Da lugar a acusar sin la obligación de demostrar los dichos; se analiza acudir a CIDH: Luis Hernández.
La Jornada en Línea
Publicado: 23/11/2011 15:50
México, DF. La negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a otorgar el amparo a La Jornada en el litigio frente a Letras Libres sienta un grave precedente al legitimar entre los medios de comunicación el trato de la ley de la selva, indicó Luis Hernández Navarro, representante de esta casa editorial.
La determinación de los ministros de la Primera Sala, agregó, es un acto de injusticia pues no sólo no repara el mal contra el periódico, sino que ahora da lugar a la ley del más fuerte, toda vez que con la resolución adoptada a partir del proyecto del ministro Arturo Zaldívar, los medios podrán decir o acusar a otro de cualquier cosa sin necesidad de demostrar tales dichos.
En declaraciones para Radio Fórmula, el coordinador de opinión de este diario agregó que la sentencia de la Corte es inapelable, por lo que dentro del ámbito nacional no hay oportunidad para presentar otro recurso legal para el caso. Indicó que habrán de analizarse las posibilidades de llevarlo a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El articulista abundó sobre lo grave de la resolución de los ministros en el sentido de que los medios podrán afirmar sin probar o calumniar sin asumir responsabilidad alguna, ya que la citada revista asocia a este periódico con el delito de terrorismo, es decir, “se le está incriminando una de las acusaciones más graves que se pueden hacer en nuestros días a partir del 11 de septiembre de 2001.
No se trata como dijo el ministro Zaldívar, agregó Hernández Navarro, de que los medios tengamos una piel más dura o estar más abiertos a la crítica de otros medios, sino de una incriminación grave y severa, y por la cual La Jornada le exigió a Letras Libres que demostrara tales dichos o se retractara.
Como supuesta respuesta, lo que esa casa editorial mostró fue un convenio que se firmó entre La Jornada con el periódico Gara, un diario legal y que circula libremente en el País Vasco.
Dicho convenio es igual al que tenemos con Página 12, de Argentina, o The Independent, de Inglaterra, precisó.
No solamente se trata de una calumnia no demostrada, sino de una incriminación peligrosa que pone en peligro no sólo el buen nombre, sino el desempeño profesional de los directivos, de los reporteros y todos sus colaboradores, puntualizó.
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