La Secretaría de Educación Pública finalmente acepto que en México hay al menos siete millones de jóvenes que no estudian ni trabajan.
En agosto, la SEP y la Secretaría de Gobernación aseguraron que en el país había solamente 285 mil “ninis”.
Pero ayer, el subsecretario de la SEP Rodolfo Tuirán desglosó el problema.
De acuerdo con el funcionario, en México más de siete millones de personas conforman el grupo, aunque aclaró que éstos representan un universo heterogéneo dividido en categorías.
Cuatro millones de ese total -sobre todo mujeres- se encuentran en la categoría de no disponibles para el mercado de empleo, pues se dedican a los quehaceres del hogar y a la atención de los hijos.
Otro millón 100 mil son desocupados en busca de empleo, aunque debido a problemas estructurales no lo encuentran, mientras que entre un millón 300 mil y un millón 400 mil están en situación de disponibilidad laboral, pero no buscan activamente un empleo.
Hay 200 mil personas que ni estudian ni trabajan, pero tienen educación superior, en tanto que el resto está compuesto por discapacitados, quienes reciben una pensión o jubilación por la muerte de familiares o por haber sufrido algún accidente de trabajo, entre otros.
Tuirán consideró que las cuatro millones de personas, sobre todo mujeres, que no están disponibles para realizar tareas productivas en el mercado laboral se originaron porque tomaron decisiones de su curso de vida que los alejaron en esa posibilidad.
El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro, indicó en julio pasado que en Latinoamérica hay 22 millones de ninis, de los cuales siete millones están en México.
Poco después, distintas autoridades mexicanas, entre ellas el Instituto Mexicano de la Juventud, la SEP y la Segob, informaron que la cifra estaba inflada porque no se podía incluir en esos siete millones a las mujeres jóvenes que están en casa cuidando a sus hijos o su hogar y que la cifra correcta era de 285 mil “ninis”.
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