lunes, 1 de agosto de 2011

Una serie de policías de Televisa, cortesía del gobierno

The Wall Street Journal Americas

El gobierno mexicano, que ha sido duramente criticado por no librar al país de la violencia del narcotráfico, está siendo nuevamente atacado por su no muy sutil intento de ganar la guerra en un escenario diferente: la televisión.

En mayo, Grupo Televisa SAB, empezó a transmitir en horario estelar episodios de El equipo, una serie que caracterizaba a la Policía Federal mexicana como una fuerza honesta, bien entrenada y valiente que siempre termina atrapando a los villanos.

Muchos mexicanos se quejaron porque lo que vieron en la pantalla chica poco tenía que ver con lo que ven en las calles.

Pero si el programa parecía propaganda para el gobierno mexicano, es porque lo era. La semana pasada, tras el fin de la serie de 15 episodios, los diarios mexicanos revelaron que la Secretaría de Seguridad Pública, que tiene bajo su control a la Policía Federal, le pagó a Televisa más de US$10 millones para producir toda la serie.

Los diarios y productores de televisión han acusado al gobierno de pagar en exceso por la serie. Un ex funcionario del Ministerio de Seguridad Pública dijo que no quiso firmar el acuerdo con la cadena y luego fue despedido. Asimismo, un legislador de la oposición de izquierda presentó una demanda contra el uso indebido de fondos públicos y pidió que se realicen audiencias sobre el asunto.

El gobierno mexicano dice que el programa estaba orientado a concientizar a la opinión pública sobre lo que considera un poco frecuente éxito en México: la creación de una fuerza policial honesta. La esperanza era que los jóvenes mexicanos podrían inspirarse lo suficiente como para querer enrolarse. Alejandro Poire, portavoz del gobierno para los asuntos de seguridad, también dijo que el gasto del gobierno había sido transparente y que la gente podía juzgar por sí misma si se había pagado en exceso.

Los productores informaron que el financiamiento del gobierno es común en Televisa, que a menudo recibe fondos de diferentes estados para grabar telenovelas allí y promover el turismo local.

Televisa no quiso hacer comentarios.

Desde hace tiempo, los mexicanos ven a sus fuerzas policiales como corruptas e ineficientes en todos los niveles. Solamente 15% de los delitos son investigados en México y menos de 2% son resueltos, de acuerdo con un estudio del Instituto Tecnológico de Monterrey, una universidad privada. El año pasado, siete agentes locales de la policía en la localidad de Santiago, cerca de Monterrey, fueron encarcelados, acusados de conspirar con una banda de narcotraficantes para asesinar al alcalde.

La carencia de un cuerpo de la policía preparado fue la principal razón por la que el presidente Felipe Calderón desplegó al ejército en México para reducir la violencia vinculada al narcotráfico que ha acabado con la vida de al menos 41.000 personas en los últimos cuatro años.

Con la intención de que el ejército vuelva a los cuarteles, el equipo de Calderón ha creado una policía federal reforzada, reclutando a egresados universitarios, pagando mejores salarios y mejorando el entrenamiento.

Si bien la nueva policía federal es en general considerada más honesta que su predecesora, el nuevo cuerpo dista de ser un modelo. El año pasado, la agencia anunció que había despedido a 10% de sus oficiales por razones que incluían presunta corrupción.

Esta semana en Ciudad Juárez, uno de los puntos más violentos en México, un grupo de agentes federales disparó docenas de veces al auto que llevaba al jefe de policía Julián Leyzaola, un teniente coronel del ejército retirado contratado para poner en orden la fuerza policial de la ciudad, cuando llegaba para supervisar la respuesta policial a un motín carcelario. Leyzaola salió ileso gracias a que su vehículo estaba blindado.

La policía federal explicó que Leyzaola no se detuvo en un punto de control cercano a la prisión.

México no cuenta con sus propias versiones de las series estadounidenses CSI o La Ley y el orden. Las telenovelas son más baratas y muchos mexicanos son cínicos respecto a sus instituciones, lo que implica que muchos espectadores no se creerían las series en las que los delincuentes acaban en la cárcel.

Fernando Torres, productor de El equipo, dijo que tenía la intención de cambiar eso. "También es importante mostrar que hay muchos policías que son de carne y hueso, y que dejan sus casas cada mañana sin saber si será la última vez que lo harán, que tienen una vida amorosa, que tienen problemas y que, sobre todo, tienen un compromiso radical con México y la institución", dijo Torres en una entrevista.

El comentarista sobre medios de comunicación,

Gerardo Valero, dijo que el programa de Torres fue una oportunidad perdida. "Todos los buenos eran demasiado buenos y los malos demasiado malos. Si el objetivo atraer público, ¿por qué no mostrar los dilemas reales con los que tienen que lidiar en medio de tanta corrupción?, preguntó.


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