¡Chapeau!, que dirían los franceses. Me quito el sombrero, como decimos por acá. Genaro García Luna ha hecho la gran revelación de la temporada otoño-invierno que recién ha iniciado. Pero modesto, como sin duda es, el tan aclamado secretario de Seguridad Pública federal –basta ver y escuchar noticieros o leer columnas políticas para comprobar su recato, moralidad y circunspección– nos ha regateado los detalles de su feliz descubrimiento.
La ocasión para develar esto que era el secreto mejor guardado de la fallida Administración fue la comparecencia del prócer ante una comisión legislativa en San Lázaro.
Ahí García Luna deslizó la principal justificación por su patrocinio a la telenovela “El Equipo” que tantas críticas –hoy se ve que injustas– le ha acarreado:
Su superproducción (jejeje) obedeció “a que la parte criminal tiene una estrategia permanente de buscar acotar el esquema de autoridad para combatir el delito, sin duda hay un esquema mediático que ellos buscan seguir instrumentando. Es público el tema de las mantas, el tema de las marchas vinculadas con la parte criminal.”
Sintaxis aparte –¿cómo está eso de las partes y los esquemas, ingeniero mecánico electricista?–, la revelación merece ser ampliada.
Porque, escéptico como soy, no creo que el “esquema mediático” se reduzca exclusivamente a narco-mantas y a marchas un poquito más nutridas que las organizadas por los prosélitos del precandidato panista Ernesto Cordero.
Y es que ¿para qué producir una lacrimógena soap opera que nos costó a los contribuyentes más de un centenar de millones de pesos si con otras mantas y otras marchas bien que se podría contrarrestar a la “parte criminal?
Modosito, el preclaro García Luna debe estar en posesión de más detalles de este fatídico complot con el que los malos de la telenovela quieren hacer volar en pedazos “el esquema de autoridad”.
Deduzco que “la parte” de la Secretaría que ocupa García Luna y que está dedicada a labores de inteligencia debe pasarse horas y horas frente a un aparato receptor de televisión, a través del cual se dio cuenta de cómo es que “la maña” utiliza las ondas hertzianas para enviarse mensajes y, peor aún, para concitar el apoyo social. Sólo así se entendería que –veneno cual contraveneno— utilizara a la TV para combatir a la propia TV.
Y es que, a lo mejor, los “inteligentes” de don Genaro –a quien, ¡faltaba más!, yo también le reconozco todas las virtudes y excelsitudes por las que algunos de mi colegas le cantan salmos y loas–, ya se dieron cuenta de que el número de pétalos y el tono de la rosa que invariablemente adorna el escritorio de Lolita Ayala sirve para que los sanguinarios “Zetas” busquen sustento a su ¿causa? entre las damas que sintonizan su noticiero mientras ponen la mesa para la comida. Para ellas, entonces, ¡una telenovela!
O quizá fue que final y felizmente esos mismos investigadores secretos de la SSP federal advirtieron que la diversa e imperceptible entonación del estribillo “¡qué pase el desgraciado!” que ha hecho hiperfamosa a Laura Brozzo, sirve a los “brazos izquierdos” del Cártel del Golfo –todos los “brazos derechos” ya han sido capturados por García Luna, jejeje– se interpretan cual mensajes subliminales que el instinto del lumpen interpreta como mensajes que Juan N. Guerra envía desde el más allá exigiéndole que no lo abandonen.
Pero el mayor descubrimiento debe haber sido que el dominical “Voz de México”, donde se llevan a cabo “Batallas” –he recurrido a la programación de Sky, para enterarme del contenido de estos verdaderos prodigios del entretenimiento–, en realidad son avances de los enfrentamientos que se llevarán a cabo en el transcurso de la semana que ese día inicia. Así, cuando Alexs Syntek cantó “No dejes que”, de Caifanes, el área de inteligencia –sí, si hay– de la SSP federal interpretó que los malosos presentarían resistencia a los afanes depuradores de “El Ingeniero”, como lo llaman –¿yo también?– sus cuates.
Ni qué decir del abrazo que ante las cámaras de ese mismo programa se dieron “en vivo y en directo”, sin ensayos, Lucero y Mijares dos cantantes que hasta hace poco estuvieran unidos en matrimonio. En el búnker de don Genaro tal se habrá “leído” como la reconciliación de los multicitados “Zetas” con ex patrones del “CDG” y, claro, para que la raza televidente apoyara a ambos grupos delincuenciales.
Por eso la telenovela “El Equipo” a cargo de García Moon Productions. Por el diabólico “esquema mediático” de la “parte criminal” que atenta contra el “esquema de autoridad”.
¡Chapeau, ingeniero! Porque si fuera sólo por una pinches mantitas…
Índice Flamígero: Escuchado en el desayunadero: “¡Qué bueno que existen los Andrés Manuel López Obrador y los Gerardos Fernández Noroña! Sin ello, la mayoría de los periodistas radiofónicos no podrían ejercer a cabalidad su “libertad de expresión”. ¡Qué bueno! Así tienen a quien “golpear” y criticar.”
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