera mantenerlas estables", vaticinó.

En Culiacán, el dominio del cártel es evidente en el sinfín de casas de cambio que existen para lavar dinero y que atraen clientes con llamativas mujeres paradas en la calle, y en negocios como las "autoboutiques", a donde los narcos van a embellecer sus coches.

"Moralmente no me gusta, pero no nos conviene (que atrapen a Guzmán). El narco es parte de la economía aquí", dijo el joven dueño de uno de estos negocios, donde sus adinerados clientes pueden pagar hasta 30,000 dólares nada más por colocar rines y llantas poderosas a sus automóviles.

En los pueblos de la sierra de Sinaloa, y también en el vecino Durango, muchas veces las escuelas adaptan el calendario escolar a los periodos de cosecha de marihuana y amapola porque los padres llevan a sus niños a trabajar en esas épocas. Guzmán fue uno de esos niños.

(Reporte adicional de Mica Rosenberg. Editado por Silene Ramírez)


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