martes, 24 de noviembre de 2009

Hermanos, los decálogos de AMLO y Calderón

Martha Anaya

November 24, 2009

César Nava, líder de Acción Nacional, consideró que la propuesta presentada por Andrés López Obrador (AMLO) el domingo en el zócalo, “entra en el terreno de lo ridículo” y por ello, ni siquiera se tomaría la pena de comentarla.

Muy su opinión. La pregunta, sin embargo, es si piensa lo mismo del decálogo que presentó el presidente Felipe Calderón el pasado 2 de septiembre en el Palacio Nacional porque, si se fijan, tienen varios puntos en común.

Va una rápida revisión de ambas propuestas:

Calderón, en su punto número uno, dijo que había que “destinar toda la fuerza del Estado para frenar el crecimiento de la pobreza”. AMLO señala algo semejante en su artículo 9, cuando habla de “establecer el Estado de bienestar” y “proteger a los pobres ante la desigualdad social”.

Calderón habla de “alcanzar la cobertura universal de salud” (punto dos) y “alcanzar una educación de calidad”. AMLO señala otro tanto –con matices sobre la forma de abordarse– en su punto 9: “debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud…”

Calderón indica en el punto 4 de su decálogo que se requiere “una reforma profunda a las finanzas públicas para hacer más con menos” y “lograr reformas para reducir la evasión fiscal”. AMLO habla en sus artículos tercero, cuarto y quinto de “cambiar la actual política económica”, de “combatir las prácticas monopólicas” y de “abolir los privilegios fiscales”.

Calderón demanda en su artículo séptimo una reforma económica de fondo, que implicaría “una nueva generación de reformas al sector energético”. AMLO habla en su primer punto de “Rescatar al Estado”, de “reintegrar las riquezas y los bienes públicos entregados o concesionados ilegalmente, fundamentalmente la industria eléctrica y el petróleo”.

Calderón dice que se requiere una “reforma política de fondo”. AMLO va más allá y propone “promover una nueva corriente de pensamiento”

Podrán argüir que cada uno haría las cosas de distinta manera y tendrán razón. Pero el hecho es que ambos personajes han puesto la mira en temas muy semejantes y apuntan hacia los mismos problemas y la necesidad de solucionarlos.

Los decálogos del Presidente Felipe Calderón y de Andrés Manuel López Obrador no son gemelos, pero sí parecen hermanos. Aunque sólo uno de ellos le parezca “ridículo” al líder nacional del PAN.

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