La lideresa del SNTE edificó su poderío con los gobiernos del PAN, gracias a la transición, afirman expertos
La época en el PRI
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de septiembre.- A partir de la administración de Vicente Fox la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, dejó de ser una empleada del Presidente para convertirse en un actor político independiente, coincidieron ex funcionarios y docentes que fueron parte del Comité Ejecutivo Nacional del sindicato de maestros.
En el marco del aniversario 90 de la Secretaría de Educación Pública (SEP), docentes que estuvieron cerca del grupo selecto de Gordillo Morales apuntaron que hoy negocia y acuerda sin intermediarios.
Habla de manera directa con el Presidente de la República, dejando en segundo plano al secretario de Educación.
“Si antes tenía injerencia en la SEP, con el gobierno de Fox el vínculo político se acentuó. Se terminó el presidencialismo y llegó la alternancia disfrazada de pluralidad y democracia que le dio poder a la maestra Gordillo”, afirmó Gaudencio Bravo, secretario de organización del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México (SITEM).
Ex funcionarios de la dependencia federal recuerdan que la dirigencia sindical les dejó en claro que ellos estaban de paso mientras que el sindicato es permanente.
“Si Elba Esther habla con el Presidente, anula al secretario de Educación y ése fue el error más grave que cometieron los panistas. Quizá por torpeza o ingenuidad, pero el costo político puede ser muy grande en las elecciones de 2012”, puntualizó.
Empleados de la SEP recuerdan que Gordillo “le tronaba los dedos” a Reyes Tamez Guerra, quien en la administración foxista fuera secretario.
“En una ocasión la maestra tronó los dedos en señal de que se subiera a su coche. Le dijo: ¡vámonos, quiero hablar contigo!”, relató un ex funcionario.
Ejemplo de su influencia en el actual gobierno federal fue mostrada a los medios de comunicación en una conferencia de prensa en la que tomó el teléfono y le marcó a Agustín Carstens (entonces secretario de Hacienda) para que aclarara en el altavoz que el SNTE no había solicitado que se les quitara el ISR de la nómina magisterial en el Pliego General del Demandas.
Porfirio Muñoz Ledo comentó que el escándalo ocurrido en junio de este año sobre el pacto electoral que tuvo el presidente Felipe Calderón con la maestra Gordillo mostró que los panistas permitieron que “ella” adquiriera mayor fuerza política.
Mandos medios de la SEP confirmaron que en la campaña electoral de 2006 Elba Esther y Calderón Hinojosa jamás hablaron de una alianza educativa, porque ésta la construyó el equipo de Josefina Vázquez Mota cuando ya estaba al frente de la SEP.
Elba Esther se rehusaba a entablar un acuerdo con Vázquez Mota. Los favores políticos ya se habían pagado y el proyecto educativo salía sobrando, relató gente del mismo gremio magisterial.
La Maestra aceptó crear la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) bajo una sola advertencia: revisar lo que sí podían acordar, pero no meterse en lo que no debía; de lo contrario, conocería quién era Elba Esther Gordillo Morales.
Para Gaudencio Bravo, la presidenta del SNTE acumuló más dinero y poder político en la última década que durante los gobiernos de Salinas de Gortari y Zedillo, lo cual le ha permitido “moverse con quien le convenga”.
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ngc
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