El nuevo secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, no se cansó de repetir ayer que había ya que dejar atrás las diferencias, darle vuelta a la página y avanzar por la ruta de la conciliación.
¿Así de fácil, luego de todo lo que se vivió previo a las elecciones del 4 de julio pasado?
Pues no…, al menos los priistas no lo ven así.
Es más, ni siquiera rendía como protesta como sucesor de Fernando Gómez Mont al frente de Bucareli, cuando el coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, advertía desde el patio de Xicoténcatl que no sería así. (Y eso que acababa de reunirse con Felipe Calderón la tarde anterior)
Hubo un momento durante la conferencia de prensa que se le preguntó a Beltrones si luego de su diálogo con el Presidente de la República en Los Pinos había ya quedado zanjado el capítulo del 4 de julio: ¿Le darán la vuelta, es borrón y cuenta nueva?, cuestionó una periodista.
El sonorense respondió así:
-Sería una síntesis muy mala el que pueda ser borrón y cuenta nueva…
Y agregó textual:
-Este es un tema que necesariamente los partidos políticos y el Presidente de la República deben agotar en un diálogo.
La respuesta de Manlio –quien suele elegir con cuidado las palabras—sugiere que Calderón trató el tema con él durante su encuentro el martes pasado; que sondearon la posibilidad de una reconciliación para poder seguir adelante y sacar juntos algunas de las reformas estructurales que están sobre la mesa.
El verbo “agotar” utilizado por el senador sugiere asimismo que él, y el grupo que encabeza dentro y fuera de Xicoténcatl, estarían en posibilidad de caminar hacia la ruta de la reconciliación (¿a cambio de qué, quién sabe?) pero que aún faltaría que Calderón hablara con el partido. O sea, con la presidenta del partido, Beatriz Paredes, para llegar al acuerdo formal del partido en su conjunto.
Esa misma mañana, Manlio Fabio Beltrones advirtió que ningún cambio en el gabinete o en el equipo presidencial sería bueno si los nuevos funcionarios no saben qué hacer “y si piensan que su única obligación es complacer al Presidente y decirle: sí Señor Presidente”.
Evidentemente, sabía ya quiénes llegarían a Gobernación y a los otros puestos en que hubo cambios.
El caso es que Blake comenzó ayer su tarea y pidió candorosamente a los actores políticos “darle vuelta a la página”.
No será así. Lo ocurrido en torno a las elecciones del 4 de julio –antes, ahora y según como se resuelvan– tendrá sus costos. Para que haya una reconciliación con el PRI –nos guste o no– falta camino por recorrer.
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