El propio señor Calderón dijo que todo apuntaba a un accidente pero, sugestivamente, agregó que no descartaba cualquier hipótesis. Que todas ellas se agotarían tras exhaustivas investigaciones.
¿Y cuáles son esas hipótesis? ¿De qué se habla tras la caída del helicóptero, el viernes más reciente, en el que viajaban su secretario y uno de sus subsecretarios de Gobernación y otras seis personas, dos funcionarios civiles y cuatro militares?
¿Qué quiso decir exactamente el ocupante de Los Pinos cuando, textual, sostuvo que “las investigaciones serán exhaustivas y contemplarán todas las hipótesis“?
¿Cuáles son todas las hipótesis?
Acaso, otra vez, ¿la impericia de los pilotos de la aeronave, cual se arguyó tras la caída del avión en el que viajaban otro secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y el ex encargado –de a deveras— de la lucha en contra de las drogas, José Luis Santiago Vasconcelos? ¿Otra vez los controladores aéreos? ¿Ahora los meteorólogos, que no previeron la baja altura de las nubosidades?
Tal vez ¿un atentado? ¿De parte de quién? ¿De los narcos? ¿De los contrincantes políticos? ¿Desde la misma Administración?
¿Para qué? ¿Para perjudicar a los opositores electorales? ¿Para concitar el voto lastimero?
Ninguna hipótesis será desechada, dijo Calderón.
Estas anteriores, entonces, seguro deberán ser tomadas en cuenta, lo mismo que la esbozada, apenas, por el politólogo y ensayista Samuel Schmidt, quien informa de la existencia de un correo en el cual un grupo denominado “Comando Centro” hace un llamado “a matar políticos”.
“Llama la atención –escribe Schmidt– que a unas horas de la muerte de Blake circule un correo firmado por el Comando Centro llamando a matar políticos, del partido político que sea.
“El mensaje incluye una agenda política que coincide con muchas de las demandas que hemos escuchado últimamente: reelección, eliminación de plurinominales, reducción de legisladores, reforma penal, revocación de mandato, etc.
“El comunicado habla de 100,000 muertos…”
Tal lo que en una colaboración periodística ha escrito el investigador quien, en años recientes, ha concentrado su actividad a describir y denunciar la crisis de violencia que se vive en la frontera de Ciudad Juárez con El Paso, Texas, entre otras actividades.
Ahí mismo, Schmidt habla de un “recado” para Calderón:
“El mensaje llega en un muy mal momento, aunque para esto todos los momentos son malos. Hace solamente unos días asesinaron a un operador político muy importante en la campaña electoral de la hermana de Calderón en Michoacán y en la suspicacia mexicana hay dos mensajes: que alguien le envió un mensaje muy tajante a Calderón para que no intente quedarse con Michoacán, o que los mismos panistas lo mataron para motivar el voto por simpatía: ambas elucubraciones son de una crudeza y cinismo monumental y ojala sean falsas.”
Ahora que, por lo que hace a los 100 mil muertos –por la guerra de Calderón en contra de la delincuencia (mejor) organizada–, el ensayista refiere a “otras voces que cuestionan la precisión del gobierno también en este terreno. Charles Bowden y Molly Molloy sugieren en base a cifras del INEGI que en los cinco años de Calderón llevamos 86,000 homicidios, que solamente el 5% se investiga y de los investigados 90% no tenían armas, luego entonces, dice Bowden, es una guerra peculiar donde solamente un frente lleva armas…
“Hay quien señala hacia el crimen organizado para explicar las agresiones contra los políticos; este tipo de tiro al corazón del poder, nos muestra su debilidad y vulnerabilidad y la fortaleza y audacia de los otros. Si es cierto que hay mensajes cifrados en estos actos, ¿acaso el de esta ocasión va dirigido directo a Calderón?: ¿que deje por la paz Michoacán?, ¿Qué prepare la salida olvidándose del 2012?, ¿Qué entregue la plaza? Ojala no sea ninguno de ellos.”
El mensaje para los mexicanos es más duro: nadie está a salvo…
Por tal es imperativo investigar todas las hipótesis. Todas.
Índice Flamígero: Parte militar: “Fue bien recibido por los familiares de los militares accidentados, y por los militares mismos, que Calderón llegara a las 10:00 horas al velatorio de la Secretaría de la Defensa Nacional, acompañado de su titular el general Galván, a dar el pésame a cada uno de los deudos… El almirante Sainez, de Marina llegó solo a las 14:00 hrs…
Para la foto, Josefina Vázquez a las 14:30 hrs y se le criticó… En ningún momento los elementos del EMP o de la Fuerza Aérea Mexicana hablaron en esta ocasión de un atentado, como sí sucedió en el caso de Mouriño… Se hablaba, eso sí, de responsabilidad de “alguien” que maneja el protocolo de seguridad para aeronaves del jefe de estado mexicano… ¿quién?, era la pregunta… El mayor de Infantería, ayudante de Blake Mora, logró la puntuación necesaria en la promoción general de la Sedena para ascender al grado de teniente coronel de Infantería. Su ascenso sería el 20 de noviembre próximo… El sargento mecánico estaba por titularse como abogado… En el EMP se le rindieron honores en otra ceremonia militar en la que develaron una placa con los nombres de los accidentados…”
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