Martha Anaya La sola presencia de Roberto Gil Zuarth les revolvía el estómago. ¡Tanto!, que no sólo le echaron montón los panistas de “cepa”, sino que cancelaron una conferencia de prensa conjunta en la que ya estaban todos presentes y hasta se negaron a tomarse la foto con él.
-¿Por qué reventaron el llamado a la unidad?-, le preguntaron al coordinador campaña de Cecilia Romero.
-Porque así no era la foto-, repuso de manera más que explícita Arturo García.
El niño “maravilla” del blanquiazul –el mejor parlamentario de la bancada panista en la Cámara de Diputados, ex subsecretario de Gobernación con Fernando Gómez Mont—se convirtió de pronto en el “indeseable”. Y si no se había dado cuenta, viernes y sábado se lo restregaron el rostro .
Buscar la presidencia del PAN con sólo dos años de militancia en el partido, impulsado por la ex jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores y el operador electoral de negra fama, Jorge Manzanera, fue sin duda un paso equivocado. Aún no es hora del post calderonismo.
Gil iba muy bien, no tenía por qué adelantar vísperas. Pero “se atragantó”, diría uno de sus correligionarios. Aunque no falta quien piensa que la jugada de Gil fue impulsada por la Presidencia de la República precisamente para polarizar a las distintas fuerzas.
Y sí, a decir verdad, Gustavo Madero –considerado el candidato “oficial” de Felipe Calderón–, logró vencer gracias en buena medida a la animadversión que causó la intención de Gil Zuarth y compañía y, por supuesto, debido a la imaginaria o real candidatura presidencial que apoya: la del secretario de Educación, Alonso Lujambio, otro recién llegado a las filas panistas.
Madero logró lo quería y más. De entrada, cuando aún no veía claro su triunfo, negoció con El Yunque (personificado en la contienda por Cecilia Romero) la segunda posición en el partido a cambio de apoyarle. Luego, la víspera de la elección, se le unió Francisco Ramírez Acuña. La senadora Blanca Judith Díaz, que realmente nunca pintó.
De ahí que cuando llegó la hora del cónclave el sábado por la tarde, la elección estaba decidida. Miel sobre hojuelas fue lo que aconteció durante la votación.
¿Quiénes perdieron realmente en este juego? El propio Gil, Lujambio y Patricia Flores, como ya mencionamos; pero también, aunque en menor medida, el jalisciense Francisco Ramírez Acuña y con él, Josefina Vázquez Mota y el puntero en las encuestas azules: Santiago Creel.
Por ahora el triunfo es de Felipe Calderón, de Gustavo Madero y de su prospecto para el 2012: el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero… Así era la foto que querían, sólo que también hubo un agregado indeseable al que no pudieron evitar como a Gil el día anterior: El Yunque.
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