Foto: MVT / José Hernández
Desbordado al máximo desde que inició su gestión en el Estado de México, Enrique Peña Nieto comenzó a trabajar para su candidatura presidencial del 2012. A los millonarios gastos para promover su imagen en la televisión, el mandatario sumó sus megaproyectos de desarrollo urbano e invitó a cuanto empresario pudo: desde los Hank Rhon hasta el magnate del Grupo Carso, Carlos Slim. Pero así como dibujó quimeras, también deja sumidos en la pobreza y el desempleo a millones de mexiquenses….
Al mandatario mexiquense Enrique Peña Nieto le quedan 75 días de un gobierno que ha estado marcado por los onerosos gastos para su promoción televisiva; por faraónicas obras de infraestructura vial en las que ha invertido alrededor de 120 mil millones de pesos, y por expedientes de corrupción no resueltos, como el de su antecesor Arturo Montiel.
Además, este domingo 3 de julio la maquinaria electoral que puso en marcha en las últimas semanas para impulsar a su correligionario Eruviel Ávila se enfrenta a dos desafíos: retener para el PRI la gubernatura de la entidad más poblada del país y ganar con la suficiente holgura para iniciar su lanzamiento formal como candidato a la Presidencia de la República en 2012.
No son pocos los contrastes que marcan el fin de la gestión de Peña Nieto y su relanzamiento a la candidatura presidencial.
Frente a los contratos millonarios con desarrolladores inmobiliarios como Corporaciones Geo, Ara, Sadasi, Urbi, Hogares Unión y Sare para la construcción de casi 500 mil viviendas en las llamadas Ciudades Bicentenario, Peña Nieto termina su gestión con 60 mil damnificados por las inundaciones en los municipios de Ciudad Nezahualcóyotl y Ecatepec, afectados por el continuo desbordamiento de los ríos de los Remedios y Xochiaca, así como el Gran Canal.
Extracto del reportaje principal que se publica en la edición 1809 de la revista Proceso, ya en circulación.
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