La recesión económica global puso fin a la multiplicación sin precedente de nuevos millonarios que a lo largo de casi cuatro décadas amplió la brecha entre ricos y pobres a niveles no vistos en la historia de la
humanidad. Sólo entre 2005 y 2007, la “población de individuos de alta riqueza neta” (HNWI, por sus siglas en inglés) aumentó 7.2 % en promedio anual. Sin embargo, con la crisis, esa tendencia tocó fondo. La HNWI, como se le conoce en el léxico económico a los multimillonarios del planeta, ahora no sólo son menos sino más pobres. Según el informe World Wealth Report 2009, de la correduría Merrill Lynch, en 2008, la HNWI cayó 15 %, a 8.6 millones de individuos, 20% menos que en 2007. El declive borró de un brochazo la bonanza y redujo el número de ricos a los niveles de 2005.
Un ejemplo concreto: John McAfee. La fortuna del inventor del famoso softwear antivirus que lleva su nombre pasó de 100 mdd a 4 mdd en dos años, forzando al pobre rico a rematar su mansión de recreo personal en Nuevo México, con todo incluido —aviones, coches de coleccionista, tienda minorista y sala de cine— para pagar deudas, según The New York Times.
En 2008, en EU, los ricos bajaron 18.2%, el peor descenso a nivel mundial. Sin embargo, en inequívoco recordatorio de su enorme riqueza y poder, EU sigue siendo el país con más ricos, 2.5 millones, 28.7% de la HNWI mundial. En Europa, el desplome de ricos varió: en el Reino Unido fue de 26.3%, en Francia de 12.6%, pero en Alemania de sólo 2.7%.
La pobreza de los ricos se ha dejado sentir en lugares como la emblemática Quinta Avenida de Nueva York, donde las exclusivas boutiques están padeciendo el desplome en las “compras de pasión”, como se le conoce al consumo de objetos de lujo personales (bolsos, calzado y ropa de diseñador), arte, joyas, automóviles, yates y jets. En 2008, la demanda mundial de automóviles de marcas (Porsche, Mercedes Benz y BMW) bajó 13% en promedio.
Sin embargo, la recesión hizo a los ricos de Latinoamérica lo que el viento a Juárez. A diferencia de América del Norte (EU y Canadá), Europa y Asia-Pacífico, en la cuarta región más grande del mundo, donde existe la mayor concentración de la riqueza mundial, los ricos salieron ilesos, descendieron sólo 0.7 %.
ARROPADOS POR EL ESTADO
México es famoso por su violencia, playas y tequila, pero también por su profunda injusticia económica y social. ¿Quien no sabe de Carlos Slim, nuestra gran aportación a las ligas mayores de multimillonarios y avaros? Hasta Barack Obama usó su caso durante la campaña (en señal de la esencia camaleónica de los políticos, ahora el dueño de Telmex es recibido con reverencia en la Casa Blanca por el súper asesor Larry Summers), para ejemplificar la extraordinaria concentración de la riqueza en México, donde un puñado de individuos monopoliza el poder económico y la mitad de la población vive en la pobreza.
Pocos presidentes, ni los más corruptos del PRI, han sido tan generosos y acomodadizos con los poderes fácticos como Vicente Fox, en cuyo sexenio, “los ricos y poderosos se volvieron aún más ricos y poderosos”, concluyó el Banco Mundial en 2007. La riqueza neta de los ricos mexicanos pasó de 4% del PIB en 2000 a 6% en 2006.
Con Felipe Calderón les ha ido mejor. Luego de una breve interrupción en la tendencia ascendente en la concentración de la riqueza, que tuvo que ver con factores externos, este año tocará niveles históricos. Expansión informó que la fortuna de Ricardo Salinas Pliego (Elektra) brincó de 4,000 a 10,000 mdd. El dueño de TV Azteca es ahora el segundo más rico del país después, of course, de Mr. Slim, quien recuperó buena parte de las pérdidas de 2008, cuando su fortuna bajó de 60,000 mdd a 35,000 mdd; hoy anda en cerca 50,000 mdd. Alberto Bailleres (Peñoles, Palacio de Hierro) también se hizo más rico, pasó de 5,700 a 6,600 mdd. ¿Y al Chapo Guzmán cómo le estará yendo?
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