Amenazas de huelga nacional, protestas en varias ciudades del país, aplausos de organismos empresariales. Éste es el ambiente social en México después de que el gobierno decretó el cierre de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC), que abastece de electricidad a unas 25 millones de personas.
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que mantiene el contrato laboral con la desaparecida empresa, se declaró en estado de emergencia permanente.
La Unión Nacional de Trabajadores anunció que convocará a una movilización en todo el país e incluso planteó la posibilidad de una huelga generalizada en respaldo al SME.
Este lunes hubo protestas y marchas en varias ciudades del país, que se mantendrán a lo largo de la semana. Para el jueves 15 de octubre está convocada una gran manifestación en ciudad de México que según el secretario general del SME, Martín Esparza, podría reunir a más de 100.000 personas.
Ante ello, el ministro de Gobernación, Fernando Gómez Mont, pidió a los sindicatos mantener sus protestas dentro de la ley.
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La Compañía de Luz era un barril sin fondo
Ricardo González, Coparmex
"La sociedad exige de todos que nos conduzcamos de manera pacífica, respetuosa y seria, que nos reconozcamos los unos a los otros con decoro y respeto", dijo.
Por lo pronto, la Policía Federal mantiene la vigilancia en las instalaciones de Luz y Fuerza para evitar sabotajes al suministro eléctrico que afectarían a los habitantes de la capital mexicana y tres estados más del centro del país.
Polémica
El cierre de la CLyFC fue el asunto más debatido en México. Partidos de izquierda, como el de la Revolución Democrática (PRD) y del Trabajo, anunciaron que promoverán un recurso legal ante la Suprema Corte de Justicia para cancelar el decreto de liquidación de la empresa.
A juicio del PRD la decisión del gobierno mexicano viola la Constitución del país, pero el ministro de Hacienda, Agustín Carstens, dijo que no es así.
"Estamos convencidos que todo se hizo conforme a lo que prevé la ley", aseguró.
Pero el cierre de Luz y Fuerza también generó simpatías, sobre todo de los organismos empresariales.
Según el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo González, la decisión del gobierno es una buena noticia. "La Compañía de Luz era un barril sin fondo", aseguró.
A "cazar" trabajadores
Mientras, tanto el SME como el gobierno federal iniciaron campañas para ganar apoyo a sus posiciones.
Por ejemplo, las autoridades tratan de convencer a los trabajadores de la CLyFC que acepten el cierre de la empresa, e incluso el ministro Carstens ofreció un pago de hasta 33 meses de salario a quienes acepten su liquidación antes del 14 de noviembre.
El sindicato, por su lado, desplazó a cientos de trabajadores para que informen de su movimiento en varias ciudades del país.
Sus imágenes
Alex Espinoza envió a BBC Mundo esta foto que muestra a miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas en una concentración durante el pasado fin de semana, con el propósito de decidir acciones tras la liquidación de la compañía Luz y Fuerza.
Ampliar imagen"Somos un ejército de 66 mil soldados que debemos ponernos a trabajar para informar y dar cuenta de la situación real al pueblo de México", dijo el vocero del SME, Fernando Amezcua.
Pero mientras gobierno y sindicato intercambian acusaciones, en varias partes del Valle de México se interrumpió por unas horas el suministro eléctrico.
De acuerdo con el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, los problemas fueron solucionados y hasta el momento el servicio se mantiene sin problemas. Eran fallas técnicas, aseguró el funcionario. "No hemos detectado sabotajes, y esperamos que no ocurran".
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