viernes, 24 de febrero de 2012

Grietas y lodo en Cofetel - Por Alberto Barranco


La vela en el entierro de la dependencia es porque ésta, vía el subsecretario de Enlace Legislativo, Rubén Alfonso Fernández Aceves, les prohibió acudir a la comparecencia, aduciendo que el presidente del organismo, Mony de Swaan, es quien tiene la representación.

El problema es que la Cofetel navega con etiqueta de autónoma, por más que está pegada, mejor dicho plegada, a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Gobernación, pues, no tiene jurisdicción.

Más aún, en su momento el pleno de la Comisión Federal de Competencia ha acudido a citas similares.

El motivo real del veto de Gobernación era evitar un espectáculo de circo en un escenario en que existe una profunda grieta entre los comisionados Ernesto Gil Elorduy, Gonzalo Martínez Pous, Alexis Milo Caraza y José Luis Peralta y el presidente del organismo.

La dependencia, pues, protegió al titular de la Cofetel.

La fractura, como recordará usted, se abrió cuando de Swaan, en afán de lavarse las manos, los acusó públicamente de impedir la posibilidad de mayor competencia en la televisión abierta y la exigencia de adelantar el llamado apagón analógico. Dicho con todas las letras, están vendidos a las televisoras.

Los acusados se defendieron por medios no institucionales, es decir al margen del aparato de comunicación social de la instancia… como lo harían el miércoles al denunciar la mano negra de la Secretaría de Gobernación.

Como usted sabe, el eje central de la comparecencia era escuchar los argumentos de la Cofetel frente a un rosario de denuncias de corrupción que involucran al propio Mony de Swaan.

La acusación concreta habla de otorgarle contratos a sus íntimos; de recibir favores de éstos a cambio; de presionar a las empresas reguladas para otorgarles más canonjías a éstos, y de contratar asesorías en redundancia a la infraestructura del organismo.

Y aunque, tras la frustrada comparecencia, De Swaan envió un largo escrito de defensa, quedó en el aire, aduciendo desconocimiento, la existencia de un cheque firmado por Oscar Varela, según ello integrante del staff de la Presidencia de la Cofetel, cuyo monto es idéntico al que se le pagaría a la firma Show Point, encabezada, justo, por uno de los íntimos de éste, Peter Bauer, por supuestos servicios en materia de comunicación social.

El dirigente de la Cofetel utiliza los fines de semana una casa en Valle de Bravo propiedad de éste. Y aunque aduce que paga renta, no exhibe los comprobantes correspondientes.

El caso es que la página de internet “Mi Cofetel” está registrada a nombre de la empresa de Bauer, es decir se la arrendó a la dependencia.

En la misma ruta se anota otro de los allegados a De Swaan, Pablo Ojeda Cárdenas, quien recibió un contrato por asignación, previa invitación a otros dos postores, de un millón 600 mil pesos por servicios jurídicos.

Lo curioso del caso es que tanto Bauer como Ojeda Cárdenas pagaron ayer un desplegado de media plana para denostar al diputado César Augusto Santiago, quien ha documentado las acusaciones… y de pasadita defender a su cuate, por más que pareciera un alegato institucional de la Cofetel.

La bravata conmina al legislador a presentar una denuncia formal en su contra.

Ahora que tras denostar al diputado Santiago por basar sus denuncias en supuestas notas periodísticas, De Swaan alude a una de ellas para desmentir que hubiera presionado a la empresa Alestra y otorgarle un contrato a otro de sus íntimos.

El problema es que más allá de las filtraciones a los medios de la podredumbre en la Cofetel, del interior mismo de ésta han salido documentos comprometedores contra su presidente, lo que habla de que éste ha perdido no sólo la cohesión del organismo, sino la confianza del personal.

El favorito del ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, a cuya sombra ha ocupado puestos públicos, y a cuyo dedazo llegó a la Cofetel, perdió las riendas… y de pasadita la brújula.

¿No es hora ya de mandarlo a descansar… a Valle de Bravo?

BALANCE GENERAL

Agotada la posibilidad de extender el plazo para declarar extinto el concurso mercantil en que se ubica a la firma aérea, esta mañana el juez Felipe Consuelo Soto decidirá el futuro de Mexicana de Aviación: rescate o quiebra.

En el último minuto, de persistir la postura de Med Atlántica de primero la licencia para rutas y luego los recursos, se abrirán rendijas al empresario minero Iván Barona y la sociedad financiera de objeto múltiple Union Swiss.

El primero jura tener un nuevo socio financiero, tras la ruptura con el anterior en fastidio frente a los obstáculos interpuestos por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Barona, en un capítulo más de la mano negra del gobierno contra Mexicana, fue sometido a una rigurosa auditoría fiscal por parte de la Secretaría de Hacienda.

El último volado está en el aire.

BANOBRAS MOROSO

De acuerdo al análisis de la Cuenta Pública 2010 de la Auditoría Superior de la Federación, el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, en su rol de agente liquidador de los Ferrocarriles Nacionales de México, ha perdido 522 juicios promovidos por ex trabajadores, lo que lo obliga a indemnizarlos con 255 millones de pesos.

Adicionalmente, el banco de desarrollo ha perdido siete juicios contenciosos no laborales que en este caso lo obligan a cubrir 19 millones más.

Como recordará usted, durante el sexenio salinista se convocó la liquidación de la firma para dejarle espacio a la participación privada en el transporte de carga.

La red ferroviaria se dividió en cuatro troncales y tres líneas cortas.

Homex la hizo

La desarrolladora de vivienda Homex logró colocar con éxito una emisión de deuda por 900 millones de dólares, pagando una tasa de 9.75%.

El vencimiento de los bonos llegará en el 2020.

Los recursos servirán para cubrir deudas de corto plazo, por aproximadamente el 32 por ciento del débito total.

Bajo la operación las obligaciones pasan de un periodo promedio de amortización de 3.6 años a 5.5.

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