El finlandés Jyri Jaakkola llegó ha México hace unos tres meses. Al igual que a miles de jóvenes europeos, a Jaakkola le atrajo el movimiento zapatista del sureste mexicano y la defensa de los derechos humanos indígenas.
Hoy, Jaakkola, de 33 años, es famoso por su deceso, aunque sus ideales han sido catapultados internacionalmente por la atención mediática que se le ha dado al caso de un grupo de activistas baleados en Oaxaca.
Junto con la mexicana Beatríz Alberta Cariño, Jakkola ha sido una de las dos personas asesinadas el martes cuando se dirigían en una camioneta a San Juan Copola, a unos 120 kilómetros de la capital del estado. Su objetivo era entregar víveres en esa comunidad.
En la caravana participaban 25 personas, entre activistas y periodistas. Sólo cinco de los desaparecidos han sido identificados.
Antes de salir de Finlandia, Jakkola fue entrevistado en agosto pasado por el grupo Kepa, un servicio que ayuda a las ONGs finlandesas que se dedican a proyectos par apoyar a países en desarrollo.
En ese texto, el escandinavo plantea sus ideales y la visión que tiene de México y los zapatistas.
“Latinoamérica ha sido muy fuerte en cuanto a movimientos cívicos. Tal vez eso se deba a que sus lazos históricos son más fuertes a los que hay en, por ejemplo, Asia”, dijo Jakkola en la nota firmada por Jussi Vierimaa.
“Nuestro objetivo es levantar un México diferente al centro de tráfico de drogas junto a Estados Unidos, como se ha dicho en la prensa (de ese país). Hoy, en México acontecen temas relevantes, hay movimientos sociales, continuamente, que no se conocen aquí (en Finlandia)”.
También muestra conocimiento del tema Zapatista y su forma de gobierno. “Gran parte del movimiento democrático en México se inspira en las formas indígenas de gobierno”, sintetiza.
En el texto, el escandinavo habla de su proyecto para entablar un vínculo comercial de comercio justo entre el grupo zapatista y un importador europeo, aún por definirse. Su idea era crear un sistema alternativo de comercio, aunque no anticapitalista.
En ese artículo dijo estar abierto a recibir ayuda de cualquier grupo para echar a andar su plan.
“Estamos abiertos a discutir y las voces críticas de México también son bienvenidas. El diálogo es valioso en sí, no todos tenemos que compartir los mismos puntos de vista. Con el deseo de justicia es suficiente”, finaliza Jakkola
El finlandés murió de un balazo en la cabeza cuando intentó proteger a Beatríz Alberta Cariño, la otra activista asesinada en el ataque, de acuerdo con el chofer de la camioneta que corrió cerro adentro una vez comenzó el ataque.
Según con reportes periodísticos, los agresores han sido paramilitares pertenecientes a la organización priísta Unión de Bienestar Social para la Región Triqui, que mantiene problemas regionales con la APPO.
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