El ex presidente de Brasil habló con banqueros y les dijo que ellos saben que el crimen en el país es por la falta de atención a los pobres
El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pronuncia un discurso en la 74 Convención Anual de Banqueros en Acapulco (AFP).
- Lula gobernó dos mandatos consecutivos de cuatro años en Brasil
- Su gobierno tuvo el 87 % de aprobación
(CNNMéxico) — El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que la violencia que se vive en México tiene su origen en la falta de atención a los pobres, de acuerdo con un cable de la agencia Notimex.
Durante su conferencia magistral en la 74 Convención Bancaria, el ex mandatario brasileño señaló que al revisar los periódicos en México el tema prevaleciente es el problema de violencia y criticó que el optimismo y todas las cosas buenas que suceden no sean mostradas.
La reflexión, que motivó el aplauso durante 12 segundos de los banqueros y empresarios presentes en la sala, incluyó la convicción de que debe abatirse el problema.
“Ustedes que son hombres de negocios, hombres que trabajan en bancos, en la industria y el comercio, saben bien que parte de esa violencia que se ha establecido en México no ha surgido ahora, eso tiene su origen (…) en cantidad de años en que los más pobres fueron tratados sin atención”, situación que igual se observa en Brasil y otros países, aseveró según Notimex.
El ex presidente llamó a revertir la situación, lo que se ha llevado a cabo en Brasil, donde en ocho años se sacó a 8 millones de personas de la pobreza extrema y se elevó 36 millones a la clase media del país, así que “sí es totalmente posible cambiar la cara de nuestros países”.
Lula da Silva pidió a los banqueros a abrirse a los segmentos de la polación de bajos recursos: “No tengan miedo de prestarle a los pobres, ya que el pueblo sabe pagar sus deudas porque lo único que tiene como garantía del préstamo es su nombre”, y tratará de mantenerlo limpio.
Lula gobernó dos mandatos consecutivos de cuatro años en Brasil, entre el 1 de enero del 2003 y el 1 de enero del 2011. Su gobierno tuvo el 87% de aprobación.
En su lugar quedó Dilma Rousseff convirtiéndose en la primera mujer presidenta del país sudamericana, tras ser electa en octubre de 2010.
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