-¡Me extraña mucho que se sorprendan del debate áspero!-, rebatía el senador Carlos Navarrete.
Y sus observaciones no las dirigía a militantes de otros partidos distintos al suyo, sino a los propios periodistas. Claro, en referencia al toma y daca entre el Presidente de la República y los participantes en el seminario sobre la Reforma Política que se organizó en el Senado.
Si no hubiera un debate así de áspero…, pues estarían muy planos los periódicos y los noticieros de radio y televisión, bromeaba.
Pero también sostenía: “El debate político en México –decía– tiene muchas tonalidades, incluyendo la aspereza. Yo ayer en la noche escuché aquí discursos contundentes, descalificadores de la propuesta del Presidente, de acuerdo con la valoración de cada quién”.
-¿Qué de raro tiene que el Presidente responda en términos semejantes?-, preguntó entonces el senador perredista a los propios reporteros.
Todo ello venía a cuento porque le preguntaron si no comenzaba mal el debate de la reforma política con las descalificaciones que había hecho el Presidente Felipe Calderón al análisis que organizó el Senado donde se escucharon opiniones divergentes a sus propuestas.
Y Navarrete, cuyas palabras denotaban su buen humor este día, escuchaba las preguntas de los reporteros. Ellos insistían en la acusación de Calderón de que lo que pretendían era una “estafa”. Ahí, el Presidente del Senado acusó el golpe y dio la nota:
“Mira, solamente te puedo decir una cosa: entre más enérgico y descalificador sea el discurso del Presidente, eleva el grado de dificultad en el Congreso para que sean aceptadas sus propuestas, me parece que es de elemental lógica política…, pero esos son asuntos del Presidente, no soy yo el que le va a dictar el tono de sus declaraciones o reconvenirlo por las opiniones que de…”
¿Elemental?
Pues sí, elemental en política. Al menos en estos nuevos tiempos donde la palabra del Jefe del Ejecutivo en turno ya no es ley, ni implica el fin de la carrera política o la congeladora para aquellos que se oponen a sus intereses.
Pero Felipe Calderón se formó en otros tiempos y no parece estar muy contento con la avalancha de críticas que le lanzaron a su iniciativa, durante dos días consecutivos, especialistas en la materia, líderes de partidos y gobernadores.
Por añadidura, sus correligionarios defendieron tibiamente sus propuestas, sin argumentos sólidos, apelando tan sólo al planteamiento vago de la ciudadanización. Así que el propio Presidente salió a defenderse y a defender su propuesta.
¿Qué lo hizo en un tono áspero y descalificador? Pues sí, pero como dice Navarrete, allá él.
Pregunta (P). Senador, buenas tardes. Sólo dos cuestiones. La primera, me gustaría tener su lectura acerca de las declaraciones del presidente Calderón en torno a la crítica severa que hace a los opositores de su propuesta de Reforma Política y dice que lo quieren es conservar la aplanadora partidista por encima de los ciudadanos. Y la otra, acerca de estas alianzas que en el caso específico de Durango se concretó entre su partido y el PAN. ¿Se puede ser aliados en las urnas y totalmente dispares en la ideología, por lo menos eso es lo que vimos el día de ayer? Gracias.
Carlos Navarrete Ruiz (CNR). En el primer caso, dije que y lo reitero, lo dije ayer en la noche, que el presidente Calderón tiene todo el derecho de defender con los argumentos que crea convenientes su iniciativa de reforma que envió al Senado, y el Senado tiene todo el derecho de evaluar, de debatir y de aprobar lo que considere que es conveniente y rechazar lo que crea que no es conveniente.
Hay legitimidad en ambas partes, por lo tanto, la opinión del Presidente la escucho, la valoro, no entro en polémica por ello porque a partir de ahora la discusión estará fundamentalmente en las comisiones del Senado de la República.
Y en el segundo tema, mira, lo reitero como lo señalé anoche aquí. Hice un llamado a todos los grupos parlamentarios y a los senadores de todos los grupos a que no contaminemos en estos meses de febrero, marzo y abril el tema de las alianzas o de las campañas por las gubernaturas con el debate parlamentario.
