Lo mejor que pudiera ocurrir es que se impusiera la desidia. Sin embargo, todo apunta a que el malabarismo político será el gran protagonista de esta historia. Con las manecillas del reloj caminando hacia el cierre del periodo ordinario de sesiones en el Congreso, este 15 de diciembre, el enfrentamiento entre los partidos y los intereses electorales se traducirán en la falta de acuerdos en torno de los grandes temas que mantienen atorado al país.
A menos de una semana de que concluya el trabajo regular en la Cámara de Diputados y el Senado de la República ya se sabe el resultado: aprobaciones exprés de leyes de segundo orden, discusiones infructuosas sobre las iniciativas relevantes y un juego político en el que la meta es debilitar al partido rival con miras a los comicios de 2011 y 2012.
Es decir, el cierre del periodo ordinario tendrá el mismo tono que registró durante gran parte del año debido al enfrentamiento que sostienen el partido en el poder, PAN, y el partido líder, PRI; dupla que anteriormente había trabajado de la mano y aprobado sin mayores sinsabores las iniciativas que se proponían.
Así las cosas, el activismo político del Presidente –que ha llevado al PAN a defender con uñas y dientes la agenda oficial– ha chocado con los intereses del tricolor –que ya suspira por regresar a la residencia oficial de Los Pinos– y, eso, ha metido freno a las reformas estructurales del país, por lo que todo ha quedado en el cobro de facturas y en la consigna de demeritar la labor del rival.
“Este periodo de sesiones está dominado por un hecho político fundamental: el enfrentamiento entre PAN y PRI, mancuerna que había sido clave en la aprobación de leyes y que hoy afecta esa producción legislativa, provocando un bloqueo que no conviene a los partidos ni a la sociedad, y cuyo responsable de destrabarlo es Calderón”, señala José Fernández Santillán, catedrático del ITESM, Campus Ciudad de México.
El pronóstico, entonces, está cantado: durante los días que faltan para finalizar el periodo ordinario, la Cámara de Diputados desahogará algunas iniciativas y puntos de acuerdo pendientes, pero pocos están dentro de la categoría de suma importancia. En todo caso, se espera que la pasión se desborde por la Ley Federal de Competencia que ya se planchó en el Senado, al tiempo que quizá haya consenso en torno de iniciativas relativas al medio ambiente, cooperación internacional para el desarrollo, protección de datos personales; así como a las sanciones para combatir el robo de hidrocarburos, el combate a la trata de personas y la Ley General de Población, entre otras.
En la Casona de Xicoténcatl, en tanto, los legisladores ya alistan la sidra para cerrar el año y nada más. Así, sólo se tiene esbozado el debate sobre la reforma política, aunque no se descarta que haya sorpresas por el paquete en materia de seguridad enviado por Felipe Calderón, que incluye las iniciativas de lavado de dinero, fuero militar y mando único policial. Como sea, se espera que la agenda se desahogue el martes 14 de diciembre.
De esta forma, los legisladores recurrirán a los dictámenes que ya estaban en el archivero y a iniciativas secundarias para dar la imagen de un trabajo legislativo responsable y de consensos; pero ciertamente dejarán de lado las grandes reformas como la fiscal, la laboral, entre muchas otras.
“Será difícil que se aprueben las reformas pendientes en lo que resta del periodo y, si a esto se le suma que el Poder Legislativo nunca había sido tan denostado como en la actualidad, el panorama incluso se deteriorará aún más”, apunta Mario Di Costanzo, legislador del Partido del Trabajo (PT).
El paisaje para 2011 no luce mejor y sus posibilidades de avance serán mínimas debido a las contiendas electorales que se realizarán el próximo año, pero también por la adelantada sucesión presidencial, lo que significa que la agenda clave tendrá que esperar mejores tiempos.
¿Ello quiere decir que el calderonismo ya tiene que cerrar la cortina? Según el círculo rojo, hay condiciones para ello, pero todavía tiene salidas de escape. Fernández Santillán manifiesta que para corregir esta situación el Presidente debe dejar de hacer campaña y concentrarse en contrarrestar el bloqueo legislativo. “No tiene otra opción, si es que quiere trascender”, añade.
EL FACTOR PEÑA NIETO
El gobernador del Estado de México será clave para destrabar o intensificar la parálisis legislativa. Quienes siguen el curso del Congreso proyectan que la maquinaria que impulsa las aspiraciones presidenciales de Enrique Peña Nieto será el factor decisivo para determinar el éxito o fracaso legislativo. Es decir, si considera conveniente apoyar alguna iniciativa que favorezca a su causa, no dudará en hacerlo. Pero, si es todo lo contrario, apostará por la congeladora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario