En el caso de la elección de los consejeros electorales del Instituto Federal Electoral (IFE), volvemos a ser testigos del mismo circulo vicioso, que una y otra vez se repite en la Cámara de Diputados, el cual consiste en que los partidos que tienen mayor presencia en cuanto al número de sus legisladores, hoy PRI y PAN, tratan de elegir a aquellos consejeros de su preferencia, con la clara intención de repartírselos descaradamente entre ellos, sin que importen las propuestas que al respecto pudieran hacer otras fracciones legislativas, particularmente la del PRD, que como siempre, se hace costumbre, forcejea como gato bocarriba con esos partidos que irremediablemente lo mayoritean, al tratar afanosamente de que no se le excluya de ese reparto, que hay que decirlo, que de por sí resulta ser ilegal, inequitativo y abusivo.
Son únicamente tres los consejeros electorales que sobre ellos están en abierta disputa el PRI, el PAN y el PRD, que aunque retardadamente por estar fuera de término legal, habrán de elegirse a la voz de ya, porque así lo prevé el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), al establecer que el IFE está integrado por nueve consejeros, mismos que duran en su encargo nueve años, y que se eligen de manera alternada, en grupos de tres, cada tres años, mediante el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes en la Cámara de Diputados.
Por eso es que, desde el pasado 31 de octubre se les debió haber elegido a los tres nuevos consejeros en turno para la sustitución, sin demora alguna, de los salientes que en esa fecha concluyeron su periodo de nueve años, tal como lo dispone el COFIPE, y así evitar que el IFE funcione indebidamente como si le faltara un brazo, con tan sólo seis consejeros, cuando deben de ser nueve.
Para esos grupos legislativos no es importante violar el principio de legalidad al retrasar la elección de los tres consejeros electorales. Total, les ha de resultar fácil argumentar que aún no logran ponerse de acuerdo, y son capaces, como ha sucedido en otras ocasiones, de haber parado absurdamente el reloj legislativo con el fin de simular que están dentro de los tiempos legales establecidos para el cumplimiento de esa responsabilidad legislativa.
Desde luego que para el PRI y el PAN el que pospongan la elección de los tres consejeros electorales faltantes, les resulta este hecho intrascendente, aunque con ello se sitúen en el ojo del huracán de la crítica, e incluso al margen de la legalidad, ya que el verdadero fondo de esta dilación, es que al decidir a quienes elegirán, lo harán por aquellas personas que guarden afinidad con la ideología de estos partidos, por lo que la solución de este desfase legislativo lo tienen en sus manos, al estar ciertos que en cualquier momento que se ajuste a su conveniencia lo desahogarán, dado que con la suma exclusiva de sus votos, quitados de la pena, pueden lograr las dos terceras partes requeridas por el COFIPE para tal propósito.
De verdad que este punto para ellos es muy relevante, en virtud de que se tienen que asegurar que el IFE esté conformado por consejeros electorales a modo, que estén de su lado, toda vez que es este instituto el que cuenta los votos, el garante disque de la limpieza electoral, el que sanciona y el que dice quien gana la elección con o sin fraude.
Dicho lo cual, se hace necesario romper el circulo vicioso que al final siempre favorece a las mayorías legislativas, en el caso concreto al PRI y al PAN, y para ello deberían de cambiar los procedimientos para la elección de los consejeros electorales, por algún otro sistema, incluso por sorteo, aunque suene muy simple, el caso es que se garantice imparcialidad e independencia en el actuar de esos funcionarios, que no se sientan comprometidos con quienes los eligen, ya que de continuar con el actual método, las cartas invariablemente seguirán marcadas para hacer la trampa o el juego político sucio.
Pálida tinta: Tal parece que Humberto Moreira, todavía Gobernador de Coahuila, será el próximo dirigente del PRI, lo que ha generado enormes expectativas al interior de este partido, ya que lo ven como el prospecto de dirigente que los puede mantener unificados cuando llegue el momento en que vayan a la contienda electoral definitiva por la recuperación de la Presidencia de la República, que es su objetivo principal, pero si no les resulta, por haber hecho excesivas cuentas alegres, lo que sí va a ser seguro, es que les quedará el gusto de que tuvieron un dirigente priísta muy buen bailador, porque que cadencia y ritmo le pone cuando lo hace, Resortes lo envidiaría……Ya no sabemos si Mario Delgado es secretario de Desarrollo Social, de Protección Civil, de Finanzas o de Educación Pública, porque indistintamente se le ve que anuncia programas que no le competen, con lo que queda claro que su intención es la de abarcar mucho en la búsqueda de su candidatura a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, a ver si no le resulta que para ese fin apriete poco.
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