Francisco Rodríguez
November 12, 2010
EN “FENÓMENOS: UN libro de casos extraños” (Phenomena: a book of wonders, cual se intituló en inglés) John Michelí y Robert Rickard mencionan, entre otras, dos muy raras coincidencias.
En Detroit, un bebé cayó de una altura de catorce pisos sobre un tal Joseph Figlock quien pasaba por allí. Un año despuésle volvió a suceder exactamente lo mismo…
En este caso los protagonistas de la historia lograron sobrevivir, pero algunas coincidencias son mortales. Dos hermanos, en las islas Bermudas, resultaron muertos, atropellados por el mismo taxi y el mismo conductor, quien a su vez llevaba al mismo pasajero, cuando conducía el mismo vehículo por la misma calle, justamente con un año de diferencia entre uno y otro suceso…
Vienen al caso estos sucedidos, porque en Michoacán está a punto de ocurrir exactamente lo mismo: a dos hermanos, Felipe y Luisa María, les ha caído del cielo el ser contendientes por la gubernatura estatal… los dos hermanos terminarán también atropellados y derrotados en las urnas, aunque no a manos del mismo candidato ni de la misma maquinaria partidista.
En 1995, el hoy ocupante de Los Pinos “la jugó” en contra del priísta Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien había sido canchanchán en oficinas de prensa de la capital nacional. Aún así, ante tan mínimo contendiente, Felipe terminó atropellado por la aplanadora tricolor.
Para 2011, ha anunciado ella misma, Luisa María Calderón Hinojosa se coloca a la mitad de “los caminos de Michoacán” que, desde hace 12 años, recorre la histórica corriente cardenista –que no el deslavado PRD. Terminará atropellada.
Y es que hay en Michoacán un cardenismo –que no perredismo, insisto– vapuleado por Felipe Calderón, quien así pareciera querer cobrársela a los michoacanos que no lo hicieron gobernador a mediados de la década de los 90’s. Su venganza es ahora aún mayor, al enviarles como precandidata a su propia hermana.
Fue a Michoacán a donde primero envió Calderón a las fuerzas policiacas federales y a la milicia para dizque combatir al narcotráfico. Fue en esa entidad donde el ocupante de Los Pinos puso en práctica se estrategia de criminalizar a la política –fallida, para no variar–, ligando a personajes públicos con el narcotráfico… lo que está a punto de volver a poner en práctica, ahora en contra de priístas.
Michoacán está ofendido con Calderón.
Pero no de ahora. Desde antes. Justo cuando fue candidato a la gubernatura y buscó grupos conservadores, jerarcas religiosos y a empresarios como sus principales apoyos.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del ‘95, los obispos michoacanos difundieron un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a este apoyo, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que gobernaron a México en el sexenio anterior, y en especial la (mal) llamada familia presidencial, encabezada por otra michoacan, Martha Sahagún, ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Ahora, cuando se cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
Otra atropellada en Michoacán en ciernes. Luisa María Calderón.
Índice Flamígero: Al salir de la fiesta (“destape”) de cumpleaños de Luisa María Calderón, el sábado 23 de octubre –a la que habrían asistido , murió atropellado el diputado local priísta Eduardo Villaseñor, hijo del ex gobernador del mismo nombre. Hablaba por celular al tiempo que, caminando, cruzaba la carretera Morelia-Álvaro Obregón y…
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