Martha Anaya
Manlio Fabio Beltrones arrancó con fuerza su pre-pre campaña. Muy a su estilo, a través de la palabra.
Comenzó la semana pasada con un spot en el que se presenta a los escuchas como alguien de clase humilde, que estudió en escuelas públicas y que hoy, como Presidente del Senado, quiere “reordenar” al país y que México “vuelva a crecer y a creer en sí mismo”.
¡Poner orden en el país!, es su divisa. Viene repitiéndolo de unas semanas para acá y en el spot de dos minutos y medio que lanzó vuelve al punto tras anunciar una serie de giras por el país con la idea de “poner orden para cambiar a México”.
Si alguien –que los había—pensaba que el sonorense se quedaría de brazos cruzados mirando cómo punteaba a lo lejos Enrique Peña Nieto, se equivocó. Pero valga mencionar que la decisión de Manlio Fabio de lanzarse de manera tan abierta por la candidatura presidencial del PRI lleva más mar de fondo que su simple aspiración.
Sus cálculos políticos incluyen no sólo el apoyo de algunos de sus compañeros tricolores sino que llevan también el impulso –explícito o tácito, según el caso—de otras fuerzas y poderes que van más allá del ámbito político. Su decisión, como diría uno de sus cercanos, “no la tomó a tontas ni a locas”.
Y si el spot que a la fecha se transmite marcó su banderazo de salida, este domingo Manlio Fabio Beltrones comenzó a desmenuzar sus dichos en un comunicado cuyo tono, por su dureza, es clásico de temporadas electorales. Éste va dirigido al área de telecomunicaciones y aquí van algunas de sus expresiones:
-Se gobierna “por decreto y con criterios partidistas”.
-Hay “falta de experiencia y ética profesional” en el sector.
-Se empeñan en designar a los “cuates” en puestos de alta responsabilidad para empujar intereses partidistas.
-La lealtad mal entendida de funcionarios inexpertos “linda con el vasallaje”
Pero el texto no se queda en meras frases sueltas. Se sostienen con hechos que enumera del propio ámbito de las telecomunicaciones:
-Procesos que se judicializan como en el llamado “apagón analógico”, y refrendos como en el caso de la radio que no generan la seguridad jurídica que otorgaría una ley derivada de un proceso legislativo ordinario.
-Una licitación (21) del espectro radioeléctrico que es un monumento a la opacidad y la corrupción, y cuya cancelación es ahora obligada
-Graves omisiones en materia de política aeronáutica como es el caso de Mexicana y el incumplimiento de requerimientos de seguridad internacional.
-Una franca ineptitud para ejecutar el programa nacional de infraestructura.
-Numerosos juicios laborales e indemnizaciones ocasionadas por los despidos que ocasiona la contratación de funcionarios inexpertos.
Esta “acumulación de incompetencias e irresponsabilidades debe frenarse de inmediato”, demanda el Presidente del Senado, “por el perjuicio que está causando a los bienes y a los intereses públicos, así como a la competitividad del país y el bienestar de los consumidores”.
Y reitera para concluir en su insistencia en legislar para que los órganos de regulación económica sean autónomos y transparentes en sus decisiones, y en modernizar el régimen presidencial para fortalecer los mecanismos de equilibrio y control entre los poderes públicos.
Es así como el senador Manlio Fabio Beltrones entra a la competencia por el 2012 junto con su compañero de partido Enrique Peña Nieto para hacer el dos a dos frente a las figuras de la izquierda que ya también se echaron a andar: Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.
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