Opiniones y Comentarios
En el colmo de la desvergüenza, el jovencito que por razones desconocidas e inentendibles ocupa el cargo de secretario del Presidente en materia de Salubridad y Asistencia, de nombre Salomón Chertorivsky Woldemberg y de profesión ¡contador!...
Ha declarado que “No hay duda que México tiene uno de los mejores sistemas de salud entre los países en vías de desarrollo”. Tal vez pensando que no se sabe que nuestra Patria ocupa el primer lugar en obesidad y diabetes…
Y que, inconcebible para una nación como la nuestra donde hay tanto despilfarro gubernamental, haya gente que muere de hambre. Y no solo en la Sierra de Chihuahua, sino en varias partes de nuestra República…
Razón por la cual, nuestras honorables Autoridades tendrán que responder ante la ONU sobre la violación a los Derechos de los Indígenas. Mismos que, según apreciaciones del propio Organismo Internacional, están, si no a peor, si a la par de los más pobres de África, con más de cien mil individuos con carencia alimentaria…
Pero lo malo del caso, no es que el Lic. Calderón haya nombrado a un inexperto en cuestiones de salud para dirigir una Institución tan importante, como evidentemente lo es el sujeto de marras; y ni siquiera que el desfasado jovencito intente engañar a la población con semejantes declaraciones a todas luces aberrantes…
Lo malo del caso es que los “periodistas” que lo entrevistan no sean capaces de refutarle semejante aseveración. Y que todavía haya Diarios supuestamente comprometidos con el periodismo, como La Jornada, que en aras de vender un espacio en primera plana, con foto y toda la cosa, se atrevan a publicar semejante falsedad (estupidez sería más propio) que no solo ofende la inteligencia de sus lectores, sino que va en detrimento de la ética del propio Diario…
Es una verdadera pena que teniendo tan pocos periódicos honestos en nuestro México, se presten a semejantes barrabasadas. Tal vez a la Directora de La Jornada ya se le están llegando los tiempos de la jubilación…
Cambiando de tema…
Ante la fuerte presión ejercida local e internacionalmente por el a todas luces injusto fallo de corte político (de venganza del Partido gobernante, sería un más adecuado término) que condenó al juez Baltazar Garzón, inhabilitándolo por 11 años para ejercer su profesión por las “escuchas” a una red de corrupción, en una de las tres causas por la que el conocido juez fue sentado en el banquillo de los acusados…
El segundo es por prevaricato, es decir, por haber pasado por alto la amnistía que les fue otorgada a los que intervinieron en los crímenes del franquismo; y aunque originalmente se pensaba que podrían condenarlo a varios años de prisión, se supone ante la citada presión, no serán tan estrictos. Pero aún está por resolverse esta semana…
Manuel Marchena, Magistrado del Tribunal Supremo, ha archivado el tercer juicio, que se inició por haber recibido dinero al impartir clases en Universidades de los EEUU…
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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