jueves, 21 de abril de 2011

El Senado necesita una limpia

Martha Anaya

April 21, 2011

Al nuevo edificio del Senado le han arreado bien y bonito desde muy distintos rumbos, incluidos algunos de sus propios huéspedes.

El “hotelote”, como le llama el senador perredista Pablo Gómez, sufrió su primer percance en activo (Ya ni hablemos de los retrasos en la obra, ¿verdad?) con la granizada del sábado pasado.

Según comentaron algunos trabajadores, el agua se metió hasta el mismísimo salón de plenos recorriendo a su paso la nueva y maravillosa alfombra que lo cubre y fue a dar hasta las oficinas de la presidencia de la Mesa Directiva, de la Junta de Coordinación Política y las vicepresidencias.

Es decir, el torrente no tuvo miramiento alguno con los escaños forrados de piel italiana y le importó muy poco que el lugar albergase a nuestros insignes senadores, ni que alguno de ellos se llamara Manlio Fabio Beltrones o Santiago Creel, o Carlos Navarrete, o Ricardo Monreal.

Plural, hasta eso, la doña naturaleza visitó los nuevos rincones del “palacio legislativo” y mojó parejo cuanta curul halló a su paso sin miramiento alguno a los dos mil y pico de millones que costó la obra.

Así, a los reclamos y burlas que ya se habían presentado por el costo y el aspecto de la nueva sede del Senado, así como el papelón por la falla del sistema de votación en su sesión inaugural, se sumó la burla por la inundación que sufrió la flamante sede el pasado fin de semana.

Vaya, algunos senadores llegaron a pedir regresar a la casona de Xicoténcatl y el petista Ricardo Monreal se alcanzó la puntada de mejor donar la nueva sede a la Universidad Nacional Autónoma de México.

El senador priista Fernando Castro Trenti, presidente del Fideicomiso para la Construcción de la Nueva Sede, ha tenido que apechugar ante las críticas, aunque el proyecto de la nueva sede fue aprobado en la legislatura pasada por Diego Fernández de Cevallos (PAN), Enrique Jackson (PRI) y Jesús Ortega (PRD).

El caso es que ayer volvió a salir a la palestra Castro Trenti para asegurar que la tromba que cayó el sábado no afectó mayor cosa al “hotelote”, que el lugar se encuentra operando y que los problemas que ha habido son sólo “detalles menores” frente al tamaño del complejo.

“No se registran mayores daños, sólo los derivados de la obstrucción natural que la gran cantidad de granizo generó en unas coladeras y drenes del patio central, problema que ya fue resuelto, por ello estamos en condiciones de asegurar que el pleno senatorial estará funcionando la próxima sesión del martes 26 de abril”, aseguró.

Según dijo el bajacaliforniano, la filtración de agua sólo “mojó una pequeña parte de la alfombra del salón del Pleno, pero fue rápidamente atendida por los encargados de la obra”.

Los trabajadores no comentan lo mismo. Pero sea como sea, bien podrían aprovechar estos días de asueto y pedirle a algunos veracruzanos o oaxaqueños que se traigan algunos de sus brujos y le den una buena “limpia” a la nueva sede. Y de paso a algunos senadores. Les hace falta.

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