Me encontré entre las novedades de la librería Gandhi un texto cuyo título me llamó inmediatamente la atención. Es justo el que encabeza la colaboración que usted me hace favor de leer este día feriado: “Mexicanos al Grito ¿de qué…?”.
Busqué el nombre del autor. “Mexicano Desconocido”, se lee en la tapa del libro. Y por azar del destino resultó que un par de días después ese misterioso personaje se presentó en mi oficina llevando con él su bien hilvanado y mejor pensado escrito. Y no. Para mí no es un desconocido. Soy su amigo desde hace más de tres décadas.
Lo mejor, es que él también me ha brindado innumerables muestras de afecto desinteresado. Más que anónimo, pues, el autor es un ciudadano ejemplar, que dedicará buena parte de lo que su obra recaude a realizar obra social entre los grupos indígenas de nuestro país.
¿De qué habla su libro?
Él mismo me lo describe para usted:
– Aborda la pregunta que desde hace muchos años nos deberíamos de plantear todos los mexicanos, ¿Quién eres? ¿El águila o la serpiente? ¿Devoras o te devoran?
“Este libro invita a todos, sin importar la forma de pensar, ideología o preferencia política, a hacernos serias reflexiones sobre lo que está pasando en México y que sabemos que, tarde o temprano, tendrá que cambiar, ya que no tenemos los resultados que no sólo merecemos, sino que urgentemente necesitamos. También hablo de nuestros contradictorios sentimientos por nuestro país, y analizo claramente la relación sociedad-gobierno en México, desplegando las razones por las que en nuestro país la democracia es sólo un deseo y no un valor.
“Planteando el valor del tiempo y la transformación de las familias mexicanas, enfrentándonos con nuestra naturaleza ‘mentirosa’, ya que dos de cada tres mexicanos consideran que la mentira es necesaria o justificable.
“Propongo ideas para la creación de nuevos sistemas y programas de gobiernos con reglas claras sobre el acceso y el ejercicio del poder, sin que medien provechos personales o de grupo.
“También advierto sobre el peligro de los extremos ideológicos, las visiones encontradas, y las luchas en todos los sentidos que ya nos han quitado tiempo en la historia y ahora empiezan a derrotarnos ante una supuesta fatalidad del destino.
“En nuestro país, la mayoría somos mexicanos desconocidos ya que estamos a expensas de las determinaciones de los entes políticos.
“En Mexicanos al Grito ¿De Qué…? soy El Mexicano Desconocido porque al igual que millones de compatriotas, me percibo como uno más, de los que padecemos lo mismo todos los días.
Las reflexiones, ideas, análisis y propuestas son con la finalidad de despertar conciencias para que en México se cumpla lo que la ley establece. Te invito a que lo leas.”
Y cual colofón cita que “hay dos grupos de personas en el mundo, los que no entienden y los que no entienden que no entienden…”
Nuestros politicastros estos últimos, ¿no cree usted?
Vale la pena adquirir, pero sobre todo, leer este libro. En serio.
Índice Flamígero: “¿Por qué grita el mexicano?”, pregunta el psicoanalista social José Antonio Lara Peinado, antes de brindarnos él mismo su respuesta: “En primera, porque esta nación surgió en medio de un grito, de un grito que tiene que ver con el dolor del despojo, de las violaciones, de los homicidios en masa que tuvieron lugar en el genocidio llamado conquista: desde ahí el mexicano grita. El grito es para el mexicano la manifestación del dolor. Gritar es para el mexicano la manera de disfrazar su frustración y su tristeza: cuando se grita también se llora. Inconscientemente el mexicano grita vivas, aunque se las regresen muertas. Hoy más que nunca el mexicano gritará: es tanta la frustración que el grito buscará ser una ilusa liberación del profundo dolor de una época marcada por la muerte, la desesperanza y la impotencia. El mexicano siempre ha estado en un grito, con diversos matices, pero siempre gritando. El Mexicano grita, porque curiosamente, se grita porque muchas veces los otros no escuchan, esos otros, los sordos emocionales, vestirán sus galas y en su fantasía no se darán cuenta que el pueblo, grita porque ellos no oyen.”
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