jueves, 15 de julio de 2010

DEUDA EMERGENTE La nueva atracción



DEUDA EMERGENTE
La nueva atracción



Antes, el auge de los bonos de los países emergentes era impensable. Hoy, se perfilan como la mejor alternativa de inversión en renta fija. Con ello, se avecina la reconfiguración del mercado de deuda global


Hasta lo que va de 2010, el año ha sido muy turbulento para los mercados financieros a nivel global habiéndose desatado la aversión al riesgo a mediados de febrero, cuando cundió el pánico ante la complicada situación de deuda que viven los países periféricos de Europa; primero por temores de una eventual situación de impagos para el caso de Grecia, y luego, una vez aprobados los rescates para evitar tal escenario, ante los severos planes de austeridad en la zona euro, que sin duda implicarán una ralentización del crecimiento.

Pero en esta coyuntura se ha visto algo peculiar e impensable en otros tiempos: el auge de los bonos emitidos por países emergentes, que se han perfilado en esta incertidumbre como una alternativa de inversión en lo que a renta fija se refiere.

Basta con ver lo que ha pasado en el mercado de bonos local en México: a partir de finales de marzo, las tasas ven un punto de inflexión con una tendencia bajista que se acentúa hacia fines de mayo, dando lugar a un rally en el siguiente mes y medio que ha dejado a las tasas en niveles mínimos récord, por debajo de 7.0% para el caso de la tasa del bono a 10 años, que ha visto una baja de más de 100 puntos base en el último año.

Uno de los factores que más influyó en este rally de los bonos locales fue la inclusión de algunos plazos de los bonos M en el índice WGBI de Citi, que es un referencial del mercado, principalmente para fondos de inversión, por incluir bonos de calidad.

Esto habla de la buena percepción que se tiene en estos momentos hacia el mercado de deuda local, donde la inflación ha mostrado un comportamiento muy satisfactorio a partir del segundo trimestre del año y donde las expectativas inflacionarias de mediano plazo están ancladas; gracias a estos factores, Banxico mantendrá estable su tasa de referencia en 4.50%, al menos en lo que resta del año.

En tanto, una posición fiscal manejable y las medidas del gobierno para blindar financieramente a la economía, como la acumulación de reservas, fueron otros factores que mejoraron el sentimiento hacia la deuda mexicana.

No sólo los inversionistas locales redireccionaron parte de sus portafolios a la deuda más segura del gobierno, sino que también inversionistas foráneos consideraron a los bonos en pesos mexicanos como una buena alternativa de inversión. Al 1 de julio, la tenencia de valores de gobierno por residentes en el extranjero ascendía a un monto de 31,462 mdd, 30% más respecto al nivel de inicios de año.

Más aún, en tiempos de turbulencia, el gobierno mexicano se ha dado el lujo de hacer una colocación de deuda en moneda extrajera, y el 8 de julio hizo una emisión de un bono a siete años por 850 millones de euros que, a decir de la SHCP, se hizo en condiciones favorables colocándose con una tasa de 4.29%.

También es ilustrador el caso de Brasil, que apenas se vio golpeado por la recesión de 2009 y que recobrará el dinamismo para este año con un crecimiento esperado de 7.1%.

Ante el crecimiento que registra la economía brasileña, la política monetaria es más restrictiva para mantener contenida la inflación. Pero lo cierto es que es un país con sólidos fundamentales y eso lo hace muy atractivo para los inversionistas: su deuda paga altos rendimientos y ello se conjuga con magníficas expectativas de crecimiento.

En este contexto, los flujos de inversión a bonos brasileños se incrementaron 3,000 mdd en los primeros cinco meses de 2010, cuando en todo 2009 el aumento fue por 2,600 mdd. Y es que los bonos brasileños pagaron un retorno de 1.6% en el segundo trimestre del año en términos de dólares, y esto se compara con la pérdida promedio de 1.1% que vio la deuda de países desarrollados.

Es de destacar que en los últimos años el perfil de deuda de países como México o Brasil ha mejorado, dando lugar a la emisión de plazos cada vez más largos, de hasta 30 años en bonos de deuda soberana.

Tal como se presenta el panorama para los mercados podría presentarse una reconfiguración del mercado de deuda global, con naciones avanzadas que enfrentan una crisis por sus elevados déficits, que en algunos casos limita su capacidad para competir en los mercados internacionales por financiamiento, mientras que su futuro desempeño dependerá del éxito de las transformaciones estructurales que deberán acometer.

Los países emergentes con buenas expectativas de crecimiento ganarán terreno frente a los inversionistas, quienes favorecerán a aquellos que mantengan sólidos fundamentales abatiendo la percepción de que estos mercados eran de alto riesgo y sólo para quienes apostaban por elevadas ganancias de corto plazo.

No hay comentarios: