miércoles, 18 de noviembre de 2009

El director general de Pemex Internacional, un jeque a la mexicana

EjeCentral
Raúl Fortunato Cardoso Maycotte, director general de Pemex Internacional España, vivió con vasta opulencia a costa del erario durante el 2007. Su sueldo, por ejemplo, fue el doble del Presidente, unos 321 mil pesos mensuales, según la SFP. Además, adquirió obras de arte, un vehículo y pagó consultas médicas internacionales con dinero público.


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Tenía un sueldo equivalente al doble del Presidente de la República, algo así como 321 mil pesos mensuales. Hizo uso de dinero público para adquirir obras de arte y según la Función Pública, nunca lo reembolsó.

Se asignó un vehículo adicional al que ya tenía incluido con la prestación de su sueldo, y llegó a pagar consultas al dentista a su personal en Londres cuando su residencia estaba en Madrid.

Era un estilo de vida propio de un jeque petrolero la que llevó a costa del erario, al menos durante el año 2007, el director general de Pemex Internacional España, Raúl Fortunato Cardoso Maycotte.

El manejo de los recursos durante ese lapso, documentado por la Secretaría de la Función Pública vía el IFAI en una petición de acceso a la información, ilustra la manera como opera una de las empresas constituidas en el extranjero con capital de Pemex Internacional, la cara al mundo de la paraestatal.

Esta área desde hace más de 20 años ha creado varias compañías en Europa y Estados Unidos con el objetivo de comercializar crudo, realizar compras y fomentar los servicios de Pemex en el extranjero. Ninguna tiene como normatividad transparentar sus operaciones a pesar de que se manejan con dinero del erario público.

El caso de Pemex Internacional España, creada en julio de 1988 en Madrid, y encabezada desde la segunda mitad del sexenio pasado por Cardoso Maycotte, quien aparece en el acta constitutiva como el único mexicano de los cuatro consejeros delegados, refleja la opacidad como se utilizan recursos públicos que sirven en varios casos para fines personales.

La actuación del funcionario no motivó sanciones más allá de una serie de “observaciones”, a pesar de que se incurrió en 15 diferentes tipos de irregularidades con afectación al erario.

Cardoso Maycotte les dijo a los auditores de la Función Pública que los siete mil 725 euros que se gastó en unos cuadros –algo más de 150 mil pesos –eran para fomentar el “arte mexicano”, aunque no se apegara a las medidas de austeridad y al procedimiento de adquisiciones. Su actitud motivó que en las recomendaciones se le señalara, de acuerdo a los documentos entregados por el IFAI, “que éste tipo de adquisiciones están prohibidas”.

Otras de las observaciones fueron la compra de boletos de avión en business class, haciendo a un lado la política de austeridad; también se le reconvino por tener los libros contables oficiales fuera de la empresa cuando este tipo de documentos y registros “invariablemente deberá estar en la oficina, los cuales representan las actividades de Pemex Internacional España”.

Cardoso fue apercibido por contratar un “asesor legal que no justifica su labor” y un “administrador que no cumple con el perfil del puesto requerido”, se le pidió que redujera el gasto por consultores y contratara a una sola persona que cubriera los requisitos.

Una de sus primeras decisiones cuando asumió la dirección de Pemex Internacional España fue cambiar las oficinas ubicadas en Londres –donde está el mayor mercado petrolero del mundo– a Madrid, sin que existiera una razón de fondo que motivara la mudanza.

En este sentido resalta un “pago de consulta dental en Londres de Ramón Labiaga”, empleado de la empresa, que motivó a la Función Pública señalarle que los gastos médicos a que tienen derecho “los expatriados, se efectúen exclusivamente en la ciudad ó país donde están comisionados”.

Cardoso Maycottte, es un abogado egresado de la UNAM que estudió un master en relaciones internacionales en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya. Ingresó a Pemex en 1983 donde ocupó diversos puestos, al inicio del sexenio foxista en 2001 fue nombrado Embajador de México en Turquía cargo que ocupó hasta 2003.

Como consejero delegado de Pemex Internacional España y PMI Holding Petróleos España, tiene un asiento en el consejo de administración de la petrolera española Repsol YPF, donde ambas entidades participan. Según la revista Forbes, por su cargo de director en esta empresa ibérica, durante 2008 obtuvo ganancias por 387 mil 646 euros.

La Función Pública detectó que Cardoso vendió acciones de su propiedad en las empresas que participa y los recursos los mezcló con la contabilidad de Pemex Internacional España, para que con dinero público se pagara el ISR (Impuesto sobre la Renta) cuando la operación era de carácter privado. Esta irregularidad quedó señalada como “impuesto pagado por la empresa originado por transacciones bursátiles personales del empleado”, lo que originó solicitarle la devolución de los recursos.

También resaltaron que las percepciones por bonos que se determinan sobre sueldos, las hacia sobre cantidades brutas y no netas, como se realiza en cualquier empresa. Se le pidió depositar ó descontar por nómina las diferencias a favor de la empresa.

Según Carlos Ramírez, quien se desempeñó como gerente de comunicación de la paraestatal hasta septiembre pasado, las irregularidades del director de Pemex Internacional España fueron resultado de una auditoria que ya fue aclarada.

El 14 de enero de 2008 el órgano de control interno de Pemex Internacional, envió al área de responsabilidades un informe sobre las “probables irregularidades” en que incurrió Cardoso Maycotte, en mayo se emitió un acuerdo por incompetencia y se dio vista a Pemex Internacional España, la cual lo exoneró en octubre del año pasado en virtud de que los señalamientos quedaron “desvirtuados”.

La exoneración del funcionario despertó suspicacias al interior de la paraestatal ya que su prima es esposa del ex director Jesús Reyes Heroles. Quizá por ello su caso quede como uno más donde el uso para fines particulares de recursos públicos, en época de crisis, refleje la “tibieza” con que actúa en ciertos casos la secretaría de la Función Pública.

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