Entre enero y noviembre la lucha contra y entre carteles de narcotráfico causó la muerte a 12.456 personas, según datos oficiales. Eso convierte a 2010 en el año más violento en la historia reciente de México.
Y no sólo por el número de víctimas, sino por la estela de agresiones que hay detrás, dicen analistas consultados por BBC Mundo.
El país pareció caminar en una ruta que no esperaban los ciudadanos, explica Adolfo Miranda, director del independiente Centro de Estudios de Seguridad Pública.
"Es el año más violento, la tasa de homicidios es muy alta y además la forma de operar de la delincuencia organizada es más agresiva", dice en conversación con BBC Mundo.
Por primera vez, el Banco de México (banco central) reconoció que la violencia podría ser un factor que afecte el crecimiento económico del país.
En contraste, el Gabinete de Seguridad Nacional informó que este año capturó a 27.200 delincuentes, entre ellos varios líderes de carteles. Otros capos perdieron la vida en enfrentamientos con fuerzas militares. También se confiscaron miles de toneladas de droga.
Preocupación
Un reporte de la consultora Stratfor Global Intelligence señala que en 2010 la disputa entre carteles de la droga ha causado "niveles de violencia sin precedentes a lo largo del país".
En su informe anual "México y la guerra de carteles", la empresa dice que la disputa entre las organizaciones de narcotráfico de Sinaloa y Juárez, así como la ruptura entre Los Zetas y el Cartel del Golfo provocó una escalada de ataques y homicidios.
Los datos se reflejan en algunas zonas del país.
Este año estallaron varios autos bomba, algo que no veía desde la década de los 90, cuando un artefacto similar fue utilizado contra Héctor Luis Palma, "El Güero", uno de los fundadores del Cartel de Sinaloa y quien ahora está preso en Estados Unidos.
Civiles inocentes fueron víctimas de ataques con granadas, como ocurrió en Monterrey, Nuevo León, en el noreste del país.
Es muy lamentable cada fallecimiento producto de enfrentamientos, una vida humana no se repone
Arturo Chávez, fiscal general de la República
También se descubrieron fosas clandestinas con decenas de cadáveres. La más grande fue localizada en una mina en Taxco, Guerrero, al sur de México, donde aparecieron 77 cuerpos. Más de una decena de alcaldes fueron asesinados.
Las autoridades mexicanas están preocupadas. "Es muy lamentable cada fallecimiento producto de enfrentamientos, una vida humana no se repone", dijo recientemente el procurador (fiscal) general de la República, Arturo Chávez.
Sombrío panorama
El escenario para 2011 no parece mejor al que está a punto de cerrarse, coinciden los analistas.
Si bien algunos carteles de la droga han sido afectados por la lucha del gobierno, hay señales de que la batalla tardará algún tiempo en concluirse.
Los líderes capturados o muertos fueron sustituidos y en algunos casos hubo rupturas que generaron más violencia, como ocurrió con la organización de los hermanos Beltrán Leyva donde existe una guerra intestina por controlar su territorio, según datos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Y al mismo tiempo, encuestas de opinión pública revelan una creciente desaprobación a la estrategia gubernamental contra el narcotráfico.
La percepción se basa en el clima de violencia en algunas zonas de México, pero también en las cifras: según la Procuraduría (Fiscalía) General de la República, entre diciembre de 2006 y noviembre de este año han muerto 30.196 personas.
El panorama es sombrío, insiste Miranda.
"No hay bases para el optimismo, y en cambio vemos elementos de que tomamos una mala ruta", señala.
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