El tema de las alianzas está en manos de las dirigencias partidarias, y quién gane o quién pierda está en manos de los electores de cada estado, no tiene ningún sentido desgastarnos en un debate sobre alianzas aquí cuando aquí lo nuestro es debatir y acordar los términos de la reforma política que el país requiere. Por lo tanto, vamos a separar los temas y que cada asunto se tome en el espacio correspondiente.
P. Senador, pero abona este discurso que trae el Ejecutivo que pretenden una estafa cuando han expresado ya sus puntos de vista en contra de algunos temas como reelección, como segunda vuelta, ¿él también tendría esta obligación de respetar lo que están planteando ya los partidos, anticipando como posturas?
CNR. Mira, solamente te puedo decir una cosa, entre más enérgico y descalificador sea el discurso del Presidente, eleva el grado de dificultad en el Congreso para que sean aceptadas sus propuestas, me parece que es de elemental lógica política, pero esos son asuntos del Presidente, no soy yo el que le va a dictar el tono de sus declaraciones o reconvenirlo por las opiniones que dé, eso le corresponde al ámbito del Presidente Calderón, a nosotros nos corresponde escuchar las opiniones de los especialistas y de la sociedad, debatir, acordar, construir las mayorías parlamentarias y aprobar lo que consideremos que es bueno para el país y rechazar lo que no compartamos.
P. Inaudible.
CNR. Reitero que mi percepción del debate antier y ayer, mi consulta con los grupos parlamentarios, mi opinión que yo he expresado con los demás coordinadores me muestra que habrá una reforma, que no será la misma que el Presidente envió, que tendrá modificaciones, se aceptarán unas partes de su propuesta, se rechazarán otras y se adicionarán otros temas que el Presidente no contempló en su iniciativa.
Va a ser enriquecido con lo que escuchamos antier y ayer porque hubo una muy buena rica participación de especialistas con propuestas, y también va a ser enriquecido, sin duda alguna, con las iniciativas que se presentarán en la primera y la segunda semana de febrero.
Adelanto, que los partidos que integran el DIA, el Partido de la Revolución Democrática, el Partido del Trabajo y el Partido de Convergencia, están a punto de culminar la elaboración de su iniciativa que conjuntamente presentaremos aquí en el Senado, y ayer el PRI me ha informado oficialmente que prepara también una iniciativa que seguramente presentará en la segunda semana de febrero, por lo tanto, habrá materia de nuevos temas que ayer y antier no se discutió pero que estarán en el terreno legislativo.
P. Senador buenas tardes. ¿No comienza mal este debate de la reforma política con estas descalificaciones que hace el presidente Calderón a este análisis que se tuvo durante dos días, a las opiniones divergentes sobre la reforma que presentó el Presidente? ¿Qué tanto va a enrarecer la discusión si el Ejecutivo sigue golpeando al Congreso?
CNR. Me extraña mucho que se sorprendan del debate áspero, si aquí le dijeron cosas peores al Presidente de la República durante el debate y nadie se espantó, y nadie dijo que eso dificultaba la Reforma, y Calderón contesta también de manera áspera, así es el debate muchachos, materia por cierto de sus notas periodísticas eh.
Si no hubiera un debate así de áspero pues estarían muy planos los periódicos y los noticieros de radio y televisión. El debate político en México tiene muchas tonalidades, incluyendo la aspereza. Yo ayer en la noche escuché aquí discursos contundentes descalificadotes de la propuesta del Presidente, de acuerdo con la valoración de cada quien.
Qué de raro tiene que el Presidente responda en términos semejantes, es el debate político pero insisto, el Presidente tiene derecho de iniciativa, ya la presentó; derecho de defender su propuesta, ya lo hizo; y el Congreso tiene derecho de evaluar la iniciativa, lo está haciendo, y de aprobar lo que considere conveniente y desechar lo que considere inconveniente.
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