“¿Qué hace Miguel Ángel Yunes en el equipo de Ernesto Cordero?”, me preguntó hace un par de meses uno de mis vecinos, quien aún cree que de cuestiones de política y “grilla” a la mexicana me las sé de todas, todas. Confieso que, vanidoso, en nuestras pláticas algo de eso le he dejado percibir, pero…
Mi respuesta, entonces, fue “en automático”. Recuerdo haberle dicho que el veracruzano derrotado en las urnas por Javier Duarte se incorporaba al war room de precampaña del “delfín” panista, para hacer lo que sabe hacer: “guerrerar” y, claro, espiar a los contrincantes, a quienes en su enfermedad él da carácter de enemigos.
Y ¡chapeau!, le atiné.
Pepenando entre la basura de la que el PRI se ha venido deshaciendo, el grupo panista de Felipe Calderón se asemeja cada vez más a aquello que es objeto de sus fobias: el Revolucionario Institucional.
Y Yunes Linares es uno de esos desechos.
Mercenario de la política, el también ex director del ISSSTE vende sus servicios a quien le pague mejor. Fue así cuando en 2004 el tricolor no le ofreció la candidatura veracruzana: se cambió al PAN que sí lo postularía en el 2010. Igual cuando sintió que la maestra Elba Esther Gordillo ya no apoyaría sus desbocadas ambiciones políticas y económicas –su paso por el ISSSTE es un reguero de corrupción y enriquecimiento–, que igual la traicionó.
Lo mismo le espera a Felipe Calderón y a Ernesto Cordero, en ese orden. Otra traición.
Le dará la puñalada al michoacano, justo cuando éste deje de ocupar Los Pinos. Y al “delfín”, a quien ahora está comisionado, si éste no consigue la postulación del partido albiceleste y, en caso afirmativo, si no alcanza el triunfo el próximo mes de julio.
Por lo pronto, ya está cobrando por sus negros servicios. La delegación de Sedesol en Veracruz –con un botín, perdón, con un presupuesto de 6 mil millones de pesos para programas electorales-asistenciales– para su junior Miguel Ángel Yunes Marquez, y una candidatura al Senado para su benjamín Fernando Yunes Marquez. Nada mal para quien se apunta, además, como el sucesor de Genaro García Luna al frente de la SSPF, en el remoto e improbable caso de que Ernesto Cordero llegara a rendir protesta como Presidente de la República en diciembre venidero.
Eso sí, ya está trabajando. Elaborando “materiales”. Poniéndolos en circulación.
Ayer mismo, su “enemiga” –contrincante, en realidad– Josefina Vázquez Mota probó una dosis del veneno yunista, al transitar profusamente por las redes sociales un audio en el cual la precandidata presidencial llama “patán” a Ernesto Cordero, por todos los “golpes” y “ataques” que el consentido del ocupante de Los Pinos ha proferido a la ex coordinadora de la bancada diputadil panista en cuanto encuentro o dizque debate han concurrido.
Y aunque en algunos medios se atribuyó la grabación y la filtración de la misma a los aparatos de inteligencia (sic) de la fallida Administración panista, la realidad es que, de acuerdo a expertos consultados, esta villanía tiene más visos de ser yunista que del CISEN o de la Sección Segunda de la Secretaría de la Defensa.
Y me recuerdan, además, que Yunes Linares tiene bien montado por los rumbos de Huixquilucan, en el Estado de México, un bunker para la intercepción de llamadas telefónicas, entre otras “travesuras”.
La “guerra sucia” se ensaya en casa, pues.
Tras este “éxito”, a trasmano, Yunes sacará a la luz pública más de esos muchos “materiales” que ha venido procesando en los últimos meses.
Y es por Yunes y por muchas otras cuestiones que hoy es válido decir: ¡cómo se parece el nuevo PAN al viejo PRI!, ¿o no?
Índice Flamígero: En el caso de los 25 millones de pesos en efectivo que la Administración Federal incautó al gobierno de Veracruz flota la pregunta: ¿Y si Vicente Benítez González, el despedido tesorero del gobierno estatal, había mandado el traslado de esos valores para él? ¿Para su beneficio? Esto es, ¿se los había robado?
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