De la reciente encuesta que dio a conocer Consulta-Mitofsky –la fotografía del mes de julio rumbo al 2012— me llaman la atención los resultados sobre las preferencias por partido en Michoacán y el Distrito Federal.
En ambos casos hay un empate técnico entre el PRI y el PRD.
Michoacán es interesante en este aspecto porque en noviembre próximo en esa entidad habrá elecciones para gobernador.
Los datos que da a conocer Roy Campos (director de Consulta-Mitofsky), que muestran las preferencias hoy en día por partido, sin candidato, indican para la tierra cardenista un 28.9 de preferencias para el PRI y 28.0 para el PRD.
Si esta fotografía la llevamos a la elección por la gubernatura, lo primero que salta a la vista es que la contienda será entre priistas y perredistas.
Que los panistas, cuya candidata es Luisa María Calderón, hermana del presidente de la República, estaría fuera de la jugada en lo que a suceder a Leonel Godoy se refiere, aún con el respaldo de Elba Esther Gordillo a través de Nueva Alianza.
Por lo que toca a la lucha entre Fausto Vallejo (PRI) y Silvano Aureoles (PRD), se ve que la contienda será durísima. El candidato priista, ex alcalde de Morelia, tiene buena carta entre la ciudadanía. El perredista, más allá de su propia personalidad, cargará con el desgaste de los gobiernos del sol azteca por aquellas tierras.
Focos rojos, sin duda, para ese bastión del PRD y no queda ya mucho tiempo para corregir.
En el Distrito Federal también se han prendido las alarmas para los amarillos. Los datos de Consulta Mitofsky al mes de julio sitúan la preferencia por partido así: PRI, 26.8 y PRD 27.0. Dos décimas de punto entre uno y otro partido. Empate técnico también.
Sólo que en el caso de la capital –al menos del DF–, Porfirio Muñoz Ledo señala que esta fotografía que proporcionan las encuestas no muestra realmente la posición que tendría la izquierda en la elección presidencial de julio del 2012.
Falta, dice, tomar en cuenta la fuerza del Partido del Trabajo y de Convergencia en la capital. Si sus números se suman a los del PRD, la izquierda todavía tendría un margen amplio para batir a los priistas en la capital.
Para la elección presidencial aún falta un buen trecho. Para empezar, definir a los candidatos al gobierno del DF.
Sin embargo, el “efecto Peña Nieto” –quien muy probablemente será el candidato del PRI—será un hándicap contra el que tendrán que batirse las izquierdas.
Y, guste o no, para los defeños Andrés Manuel López Obrador es más atractivo como candidato presidencial que Marcelo Ebrard. El “efecto AMLO” en algo podría contrarrestar el de Peña Nieto en la capital. De otra manera, bien podrían perder también este bastión los perredistas.
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