domingo, 3 de abril de 2011

De la ONU…

Opiniones y Comentarios


El que desde los EEUU (la ONU, que viene siendo la misma cosa, pues es su otro patio trasero) pidan el retiro del Ejército de las calles…

Al mismo tiempo que consideran a los cárteles de la droga como terroristas. Sin olvidar que hace días declararon que el próximo gobierno debería continuar con la misma táctica en el combate a las drogas...

Pues a los Barones de las drogas los consideran como un “Poderoso Ejército” (el 10ª en el mundo, para ser exactos, lo que son verdaderas exageraciones; porque tienen dinero, pero no están preparados ni tienen armamento pesado; y además como si todos estuvieran de acuerdo)…

No solo corrobora que estamos en guerra y que Calderón, a quien se le puede juzgar por declararla sin la autorización del Congreso, no tiene oportunidad cual ninguna de ganarles…

Sino que también, sospechosísimamente hablando, da en qué pensar. Ya que pedirle a un Gobierno que retire a sus defensores, sin estar presto a apoyarlos en la defensa, se podría considerar como malas intenciones, o como perversidad…

Ya que, en otras palabras, semejante petición es tanto como pedirle al Gobierno de Calderón que se rinda ante los narcos; lo que ciertamente no es una mala idea, pues los nuevos gobernantes seguro que no nos robarían…

Antes hasta seguro salían poniendo, como en los territorios que ya dominan aquí en México. No estamos hablando de Colombia…

Pero lo cierto es que no hay necesidad de eso…

Por lo que por enésima ocasión se vuelve repetir, lo que por lo visto no se entiende…

No es lo mismo el trasiego (producción, transporte y venta) de las drogas, lo que ciertamente es un problema de seguridad nacional; que el consumo de las mismas, que es un problema de salud…

Y por ende se deben de enfrentar de muy distinta manera…

El narcotráfico se termina automáticamente en el momento en que se despenalicen las drogas. De igual manera que los traficantes de alcohol dejaron de existir cuando se terminó la “prohibición”…

A los enfermos, los adictos, no se les puede detener o asesinar a balazos. Sobre todo cuando la primera felicidad que palpablemente existe, es la salud. Ya que nadie puede ser feliz estando enfermo…

Pero tampoco se puede ser feliz si hay carencias de todo tipo. Sin posibilidades de estudio o de trabajo, y lo que ello conlleva, se puede prever lo que sucederá; y está visto con lo que pasa en Medio Oriente…

Y si además de todas esas carencias, hay inseguridad, el caldo de cultivo está más que listo para que de esa sociedad salgan adictos, delincuentes y opositores…

Pues en resumidas cuentas, si la realidad es espantosa, como en nuestro México lo es, a pesar de los discursos oficiales, a nadie se puede culpar por evadirse…

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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