Todo. Hace dos años asistí a un simposio sobre competencia y regulación. Mientras las ponencias de diversos reguladores mexicanos contenían los mismos mensajes que vengo escuchando desde 1990 tanto sobre el sector energético como el de telecomunicaciones, un académico británico de Oxford expuso muy claramente lo que podría resumirse así: para que la competencia funcione tiene que haber ausencia de economías de escala sustanciales (el aludido monopolio natural), unas reglas de competencia justas para que el piso donde se compite sea parejo, competidores que no ejerzan poder de mercado y sean eficientemente sancionados si lo hacen y una demanda, o sea unos consumidores que cuenten con la información relevante para elegir, reduciendo así las asimetrías en la información y formas efectivas de compensar a los consumidores vulnerados.
Sin esto, olvídenlo, un mercado de competencia no funciona, hay una falla de mercado. Por su parte, agregó, para que una industria con poca competencia y por tanto regulada, funcione eficientemente, las reglas deben ser claras y justas. El regulador tiene que ser fuerte, honesto, ético, transparente, autónomo y cuidadoso del interés público y del balance entre las partes implicadas, y obviamente eficaz en hacer cumplir la ley sin miramientos. De lo contrario la regulación no sirve, y hay una falla gubernamental.
Ponentes y espectadores nos volteamos a ver con desasosiego y angustia y comentamos: estamos en el peor de los dos mundos pues aquí y ahora tenemos fallas del mercado y fallas gubernamentales. ¿Qué hacer?
Hay economías de escala, irremediablemente, más una industria cíclica de burbujas y burbujas reventadas, los consumidores mexicanos estamos pésimamente informados y difícilmente podemos comparar precios empaquetados, calidades y servicios, cuando la oferta se encarga de ocultar la información incluso del regulador. ¿O acaso alguno de ustedes tiene el mapa de México en donde se vean claramente todas las opciones de banda ancha en cada localidad rural o urbana, con indicación de precio, tecnología o plataforma y demás condiciones, como sí lo tiene el gobierno chileno en www.mibandaancha.cl o Carolina del Norte en www.e-nc.org?
Sistemas de Información Geográfica, una prioridad urgente para Cofetel con información sustancial, no de paja, tarea pendiente. La opacidad de esa Comisión es tal que ni siquiera publica los contratos de adhesión que malamente autoriza y mediante los cuales nos atracan a los clientes con cláusulas leoninas, abusivas, ilegales que a veces por omisión, negligencia o tolerancia inexplicable, quedan avalados por COFETEL. Ni PROFECO puede sancionar si COFETEL avala esas patentes de corso llamadas contratos de adhesión, códigos de prácticas comerciales y peor aún títulos de concesión. ¿Los han leído alguna vez? Llegó el tiempo de hacerlo.
Por otro lado, nadie duda que ha habido fallas regulatorias y de autoridad desde hace catorce años. La Comisión presenta una falla gubernamental, fallas en su regulación, diseño, actuación, resultados y costos en sueldos jugosos. Hay por lo menos la percepción de que está en deuda con los ciudadanos que pagamos las grandes cuentas del sector más productivo y que más ha crecido en el país, y más aún en deuda con decenas de millones de mexicanos que en pleno Siglo XXI no pueden acceder a un teléfono, a una computadora conectada a internet, a información y entretenimiento diverso, incluyente, respetuoso, formativo, sea porque no lo hay o porque es tan caro que no pueden acceder al agua digital o sea la banda ancha que incluye hoy en día, voz, datos y video.
Pero eso sí aquí a cuentagotas el gobierno, incluyendo a la SCT, pone a disposición de los ciudadanos soberanos los recursos públicos: espectro de frecuencias, red de fibra óptica pública, derechos de vía, principalmente. Mantiene una escasez artificial que nos tiene a los mexicanos como en los 60’s, solo que con tecnologías digitales pero mentalidad y regulación analógica. Eso es, nuestra COFETEL, SCT y sus servidores públicos son analógicos, y se rehúsan a digitalizarse. Hasta los formatos de pago de derecho son en papel y hay que ir dos veces a la ventanilla por el papel, pagar en el banco y regresar a entregar el papelito. ¿Cómo podemos esperar que una Comisión tenga en la agenda la neutralidad de la red, IPTV, cloud computing y compartimiento de torres, y fibra al hogar y banda ancha comunitaria si todo en Radiatas 44 y en Xola es analógico?
Si quien el 7 de julio resulte electo finalmente como Presidente de COFETEL logra cambiar la mentalidad de todos los servidores públicos de COFETEL de arriba abajo, quitarles telarañas, miedo a pensar y trabajar diferente, miedo a Función Pública, letargo y logra incentivarlos a ser más productivos y transparentes para dar re-sul-ta-dos en beneficio del consumidor, logrará mucho.
Si logra despedir a quienes no produzcan éxitos, sean desleales, si logra publicitar la agenda y resoluciones del Pleno, eficientar la vigilancia del mercado, convencer a los legisladores de la urgencia de salir del pantano del subdesarrollo y analfabetismo digital, sacar todo el espectro disponible, crear verdaderos estatutos de derechos de los consumidores por servicio, eliminar cláusulas abusivas, dejar de avalar planes de negocios que nunca se cumplen, dictar más normas técnicas, elevar los estándares mínimos de calidad de redes y servicios, disminuir las tarifas de inteconexión hoy cartelizadas, exigir información y crear estadística fidedigna, transformarse como Oftel en Ofcom, un ente enfocado en el usuario y su beneficio, esas fallas gubernamentales podrán ir disminuyendo y al ganar credibilidad y el respeto de oferta y demanda cobrará fuerza. Sólo entonces logrará también cambios en la industria la cual está plagada de pecados no lo olvidemos, pecados que los han enriquecido ilegítimamente y que han empobrecido a los ciudadanos con altas tarifas, con no tener internet en la sierra, con estar cautivos mediante plazos forzosos y servicios no solicitados, con equipos caros, con contenidos raquíticos y excluyentes, con falta de opciones.
Los consumidores también juegan un rol fundamental en este mercado regulado, fallido pero existente, deben informarse, organizarse, hacer valer sus derechos, hacer sus peticiones y exigir rendición de cuentas y resultados a la COFETEL, a la SCT con o sin Subsecretario, pero aún con facultades legales en la materia, mientras no se reforme la ley, en pedir en ejercicio de derechos fundamentales acceso a los servicios, exigir apoyos para los marginados, las áreas aisladas, excluidas de la competencia y la presuscripción , carentes de banda ancha, de telefonía, de modernidad.
En suma, un Presidente visionario y exitoso habrá de distinguir muy bien entre qué parte del fracaso se debe a fallas del mercado, y qué fallas del gobierno y cómo proteger el interés público, apostarle a apoyar, capacitar y fortalecer el lado de la demanda sin la cual la oferta no tiene razón de ser.
Si Cofetel no logra en esta década eliminar de raíz la brecha digital que divide hoy y hiere profundamente a mexicanos y mexicanas segregándolos entre letrados e iletrados digitales, las descomposición del tejido social ya de por sí avanzada se acelerará y la cancelación de oportunidades de desarrollo de los mexicanos marginados y analfabetas digitales será irreversible.
COFETEL Y MEXICO YA NO TIENEN TIEMPO. CONSUMIDORES Y CIUDADANOS YA NO TENEMOS PACIENCIA NI TOLERANCIA.
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